Choque de trenes entre Merkel y Hollande
La cumbre informal sobre el crecimiento profundiza las divisiones dentro de la UE El credo de la austeridad, encabezado por Alemania, se empieza a quebrar
A falta de un solo avance sustantivo en los dos focos de la crisis europea ¡ªGrecia y Espa?a, que flirtean peligrosamente con el desastre¡ª, hubo concesiones para Francia en el besamanos europeo de Fran?ois Hollande. La Uni¨®n Europea ha permitido una peque?a conquista al nuevo presidente de Francia en su estreno europeo: los socios pondr¨¢n en marcha en la pr¨®xima cumbre, a finales de junio, un programa ¡ªa largo plazo, eso s¨ª¡ª para estudiar la mutualizaci¨®n de la deuda p¨²blica europea. Y habr¨¢ medidas para estimular el crecimiento.
Francia gan¨® el asalto en la cumbre informal de anoche en Bruselas. Una nueva ret¨®rica empieza a imponerse ¡ªal menos a los puntos¡ª con la vista puesta en sacudir los cimientos de la respuesta europea a una crisis que mantiene entre la espada y la pared a Grecia y Espa?a.
Ante la previsible negativa de Alemania, los mercados dictaminaron el fracaso de la cumbre horas antes de que los l¨ªderes europeos probaran el primer bocado en la cena informal que sirvi¨® como puesta de largo de Hollande. Esa querencia por el fracaso es antigua. Y en cierta manera arbitraria: ayer no era d¨ªa de acuerdos, a pesar de las tensiones en los mercados, sino la ocasi¨®n de que los l¨ªderes expusieran sus ideas de cara a la reuni¨®n de junio y ante las consecuencias de la austeridad a rajatabla con denominaci¨®n de origen alemana.
La peculiar trampa que Europa se ha impuesto a s¨ª misma se deja sentir sobre la econom¨ªa (doble recesi¨®n, paro en niveles de depresi¨®n, desasosiego en los mercados) e incluso sobre la pol¨ªtica (ascenso de los extremismos, peligro de fractura del euro). La cumbre ten¨ªa que servir para explorar los l¨ªmites sin tab¨²es, no para aprobar medidas. Y los l¨ªmites, en medio de una crisis desmesurada, los impone el m¨¢s fuerte.
La canciller alemana, Angela Merkel, admiti¨® que los eurobonos protagonizaron el enfrentamiento m¨¢s sonado de la noche entre Francia y Alemania. ¡°Ha habido una discusi¨®n muy detallada¡±, asegur¨® la canciller, acerca de la mutualizaci¨®n de la deuda.
Frente a la negativa categ¨®rica alemana, que ni siquiera quer¨ªa abrir ese debate, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, explic¨® que ese proyecto estar¨¢ presente en la cumbre de finales de junio: ¡°Nadie pide una introducci¨®n inmediata, eso lleva tiempo y hay que ver sus repercusiones jur¨ªdicas, pero los eurobonos estar¨¢n dentro de un plan a largo plazo que se iniciar¨¢ en la pr¨®xima cumbre para complementar la Uni¨®n Monetaria y fortalecer la uni¨®n econ¨®mica¡±.
Entre las propuestas para fortalecer la Uni¨®n hay varias de ra¨ªz francesa e italiana: una supervisi¨®n bancaria m¨¢s integrada y un r¨¦gimen com¨²n de garant¨ªa de dep¨®sitos. Es decir, el germen de una uni¨®n bancaria.
Hollande no se dej¨® llevar en su primera comparecencia ante los medios en Bruselas. ¡°Alemania piensa que los eurobonos son un punto de llegada, y Francia cree que son un punto de partida. Seguiremos discutiendo¡±, dijo. Pero dej¨® claro que su propuesta se abre paso, a pesar de que junto con Alemania hay varios pa¨ªses radicalmente en contra: ¡°Los eurobonos no son para mutualizar la deuda del pasado, pero pueden servir para lograr financiaci¨®n en mejores condiciones: Alemania est¨¢ pagando un inter¨¦s del 0% y Espa?a financia su deuda al 6%¡±, dijo Hollande. ¡°Con los eurobonos se podr¨ªa financiar a coste m¨¢s bajo¡±, a?adi¨® el presidente franc¨¦s, informa Ricardo Mart¨ªnez de Rituerto.
En fin: habr¨¢ eurobonos, o al menos un proyecto que incluir¨¢ ese tipo de productos, pero a largo plazo. Europa se ha especializado en los ¨²ltimos dos a?os y medio, a trav¨¦s de un reguero de cumbres (18 desde que arranc¨® la crisis fiscal griega), en activar acuerdos de este tipo, que acaban aguados o sencillamente desaparecidos: o no se materializan, o est¨¢n pendientes de detalles, o se rectifican, o se aprueban y no se vuelve a hablar de ellos. Por eso el presidente del Gobierno espa?ol, Mariano Rajoy, plante¨® la posibilidad de una intervenci¨®n del BCE: solo el Eurobanco tiene credibilidad en los mercados porque sus acciones implican algo m¨¢s que palabras. Pero no consigui¨® un compromiso expl¨ªcito del BCE, ni una presi¨®n un¨¢nime sobre su presidente, Mario Draghi.
A m¨¢s corto plazo, los socios aclararon en qu¨¦ consistir¨¢n las medidas para estimular el crecimiento. Merkel destac¨® los tres ¨¢mbitos que se debatieron durante la cumbre: la necesidad de continuar con las reformas estructurales (¨¢mbito en el que incluy¨® la sacrosanta austeridad), el impulso a la movilidad laboral, y ¡ªaqu¨ª llega la novedad¡ª un mayor chorro inversor a trav¨¦s del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para aumentar las posibilidades de que los j¨®venes griegos, portugueses, espa?oles e italianos encuentren un empleo, adem¨¢s de financiar proyectos de infraestructuras, energ¨ªa e I+D, informa Luis Doncel.
El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, explic¨® que el BEI ha recibido un mandato que consiste en una ampliaci¨®n de capital de unos 10.000 millones de euros, con los que podr¨ªa movilizar hasta 150.000 millones junto con el sector privado. Adem¨¢s, usar¨¢ los fondos estructurales como palanca para las inversiones.
Junto con Espa?a, Grecia fue el otro foco candente en la reuni¨®n. Nada nuevo bajo el sol: Barroso y Van Rompuy explicaron que la Uni¨®n quiere que Grecia siga formando parte de la familia. Anunciaron el env¨ªo de fondos estructurales para impulsar el crecimiento e informaron de los 150.000 millones que ha recibido ya Atenas de la Uni¨®n y el Fondo Monetario Internacional.
Grecia quiere renegociar las condiciones del acuerdo por el que debe aplicarse una cura de austeridad, en funci¨®n de los resultados electorales de mediados de junio. La Uni¨®n no transige. Los fondos aprobados y los est¨ªmulos solo llegar¨¢n si los griegos forman un Gobierno que respete los acuerdos firmados.
Tampoco con Espa?a hay novedades. Rajoy rechaza, al menos ¡°a d¨ªa de hoy¡±, que la banca espa?ola tenga que acudir al fondo europeo de rescate para recapitalizarse, como ha sugerido Hollande. Admitirlo supondr¨ªa reconocer que su agujero es mayor de lo que parec¨ªa. Rajoy ha encargado a dos auditores externos un examen de la situaci¨®n del sistema financiero espa?ol para despejar las dudas sobre su solvencia. Pero cada vez m¨¢s voces en Bruselas instan a Espa?a a pedir el dinero, aunque por una v¨ªa alternativa: permitir al fondo de rescate que inyecte dinero en los bancos directamente, sin que Madrid lo solicite, permitir¨ªa al Gobierno espa?ol salvar la cara.
Una vez m¨¢s, Alemania se niega. Hace falta un acuerdo pol¨ªtico. Para cuando llegue, quiz¨¢ sea tarde: la pol¨ªtica, una vez m¨¢s, como coche escoba de las ideas econ¨®micas.
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