Al Qaeda gana terreno en ?frica con la crisis en Mal¨ª
Los integristas aprovechan el avance de los rebeldes tuareg para afianzarse en el pa¨ªs La ONU cifra en 200.000 los desplazados desde que el conflicto comenz¨® en enero
Los golpistas de Mal¨ª asisten, asombrados, al desmoronamiento de su pa¨ªs. Desde el alzamiento militar del 22 de marzo, los acontecimientos se han precipitado: islamistas radicales han instaurado la sharia, la ley isl¨¢mica, en las ciudades ¡°liberadas¡± del des¨¦rtico norte ¡ªentre ellas la simb¨®lica, y hasta hace poco, tur¨ªstica Tombuct¨²¡ª, los pa¨ªses vecinos han impuesto un draconiano embargo que asfixia su d¨¦bil econom¨ªa, m¨¢s de 200.000 personas han abandonado sus hogares debido al hambre y la violencia y, adem¨¢s, Mal¨ª, de facto, se encuentra dividido en dos.
El objetivo de los salafistas que controlan al menos dos de las principales ciudades del norte, Tombuct¨² y Kidal, es imponer la ley isl¨¢mica en Mal¨ª. ¡°Pero lo que m¨¢s preocupa es la relaci¨®n directa que tienen los salafistas con Al Qaeda¡±, advierte Philippe Hugon, investigador del instituto de relaciones internacionales IRIS en Par¨ªs. Hugon, especialista en ?frica, se?ala por tel¨¦fono que las relaciones entre determinados tuaregs y los terroristas ¡°no son solo ideol¨®gicas¡±: algunos hombres azules llevan varios a?os benefici¨¢ndose del lucrativo negocio del tr¨¢fico de drogas, armas y personas que Al Qaeda dirige en el S¨¢hara y el Sahel.
Tres de los principales jefes de Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico (Abou Z¨¦id, Mokhtar Belmokhtar y Tahya Abou Al-Hammam) se han reunido en Tombuct¨² con el l¨ªder del grupo salafista tuareg Ansar el Din que tom¨® la ciudad el lunes, seg¨²n fuentes locales de France Presse. La mayor parte de los secuestros de los 13 occidentales todav¨ªa retenidos en el Sahel fueron dirigidos por estos l¨ªderes terroristas.
De hecho, la captura de los cooperantes espa?oles Ainhoa Fern¨¢ndez de Rinc¨®n y Enric Gonyalons el 23 de octubre en Rabuni (Argelia) fue organizada por un antiguo lugarteniente de Mokhtar Belmokhtar, El Tuerto.
El ministro de Exteriores franc¨¦s, Alain Jupp¨¦, ha se?alado este martes, en una entrevista a France Presse, ¡°la necesidad¡± de que la comunidad internacional se movilice contra ¡°el peligro islamista¡±. Jupp¨¦ ha subrayado la relaci¨®n entre los salafistas y Al Qaeda y ha advertido de la posibilidad de que algunos rebeldes quieran hacerse con ¡°todo el territorio de Mal¨ª¡± para fundar una ¡°rep¨²blica islamista¡±.
Philippe Hugon, el investigador franc¨¦s, a?ade que los yihadistas pueden f¨¢cilmente reclutar a nuevos combatientes: ¡°Al Qaeda se acerca a j¨®venes desempleados y marginados dentro y fuera de Mal¨ª, no tiene m¨¢s que darles un arma. As¨ª logran afianzarse en el territorio¡±. Los tuaregs m¨¢s moderados, sin embargo, desmienten que Tombuct¨² est¨¦ bajo control salafista. ¡°Junto a Ansar el Din han entrado barones de la droga en la ciudad, pero no sabemos qu¨¦ intenci¨®n tienen. Eso s¨ª, nosotros controlamos Tombuct¨²¡±, asegura Moussa Ag Assarid, portavoz del Movimiento Nacional por la Liberaci¨®n del Azawad (MNLA). Los rebeldes tuaregs se sienten satisfechos.
Moderados y radicales se han unido ¡°por motivos estrat¨¦gicos¡± en contra del Gobierno de Mal¨ª y han logrado hacerse con el control de toda la regi¨®n de Azawad, el norte del pa¨ªs, conocida como la cuna de los n¨®madas. ¡°Ahora solo nos falta asegurar nuestro poder y crear la Rep¨²blica del Azawad¡±, explica Ag Assarid con orgullo.
Los tuaregs se levantaron en armas el 17 de enero y, desde entonces, han puesto en jaque al Ej¨¦rcito de Mal¨ª. Mejor equipados que en las rebeliones anteriores (el conflicto entre los n¨®madas y Bamako se remonta a los a?os sesenta, cuando se independiz¨® el pa¨ªs) gracias a la aportaci¨®n de excombatientes y armas del depuesto l¨ªder libio Muamar el Gadafi, los tuaregs se han impuesto frente a los soldados de Mal¨ª, escasos de armamento y provisiones.
Precisamente el malestar de los militares ante las derrotas en el norte del pa¨ªs provoc¨® el golpe de Estado del pasado 22 de marzo. Sin embargo, con los golpistas al frente, los tuaregs logran victorias in¨¦ditas. Ante la desbandada del Ej¨¦rcito, en menos de una semana los tuaregs tomaron las ciudades m¨¢s importantes del norte de Mal¨ª.
¡°La junta est¨¢ perdiendo tanto poder real como popularidad¡±, explica Cristina Barrios, especialista en ?frica del think tank FRIDE. ¡°La poblaci¨®n se est¨¢ dando cuenta de que los golpistas no logran estabilizar el pa¨ªs¡±, asegura. Los golpistas, adem¨¢s, cuentan con el rechazo de la mayor¨ªa de los partidos pol¨ªticos y carecen de cualquier apoyo exterior.
El lunes la Comunidad Econ¨®mica de Estados de ?frica Occidental (CEDEAO) impuso sanciones econ¨®micas y financieras para exigir la restauraci¨®n del orden constitucional y amenaz¨® incluso con una intervenci¨®n militar. Varias ciudades en Mal¨ª sufren saqueos y episodios violentos.?Este martes en la capital ¡°todo el mundo¡± ha acudido a tiendas y mercados por miedo a quedarse sin alimentos por el embargo africano, cuenta desde Bamako Chahana Takiou, director del peri¨®dico de Mal¨ª L'ind¨¦pendant.
Pero el verdadero drama lo protagonizan las 200.000 personas, seg¨²n datos de la ONU, que han tenido que abandonar sus hogares desde enero por el hambre y por miedo a verse entre el fuego cruzado. La mitad de los desplazados son internos, mientras que el resto se refugia en Mauritania, N¨ªger, Burkina Faso y Argelia.
Antes las presiones externas e internas, la junta militar no muestra se?ales de abandonar el poder. De hecho, los golpistas han anunciado este martes que el derrocado presidente Amadou Toumani Tour¨¦, ser¨¢ juzgado por alta traici¨®n y malversaci¨®n de fondos.
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