Alemania eleva la presi¨®n sobre Grecia

Alemania mantiene el pulso para someter Grecia a un mayor control. Berl¨ªn ha propuesto la semana pasada a los socios comunitarios la instituci¨®n de un comisario con poder de veto sobre los gastos del Gobierno griego, lo que ha provocado un firme rechazo por parte de Atenas, y varias reacciones cr¨ªticas en el seno de la UE. Pero Wolfgang Sch?uble, ministro de Finanzas alem¨¢n, ha lanzado una dura advertencia a Atenas, en una entrevista publicada hoy por el diario The Wall Street Journal. "Nosotros estamos dispuestos a ayudar, pero Grecia debe decidirse", advirti¨® Sch?uble. "Si no implementa las decisiones necesarias, y no hace los anuncios adecuados... no hay ninguna cantidad que puede solucionar el problema".

En Bruselas, un portavoz del Gobierno alem¨¢n ha intentado esta ma?ana quitar hierro al asunto: "[La propuesta] es todav¨ªa solo una reflexi¨®n general. Estamos trabajando en el tema. Simplemente, estamos intentando comprender qu¨¦ es posible hacer con respeto a un programa de reformas que no da resultados, en el que todo apunta a que hay un d¨¦ficit" en la implementaci¨®n de las medidas.

La ¨²nica buena noticia en la dram¨¢tica crisis es que hay acuerdo pol¨ªtico en el Gabinete griego a la hora de negociar las condiciones del nuevo rescate, lo cual sin embargo no quiere decir mucho, porque a este nuevo enfado nacionalista se a?ade el rechazo por parte de partidos -incluidos los que forman el Gobierno-, sindicatos y patronal de las nuevas exigencias de ajuste de la troika (Uni¨®n Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), entre ellas, la rebaja del salario m¨ªnimo (751 euros brutos), la desaparici¨®n de las pagas extras en el sector privado -ya no existen para los funcionarios- y la liberalizaci¨®n del sector de las farmacias, que fue rechazada la semana pasada en el Parlamento.

La pelota est¨¢ en el alero del Ministerio de Trabajo griego; los delegados de la troika vuelven a reunirse hoy en Atenas para intentar desbloquear la negociaci¨®n con su titular, el socialista Yorgos Kutrumanis, que ya ha advertido de que el coste salarial se ha reducido en Grecia en un 12% desde la adopci¨®n del primer plan de ajuste, en 2010.

No es este el ¨²nico desvelo del tecn¨®crata Lukas Papademos al frente del Gobierno de unidad que lidera desde noviembre. La interminable ronda de negociaciones con el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que representa a los acreedores internacionales, para apuntalar la quita voluntaria de la deuda est¨¢ encallada desde hace una semana, aunque fuentes del Gobierno de Atenas sostienen que se cerrar¨¢ en breve. "Estamos a un paso del acuerdo . La semana que arranca completaremos la negociaci¨®n, en paralelo a las deliberaciones sobre el nuevo paquete de ayuda", manifest¨® Ev¨¢nguelos Venizelos, ministro de Econom¨ªa y vicepresidente del Gobierno, tras reunirse con Poul Thomsen, jefe de misi¨®n de la troika.

En el tira y afloja de este proceso de di¨¢logo a tres bandas, algunos socios europeos han vuelto a obviar algo de lo que ya ten¨ªan noticia: cualquier principio de acuerdo, cualquier atisbo de acercamiento alrededor de una mesa, puede esfumarse en el acto solo con mentar la soberan¨ªa griega. Como no pod¨ªa ser de otra manera, adem¨¢s de las declaraciones del portavoz, otros miembros del Gobierno salieron ayer al paso del plan alem¨¢n.

Venizelos advirti¨® de que "los que obligan a un pa¨ªs a optar entre la ayuda econ¨®mica y su dignidad nacional, desprecian lecciones b¨¢sicas de la historia". Los partidos pol¨ªticos que forman el Gobierno tambi¨¦n lamentaron la idea: "Entiendan ustedes la realidad pol¨ªtica, econ¨®mica y social de este pa¨ªs", pidi¨® un enfadado Yorgos Papandreu, ex primer ministro socialista y l¨ªder en funciones del Pasok, a los representantes de la troika.

Con un nacionalismo rampante, exacerbado desde que la UE acudi¨® en ayuda de Grecia y la troika comenz¨® a supervisar las cuentas, este es uno de los muros de carga que ni siquiera el voluntarioso Papademos puede rozar. Hablando de soberan¨ªa, todo parec¨ªa indicar -al menos hasta la propuesta alemana- que Grecia podr¨ªa ceder en cuanto a los nuevos bonos a largo plazo que sustituyan a los t¨ªtulos de deuda existentes, en el supuesto de que Atenas llegue a un acuerdo con sus acreedores para la quita voluntaria del 50%. Estos exigen que est¨¦n sujetos a la legislaci¨®n brit¨¢nica, m¨¢s favorable a sus intereses, pues, en caso de que Grecia abandonase el euro, los nuevos bonos seguir¨ªan cotizando en euros. Hoy la inc¨®gnita vuelve a posarse sobre este cap¨ªtulo de la negociaci¨®n.