Sostener lo que se cae
Marruecos forma parte de la l¨®gica natural de Espa?a. As¨ª ha acabado por reconocerlo Rajoy
No es mal lema para la que est¨¢ cayendo. Pero el eslogan es el nombre de una asociaci¨®n de j¨®venes que se han propuesto hacer realidad la utop¨ªa de revivir lo que se cae, en su caso, el Gran Teatro Cervantes de T¨¢nger, para convertirlo en espacio de cultura y convivencia y, por qu¨¦ no, de formaci¨®n y de ocio de j¨®venes y menos j¨®venes de Espa?a y Marruecos y de intercambio con los de todo el mundo.
El Teatro Cervantes es todo un s¨ªmbolo. De un pasado que naturalmente no podr¨¢ volver (aquel m¨ªtico T¨¢nger internacional), pero tambi¨¦n de un futuro de desarrollo compartido m¨¢s necesario hoy que nunca.
La vecindad de Marruecos forma parte de la l¨®gica natural de Espa?a. As¨ª ha acabado por reconocerlo Mariano Rajoy realizando su primer viaje oficial a Marruecos. Los pescadores varados esperan resultados, mientras Arias Ca?ete avisa en Bruselas del enorme coste de la parada de los barcos.
As¨ª lo espera tambi¨¦n el buen sentido, la l¨®gica natural tan galdosiana y tambi¨¦n su propio partido para quitarse de encima esa imagen-herida que Perejil dej¨® en la opini¨®n p¨²blica de Marruecos. Herida, tampoco puede olvidarse, mantenida abierta durante m¨¢s a?os de la cuenta por un lobby dominante poco amante de lo hispano, bien instalado en Marruecos pero m¨¢s visible hoy que nunca en algunos de los ¨²ltimos nombramientos de Mohamed VI al frente de la agencia oficial MAP y en su propio consejo real.
Para conocer la visi¨®n de ese lobby es recomendable leer una reciente publicaci¨®n de un periodista experto en las cuestiones espa?olas, Omar Dahbi: Maroc-Espagne. La guerre des ombres. 2000-2010. Prologado por el actual patr¨®n de la agencia MAP, Khalil Hachimi Idrissi, director, hasta la v¨ªspera de su nombramiento, de Aujourd¡¯hui le Maroc, uno de los diarios con la informaci¨®n m¨¢s sesgada sobre Espa?a, se trata de un aviso para navegantes publicado en julio de 2011 ante la inminencia de la llegada del Partido Popular al poder en Espa?a. Partido que aparece tanto en el pr¨®logo como en todo el libro, incluido el posfacio de Naim Kamal, como la reencarnaci¨®n del franquismo, como la derecha ¡°radical¡±, centrada en el odio a Marruecos. El libro es un repaso a los a?os del Gobierno Aznar, presentado como una suerte de D¡¯Artagnan rodeado de sus tres mosqueteros, ¡°P¨ªo, Trillo y Piqu¨¦¡±, encargados no de deshacer entuertos sino de fomentar guerras y expandir el odio entre vecinos. Junto a esta tesis hay otra contenida en este libelo, la de que la diplomacia espa?ola est¨¢ secuestrada por los servicios secretos. Aznar e incluso Zapatero no han sido m¨¢s que marionetas en sus manos. La prensa en Espa?a est¨¢, por supuesto, seg¨²n ellos, a su servicio. (?Se han mirado al espejo Hachimi, Dahbi, Kamal?).
Pero el libro dice ofrecer otra alternativa para que Espa?a y Marruecos se lleven bien, pues hasta ahora ¡°los marroqu¨ªes han hecho todo para que los espa?oles les amen. Mientras, los espa?oles han hecho todo para que los marroqu¨ªes los odien¡±. Se trata para nuestros dos pa¨ªses de un ¡°porvenir cruzado¡± que no podr¨¢ prosperar, seg¨²n se asegura, ¡°m¨¢s que si las relaciones entre los dos pa¨ªses se guardan, por hombres pol¨ªticos responsables, de manipulaciones securitarias o pol¨ªticas con fines electoralistas, a veces racistas, exacerbando una guerra de civilizaciones que no existe¡±.
Mariano Rajoy sabe que aunque los marroqu¨ªes no odian a Espa?a, ciertos lobbies se han empe?ado en que as¨ª sea. Pero la realidad pol¨ªtica del Marruecos de hoy es mucho m¨¢s compleja que en los tiempos en que se perpetrara el disparate parab¨¦lico de Perejil, o que en diciembre de 2010 cuando aquel mismo lobby se empe?¨® en convertir al PP en su blanco privilegiado, convocando, con el Gobierno a la cabeza, una masiva manifestaci¨®n en Casablanca acus¨¢ndole de instigar la hostilidad antimarroqu¨ª en el Parlamento Europeo, en plena resaca de los acontecimientos de Gdym Izik.
El Marruecos de hoy, pos primavera ¨¢rabe, es el de una dif¨ªcil cohabitaci¨®n entre Palacio y un nuevo Gobierno que solo cosechar¨¢ legitimaci¨®n si a?ade, a la obtenida en las urnas, una inteligente capacidad de mostrar su independencia, de contrarrestar la tutela de Palacio, bien pertrechado por una bater¨ªa de consejeros reales, buena parte nombrada en la perspectiva de (o tras) la victoria islamista. En esa bater¨ªa figuran con fuerza elementos de ese lobby, aunque tambi¨¦n alguno de los firmes pero escasos valedores de Espa?a en nuestro pa¨ªs vecino.
Si hay algo que resaltar en el nuevo gabinete marroqu¨ª ¡ªdel que se han excluido algunas ¡°hispanistas¡± sospechosas¡ª es que ha supuesto una cierta renovaci¨®n de la ¨¦lite. Aunque a trav¨¦s de la presencia de viejos partidos, bien rodados en anteriores Gobiernos y en muy diferentes momentos de la historia de Marruecos, perdurar¨¢n los reflejos de anta?o, el PJD intentar¨¢ jugar la carta de una actuaci¨®n independiente, lo que podr¨¢ ser beneficioso para una buena entente con los tambi¨¦n nuevos inquilinos de La Moncloa y de Santa Cruz. Saadeddin El Othmani no es un hombre mal dispuesto con Espa?a ni un demagogo. Sus intervenciones en nuestro pa¨ªs en v¨ªspera de las elecciones marroqu¨ªes de 2007, cuando era a¨²n secretario general de su partido, as¨ª lo evidenciaban. Tambi¨¦n va a contar con un viceministro de Exteriores, Youssef Amrani, un diplom¨¢tico que conoce bien nuestro pa¨ªs, con el que conserva excelentes lazos. Cierto que la tutela de su antiguo patr¨®n, el anterior ministro de Exteriores, hoy ascendido al are¨®pago real permanecer¨¢ omnipresente.
Saber jugar con habilidad por parte de nuestros gobernantes ¡ªcon sinceridad o hipocres¨ªa, que de todo hay en la vi?a del se?or¡ª en este mar de contradicciones ser¨¢ sin duda la garant¨ªa de una legislatura en la que se evite la crispaci¨®n entre vecinos y pueda hacerse realidad la alternativa que preconizaban ¡ªen ese juego de ¡°te lo digo Jos¨¦ Mar¨ªa para que lo entiendas Mariano¡±¡ª los redactores del panfleto-aviso para navegantes antes citado.
Muchos son los dosieres sobre la mesa. Mejor hablar de todos y no eludir ninguno. ?Para qu¨¦ sirve jugar al avestruz como hasta ahora, fingiendo que no se habla de lo que se debe hablar? ?Qu¨¦ trabajo cuesta admitir que contenciosos haylos, pero que se piensa ante ellos diferentemente? La l¨®gica natural exige cooperaci¨®n. Y m¨¢s en el agujero de crisis en el que vivimos.
Volviendo a lo que fue el inicio de este art¨ªculo, los j¨®venes que quieren ¡°sostener lo que se cae¡± conocen lo dif¨ªcil ¡ªpor lo costoso¡ª que siempre ha sido y ser¨¢ restaurar el Gran Teatro Cervantes de T¨¢nger. De ah¨ª que, propiedad del Estado espa?ol, est¨¦ cay¨¦ndose. Pero tienen en mente otros proyectos que se han hecho realidad, mucho m¨¢s baratos, pr¨¢cticos y por qu¨¦ no, modernos, como la reutilizaci¨®n del Matadero de Madrid y los Abattoirs de Casablanca, convertidos en espacios de intervenci¨®n ciudadana y de cultura. Aportan adem¨¢s con su idea una originalidad. Tienen el coraje y la fuerza de los j¨®venes que han protagonizado el 2011, seg¨²n consagr¨® la revista Time. Y quieren desde el voluntariado ser los gestores de la restauraci¨®n y los beneficiarios de la utilizaci¨®n de un espacio que puede ser el s¨ªmbolo de una nueva relaci¨®n entre nuestros dos pa¨ªses, recuperando todo lo positivo que en ambos pa¨ªses se ha construido juntos.
Bernab¨¦ L¨®pez Garc¨ªa es catedr¨¢tico honorario de la UAM de Historia Contempor¨¢nea del Islam.
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