El voto se convierte en un castigo
Los franceses se muestran poco fieles a sus representantes pol¨ªticos, nada creyentes en la ideolog¨ªa y llenos de dudas sobre su decisi¨®n en las urnas
Un 23% de abstencionistas potenciales y un 20% de indecisos. A dos d¨ªas del voto, los franceses parecen seguir con bastante menos pasi¨®n y convicci¨®n que sus paisanos europeos las elecciones presidenciales. Mientras ah¨ª fuera media Europa toma partido y conf¨ªa en que el pr¨®ximo 6 de mayo Francia emitir¨¢ un mandato claro a un presidente que sea capaz de decir algo m¨¢s que ¡°s¨ª se?or¡± a Alemania, las encuestas y polit¨®logos anotan un aumento de la desafecci¨®n y de las dudas entre los electores, y se?alan que a los franceses les importan bastante menos los programas de sus candidatos que la antipat¨ªa (o el odio) que les genera el adversario.
Un reciente sondeo de CSA indica que la mayor¨ªa de votantes tomar¨¢ su decisi¨®n final no tanto porque se identifiquen con su candidato, sino sobre todo porque no soportan a otro. A la pregunta de por qu¨¦ piensan votar a Hollande o a Sarkozy en el balotaje, solo el 38% de los hollandistas dice que lo har¨¢ porque le gusta, frente al 60% que reconoce que lo har¨¢ para que no gane Sarkozy. Y en el otro campo, la tasa de entusiasmo que suscita el l¨ªder es muy parecida: el 41% de los conservadores votar¨¢n por convicci¨®n a Sarkozy, el 57% por fastidiar a Hollande.
Otro dato llamativo es que casi uno de cada dos electores, el 48%, ha cambiado de idea respecto a su propio voto (una o m¨¢s veces) en los ¨²ltimos siete meses, seg¨²n ha detectado el estudio Pr¨¦sidoscopie 2012, realizado por el lnstituto Ipsos y Logica Business Consulting para el Centre d'?tudes Politiques de Sciences Po (Cevipof), la Fondapol, la Fundaci¨®n Jean Jaur¨¨s y Le Monde.
Basado en entrevistas ¡°cualitativas¡± a una muestra de m¨¢s de 4.000 personas realizadas desde noviembre pasado, la investigaci¨®n concluye que el cuerpo electoral franc¨¦s est¨¢ partido en dos: un 52% de votantes permanentes, fieles, y un 48% de ¡°changeurs¡±, indecisos que se dividen en dos tipos: el que no sabe si votar o abstenerse, y el que cambia de candidato sobre la marcha.
Esa mitad del electorado infiel y libre de ataduras decide sobre todo por ¡°la imagen¡± de los candidatos, sin entrar en grandes disquisiciones ideol¨®gicas o analizar a fondo los proyectos. Viscerales e indiferentes a la vez, pura paradoja, seg¨²n explica el director de la Fundaci¨®n Jean Jaur¨¦s, Gilles Finchelstein, ¡°confirman de una forma espectacular que la fidelidad partidista ya no es lo que fue¡±.
Los esc¨¦pticos pertenecen sobre todo a tres grupos sociales: los menores de 35 a?os, los que cobran menos de 2.000 euros al mes y los que se declaran de centro. Pero Pascal Perrinaud, director del Cevipol, ha explicado que las variables pol¨ªticas son m¨¢s importantes que las sociales o demogr¨¢ficas entre los indecisos, porque son los centristas (59%), los verdes (70%), los ¡°ninistas¡± ¡ªni de derechas ni de izquierdas¡ª (65%) y los abstencionistas de 2007 (69%) quienes m¨¢s dudan. Su resumen es que ¡°el voto es cada vez m¨¢s fr¨¢gil, m¨¢s reversible, menos s¨®lido, y que las elecciones son cada vez m¨¢s unas deselecciones: el que salga elegido sale ya usado¡±.
El estudio ha revelado tambi¨¦n grandes movimientos de intenci¨®n de voto asociados a los vaivenes de la actualidad: Sarkozy rob¨® en marzo muchos apoyos a Marine Le Pen y a Fran?ois Bayrou porque impresion¨® con su gesti¨®n de los atentados de Toulouse y Montauban. Pero tambi¨¦n hay muchos votantes estrategas: en esa misma ¨¦poca muchos que optaban por el voto ¨²til a Fran?ois Hollande en la primera vuelta decidieron pasar a Jean-Luc M¨¦lenchon al ver que el riesgo de que el socialista no llegara a la segunda vuelta estaba conjurado. Esta tendencia se ha ido difuminando, y al final de la campa?a las curvas de los dos grandes favoritos han vuelto a cruzarse. Hollande parte con ventaja, pero con un 20% de vol¨¢tiles har¨ªa mal en pensar que tiene la victoria en el bolsillo.
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