Las heridas de Bosnia siguen abiertas
Un debate organizado por EL PA?S reflexiona sobre la guerra y sus consecuencias con ocasi¨®n del 20 aniversario del inicio del conflicto
La guerra de Bosnia empez¨® en el abril de 1992 y termin¨®, unos 100.000 muertos y 1,8 millones de refugiados despu¨¦s, en noviembre de 1995. Los acuerdos de Dayton tuvieron el gran m¨¦rito de terminar el conflicto; pero, 20 a?os despu¨¦s, la Bosnia-Herzegovina que surgi¨® de ese pacto sigue siendo un pa¨ªs semiparalizado por la hostilidad y difidencia entre comunidades.
Con ocasi¨®n del vig¨¦simo aniversario del comienzo de la guerra, EL PA?S ha organizado un debate sobre la guerra y sus consecuencias celebrado este jueves en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid. Intervinieron en el encuentro los periodistas Gervasio S¨¢nchez, Maite Rico, Jos¨¦ Luis M¨¢rquez y Alberto Sotillo, que cubrieron el conflicto como enviados especiales.
Gervasio S¨¢nchez, premio nacional de fotograf¨ªa, abri¨® la charla recordando la vergonzante inercia europea ante el horror del conflicto. "Bosnia muri¨® entre la indiferencia absoluta de Europa, salvo muy contadas excepciones", observ¨®.
Maite Rico, periodista de EL PA?S, consider¨® que "las heridas no se han cerrado y no lo har¨¢n en mucho tiempo". "Las comunidades viven en paralelo, y la arquitectura constitucional del pa¨ªs lo fomenta. La clase pol¨ªtica local manipula los sentimientos nacionalistas. Con esas bases, una reconciliaci¨®n es muy dif¨ªcil", observ¨® Rico.
Bosnia-Herzegovina es un Estado compuesto por dos entidades (la serbobosnia y la federaci¨®n bosnio-croata) cuya estructura y normas de funcionamiento son de una extraordinaria complejidad. El sistema, dise?ado para dar garant¨ªas y adecuada representaci¨®n a todas las comunidades, est¨¢ abocado a la par¨¢lisis.
Tras m¨¢s de un a?o de vac¨ªo institucional, los l¨ªderes de las distintas comunidades acordaron a finales del pasado mes diciembre la formaci¨®n de un Gobierno para el Estado. Pero el acuerdo no significa el desbloqueo de la situaci¨®n y la gesti¨®n de asuntos de ordinaria administraci¨®n se convierte habitualmente en un calvario de negociaciones, vetos y mercadeos.
Alberto Sotillo, periodista del diario Abc, opin¨® que "toda la antigua Yugoslavia necesita una inmensa catarsis. Necesita l¨¢grimas. No de rabia, sino de arrepentimiento. Si no se cicatriza el mal que brot¨® ah¨ª, Europa lo va a pasar mal". El conflicto, observ¨® Sotillo, "demostr¨® que Europa no est¨¢ a salvo de ciertas turbias ra¨ªces de su civilizaci¨®n".
Los periodistas compartieron con el p¨²blico sus recuerdos de la cobertura informativa. Jos¨¦ Luis M¨¢rquez destac¨® la libertad de movimiento que tuvieron los informadores en la guerra bosnia. "Pod¨ªamos movernos con libertad absoluta. No hab¨ªa l¨ªmites. Por eso quiz¨¢ murieron tantos periodistas".
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