El candidato presidente cae a plomo en los sondeos

A cuatro d¨ªas de la primera vuelta de las presidenciales francesas, las malas noticias se acumulan en torno a Nicolas Sarkozy, y crece la sensaci¨®n de que el candidato y el sistema de poder conocido como sarkozysmo se est¨¢n disolviendo como un azucarillo. El clima de final de reinado asoma por todas partes: deserciones en masa de antiguos partidarios (Chirac, tres exministros, conocidos y an¨®nimos); un ritmo fren¨¦tico de adhesiones p¨²blicas a su adversario, Fran?ois Hollande, por nutridos colectivos de economistas, deportistas, intelectuales y ministrables; la prensa revelando cada vez m¨¢s errores y s¨ªntomas de descontrol del presidente, y las encuestas anunciando no tanto una derrota como un naufragio.

Cuanto m¨¢s se acerca el d¨ªa decisivo, m¨¢s lejos parece la reelecci¨®n de Sarkozy. Lo que hace una semana requer¨ªa un milagro empieza a recordar mucho a una alarma de hundimiento en toda regla. El capit¨¢n del El¨ªseo ha perdido su famoso toque m¨¢gico y las ¨²ltimas encuestas dibujan un panorama oscuro casi negro. Sarkozy pierde terreno, Hollande lo gana, y el presidente queda entre dos y cinco puntos por debajo del socialista para la primera vuelta. De cara a la segunda tanda, del 6 de mayo, la cosa es bastante peor: el l¨ªder conservador se hunde en un agujero enorme, de entre 12 y 16 puntos.

Aunque en sus reuniones con los suyos el presidente sigue mostrando una fe sin fisuras, a su alrededor la casa se derrumba. Un sondeo de CSA para el canal de informaci¨®n continua BFM-TV confirm¨® el martes los temores de los asesores de Sarkozy. Hollande progresa dos puntos, y se afianza en cabeza con un 29%, mientras el l¨ªder de la UMP baja hasta el 24%. En un mes, Sarkozy pierde seis puntos. Y Hollande aumenta su ventaja para la segunda vuelta: 58% a 42%.

Una segunda encuesta, de BVA para Orange, mitiga algo los da?os, pero sit¨²a al presidente en el 27,5%, dos puntos por detr¨¢s de Hollande en la primera vuelta, y a 12 (56%-44%) en la segunda.

Las estimaciones parecen confirmar lo que se ve a simple vista: que el inquilino del El¨ªseo no controla la campa?a, no solo en el contenido, donde no para de dar bandazos y de copiar ideas a sus adversarios que previamente hab¨ªa denigrado, sino tambi¨¦n en los gestos.

El pen¨²ltimo desastre ocurri¨® el domingo y fue revelado el mi¨¦rcoles por Le Canard Enchain¨¦. Antes de darse su gran ba?o de masas con los militantes de la UMP en el mitin de la plaza de la Concordia de Par¨ªs, en el que reclam¨® de forma dram¨¢tica la ayuda del ¡°pueblo¡± y la ¡°Francia silenciosa¡± para ganar estas ¡°elecciones hist¨®ricas¡±, el presidente almorz¨® en el lujoso hotel Crillon con un selecto grupo de ricos y famosos pertenecientes al ¡°primer c¨ªrculo¡± de la UMP, los millonarios que financian el partido.

El equipo de Sarkozy ha negado que la cita sirviera para recaudar fondos electorales, aunque la sospecha no se ha disipado y el desmentido no evita la sensaci¨®n de que la estrategia pol¨ªtica hace agua. Se trata de los mismos personajes -odiados por muchos franceses- que acompa?aron a Sarkozy en la fiesta de la noche electoral de 2007 en la cercana brasserie Fouquet¡¯s. Despu¨¦s de haber pedido perd¨®n por aquel error para presentarse como el ¡°candidato del pueblo¡±, Sarkozy vuelve a las andadas en el sal¨®n Maria Antoinette y en la suite m¨¢s cara del Crillon, que cuesta 9.500 euros al d¨ªa.

La cuenta, dice Le Canard, la pag¨® una pareja de dirigentes de la UMP, quienes aseguran que solo alquilaron la suite para celebrar su aniversario de boda.

La infeliz jornada dominical de Sarkozy dej¨® otra an¨¦cdota deliciosa. Al final del mitin, baj¨® a estrechar las manos del peuple que lo aclamaba. Nada m¨¢s empezar, se dio cuenta de que tanta cercan¨ªa no era prudente. Dio un paso atr¨¢s, y con un gesto r¨¢pido se guard¨® en el bolsillo el reloj Patek Philippe de 55.000 euros que le regal¨® el a?o pasado su esposa, Carla Bruni. Luego sigui¨® estrechando manos.

Hollande ironiz¨® en Lille sobre unas cosas y otras al afirmar que el quinquenio de Sarkozy ¡°se abri¨® en Fouquet¡¯s y termina en el Crillon¡±. El candidato socialista se mostr¨® m¨¢s agresivo que otras veces, y prometi¨® que responder¨¢ ¡°golpe por golpe¡± a Sarkozy entre las dos vueltas. El favorito trata de rebajar la impresi¨®n de que ya ha ganado, para movilizar a los suyos y evitar que su rival recobre aliento y salga como el m¨¢s votado de la primera vuelta.

Las encuestas son en realidad menos halag¨¹e?as para los socialistas de lo que parecen, porque una gran masa de ciudadanos se siente muy lejos de la campa?a y los estudios predicen que la abstenci¨®n crecer¨¢. Una cuarta parte de los consultados en la encuesta de BFM TV afirma estar tentada de no votar, y hay un n¨²mero similar de indecisos.

Los socialistas temen adem¨¢s que las vacaciones escolares, el mal tiempo y el desencanto general bajen la participaci¨®n respecto a la primera vuelta de 2007, cuando acudi¨® a las urnas el 85% del censo. En todo caso, la esperanza de Hollande es que las encuestas publicadas hace cinco a?os a estas alturas de campa?a casi clavaron el resultado final de la segunda vuelta. Daban a Sarkozy el 52,2%, y gan¨® con el 53%.