En busca de un adi¨®s a las armas en el C¨¢ucaso
?C¨®mo hacer para que quienes se han echado al monte en C¨¢ucaso ruso abandonen las armas y se reintegren a la sociedad? ?C¨®mo evitar que las filas de los guerrilleros sigan nutri¨¦ndose de j¨®venes dispuestos a matar y a morir? ?C¨®mo garantizar a quienes renuncian a la violencia que no van a ser v¨ªctimas de los abusos de los ¨®rganos de orden p¨²blico o de una venganza de sus antiguos camaradas? Estas fueron algunas de las cuestiones que se plantearon el martes 10 de julio en el debate celebrado por el Consejo de Desarrollo de la Sociedad Civil y Derechos Humanos del Presidente de Rusia (CDSCDH), que dirige Mija¨ªl Fed¨®tov.
El objeto del debate, arbitrado por Svetlana G¨¢nnushkina, la presidenta de la organizaci¨®n Ayuda C¨ªvica, era la propuesta de crear una ¡°Comisi¨®n Federal para ayudar a la adaptaci¨®n a la vida pac¨ªfica de las personas que decidieron abandonar las actividades terroristas y extremistas¡±. La iniciativa supondr¨ªa formalizar a nivel estatal las experiencias de varias regiones del C¨¢ucaso que desde 2010 han creado sus comisiones locales para reintegrar o ¡°adaptar¡± a la sociedad a quienes deciden abandonar las armas. Las comisiones en cuesti¨®n, en sus distintas variaciones, parten del reconocimiento de que la represi¨®n y la violencia no solucionan el problema del terrorismo y ofrecen un cauce de reinserci¨®n mediante garant¨ªas de una aplicaci¨®n justa de la ley, por decirlo de otra manera, garant¨ªas dadas por personas socialmente respetadas contra la tortura y la arbitrariedad de los llamados ¡°silovik¨ª¡± (cuerpos de seguridad e interior) y el aparato de Justicia. Pese a que en 2011 se logr¨® un ¡°significativo descenso de la actividad de los guerrilleros y menguaron las bajas entre los funcionarios de las fuerzas del orden p¨²blico y la poblaci¨®n civil¡±, la clandestinidad armada conserva una ¡°gran capacidad de combate¡± gracias a la ¡°actividad de reclutamiento¡±, se?ala una nota preparada por los organizadores del debate.¡±Las ideas del islamismo radical cada vez tienen m¨¢s partidarios entre los j¨®venes¡±, ¡°las mujeres son a menudo parte activa de los conflictos armados¡± y en la ¡°sociedad aumenta la tensi¨®n provocada por las actividades de los guerrilleros y las burdas violaciones de los derechos humanos de las fuerzas del orden p¨²blico¡±, sentenciaba.
Comisiones de "adaptaci¨®n" se formaron en Daguest¨¢n en noviembre de 2010, en Ingushetia en 2011, y este a?o, en Kabardino-Balkaria y Karach¨¢evo-Cherkessia. Los resultados, modestos, se cuentan por decenas de rescatados, pero seg¨²n el CDSCDH entre ellos hay ¡°guerrilleros reales¡± que est¨¢n dispuestos a arrepentirse y a indicar el emplazamiento de escondrijos de armas y a denunciar delitos en preparaci¨®n.
En Daguest¨¢n, donde seg¨²n fuentes policiales hay 300 personas que luchan en la clandestinidad, 37 personas recurrieron a la ¡°comisi¨®n de adaptaci¨®n¡± en un a?o y medio y 32 peticiones fueron satisfechas. Los ¨®rganos del orden p¨²blico parecen dispuestos a considerar las f¨®rmulas de ¡°soft power¡± sin renunciar a sus prerrogativas. En una reciente sesi¨®n del Comit¨¦ Nacional Antiterrorista (CNA) en Majachkal¨¢, el director del Servicio Federal de Seguridad, Aleksandr B¨®rtnikov, dijo que ¡°no es posible parar los procesos destructivos en el C¨¢ucaso s¨®lo con las instituciones de fuerza¡±. Esta constataci¨®n no significa que los ¡°silovik¨ª" se vayan a convertir en unas damas de la caridad dispuestas a guiar por el buen camino a los antiguos guerrilleros.
Para empezar, los ¡°silovik¨ª¡± se niegan a reconocer que ellos mismos violan la ley en su forma de combatir el extremismo y el terrorismo en el C¨¢ucaso y es m¨¢s, que incluso generan esos fen¨®menos, como manifest¨® una representante del comit¨¦ de madres de Kabardino-Balkaria. ¡°?Por qu¨¦ las madres deben dirigirse a sus hijos, a quienes los ¨®rganos de orden p¨²blico forzaron a marcharse (a la guerrilla), y que ahora les disparan? ?Por qu¨¦ deben creerles, si saben y ven c¨®mo discurre el proceso de los que est¨¢n encarcelados por los acontecimientos del 13 de octubre de 2005 en una c¨¢rcel peor que Guant¨¢namo?¡±, manifest¨® Hazifat Kans¨¢eva, refiri¨¦ndose a los procesados y encarcelados por la violenta incursi¨®n armada en la ciudad de N¨¢lchik. En Kabardino-Balkaria, dijo, ¡°no hay ninguna lucha contra el terrorismo¡±. ¡°Lo que hay es una verdadera guerra civil. Por un lado los musulmanes y por otro, los ¨®rganos del orden p¨²blico¡±. La radicalizaci¨®n de posiciones en Kabardino-Balkaria es una de las causas por la cual los ¨®rganos de orden p¨²blico se resisten a formar parte de la comisi¨®n de adaptaci¨®n en aquel territorio, lo que no ocurre en las otras regiones.
Rizv¨¢n Kurb¨¢nov, presidente de la comisi¨®n de Daguest¨¢n, cit¨® varios casos de reintegraci¨®n, entre ellos un j¨®ven refugiado en B¨¦lgica, el hijo de un dignatario isl¨¢mico de Rostov, y cuatro chicos llegados de Kazajist¨¢n para hacer la Guerra Santa en el C¨¢ucaso. Seg¨²n Kurb¨¢nov, los casos de mujeres utilizadas para el terrorismo se han hecho m¨¢s frecuentes, y no s¨®lo en las comunidades del C¨¢ucaso, sino entre mujeres de otras zonas. ¡°Tenemos que acabar con esos ¡°torpedos¡± que vienen a matarse para ir al para¨ªso¡±, se?al¨®. El representante de la comisi¨®n de Ingushetia, Ajmed Kot¨ªev, calcul¨® en 500 las personas sobre las que pesa la orden de b¨²squeda y captura. Las cifras de los clandestinos se mantienen estables gracias al relevo de quienes son apresados, muertos o abandonan la violencia. El periodista y experto en C¨¢ucaso, Maksim Shevchenko, adivirti¨® que los que bajan del monte no son s¨®lo j¨®venes enga?ados y se refiri¨® a las desigualdades que alimentan el terrorismo, como el contraste entre las cl¨ªnicas desvencijadas y sin medicamentos de Daguest¨¢n y los coches y villas de lujo que pueden verse en la ruta entre Majashkal¨¢, la capital de aquel territorio, y la vetusta ciudad de Derbent.
Entre los datos mencionados por los asistentes: el 30% de los j¨®venes menores de 30 a?os de Daguest¨¢n no ha acabado estudios secundarios y la universidad petrolera de Chechenia licencia cada a?o a 3500 j¨®venes que no pueden aspirar a encontrar trabajo. Entre los modelos de integraci¨®n aludidos: Irlanda del Norte y Colombia.
No encontr¨® eco positivo el ejemplo de Chechenia, donde seg¨²n Shevchenko, Ramz¨¢n Kad¨ªrov habr¨ªa ¡°salvado miles de vidas¡± al conseguir que los guerrilleros abandonaran el monte. Sin embargo, Kad¨ªrov rescat¨® a los que estaban en el bosque para integrarlos en sus propias filas y ponerlos a su servicio, lo que ¡°no fue una reconciliaci¨®n¡±, argument¨® Alexandr Cherk¨¢sov de Memorial.
Ab¨¢s Keb¨¦dov, de Daguest¨¢n, comparti¨® su temor a no poder responder del destino de quienes conf¨ªen en ¨¦l para salir de la clandestinidad, cont¨® que el polic¨ªa de su barrio se hab¨ªa jactado de ¡°poder encontrar un carro blindado en mi huerto, si quiere¡±, e insisti¨® en que la ¡°adaptaci¨®n¡± es necesaria tambi¨¦n por parte de los ¡°silovik¨ª¡±. Gadzhi Maj¨¢chev, vicepresidente del Gobierno de Daguest¨¢n, se refiri¨® a los abusos de los ¡°siloviki¡± , tales como la costumbre de no capturar a gente viva en sus operaciones antiterroristas, critic¨® al ministerio de Defensa por minimizar el n¨²mero de reclutas del C¨¢ucaso y denunci¨® la penalizaci¨®n del ¡°wahabismo¡± en Daguest¨¢n, pese a no existir ese concepto en el C¨®digo Penal de Rusia.
En nombre del Comit¨¦ Nacional Antiterrorista (CNA), Andr¨¦i Przhedomski consider¨® ¡°improcedente¡± la creaci¨®n la ¡°comisi¨®n federal¡±. El funcionario subray¨® que la mayor¨ªa de los que se quieren acoger hoy a la adaptaci¨®n o bien fueron capturados o bien est¨¢n en la c¨¢rcel e invit¨® a los defensores de derechos humanos a concentrarse en la prevenci¨®n del terrorismo, cuyas filas, seg¨²n dijo, contin¨²an increment¨¢ndose.
Por su parte, Aleks¨¦i Istomin, del Comit¨¦ de Investigaci¨®n (CI), defendi¨® el car¨¢cter prioritario del castigo y se opuso a que se forme una comisi¨®n que quiera ¡°ir por las c¨¢rceles y dictar sus reglas¡±. Pese a la resistencia del CNA y el CI, G¨¢nnushkina se mostr¨® convencida de que la integraci¨®n es el ¨²nico camino para la paz y anunci¨® que crea un grupo de trabajo para analizar la legislaci¨®n rusa con el fin de ver c¨®mo puede organizarse el proceso.fin
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