Assange pide a Obama que renuncie a la ¡°caza de brujas¡± contra Wikileaks
El australiano ensalza el "coraje de las naciones latinoamericanas" en su defensa
¡°El mundo est¨¢ mirando porque vosotros est¨¢is mirando¡±, proclam¨® ayer un envalentonado Julian Assange desde el balc¨®n de la Embajada de Ecuador en Londres, donde lleva enclaustrado dos meses, en una suerte de mitin dominado por un ¨²nico mensaje: ¡°Pido al presidente Obama que haga lo correcto y que ponga fin a la caza de brujas contra Wikileaks¡±. El fundador de esta plataforma, responsable de la difusi¨®n de miles de cables diplom¨¢ticos y militares de Estados Unidos, no traspas¨® en ning¨²n momento la delimitaci¨®n del recinto de la legaci¨®n, ante el riesgo de ser detenido por miembros del desmesurado despliegue policial que acompa?¨® su primera comparecencia p¨²blica desde que opt¨® por refugiarse en la sede.
En el interior de la embajada le acompa?aba su flamante abogado, el inhabilitado juez espa?ol Baltasar Garz¨®n, quien poco antes desminti¨® ante la multitud de medios de comunicaci¨®n la inminencia de una salida negociada para el conflicto diplom¨¢tico y pol¨ªtico que ha provocado la concesi¨®n por Ecuador del estatuto de asilado a su representado.
¡°No hay negociaci¨®n¡ que yo sepa¡±, respondi¨® Garz¨®n ante las especulaciones sobre un acuerdo con Suecia que posibilitar¨ªa la extradici¨®n de Assange al pa¨ªs n¨®rdico, siempre que se le garantice que no ser¨¢ renviado a EE UU, en cuyo supuesto teme por su integridad f¨ªsica.
El hombre de 41 a?os que pasadas las 14.20 en Londres (una hora m¨¢s en Espa?a) tom¨® los micr¨®fonos habilitados en el estrecho balc¨®n del edificio victoriano no denot¨® en ning¨²n momento el des¨¢nimo que, seg¨²n algunos de los allegados que han podido reunirse con ¨¦l, empezaba a hacer estragos despu¨¦s de nueve semanas de encierro voluntario. Pulcramente ataviado con una camisa azul claro y corbata granate -con la habitual mata de pelo gris bastante rasurada-, convirti¨® su discurso en un canto a la libertad de expresi¨®n, que considera amenazada "en el mundo actual". Cit¨® a las tres integrantes del grupo de punk ruso Pussy Riot y su condena a dos a?os de c¨¢rcel para hacer una analog¨ªa y llevar el agua a su molino: "Mientras Wikileaks est¨¦ bajo amenaza, tambi¨¦n los estar¨¢n la libertad de expresi¨®n y la salud de todas nuestras sociedades".
Los seguidores de su causa que se personaron en el barrio de Knightsbridge para jalonarle estallaron en el delirio cuando Assange calific¨® de "h¨¦roe" al joven soldado estadounidense Bradley Manning, que permanece detenido en un centro militar de Virgina, sin perspectiva de juicio, por haber participado en la filtraci¨®n de los cables de Wikileaks.
El n¨²mero 3 de la calle Hans Crescent, sede de la embajada ecuatoriana en una zona residencial y generalmente muy tranquila a pesar de la proximidad de la proximidad de los almacenes Harrods, adquiri¨® ayer un ambiente circense y algo ca¨®tico con Julian Assange como protagonista. Parapetado por una gran bandera y el escudo de Ecuador, compareci¨® ante los centenares de periodistas, polic¨ªas metropolitanos y portadores de pancartas en su defensa con m¨¢s de veinte minutos de retraso respecto a la hora anunciada. Y ello a pesar de los escasos entretenimientos de los que dispone en la legaci¨®n desde que el pasado 19 de junio decidi¨® violar los t¨¦rminos de su libertad condicional en el Reino Unido y convertirla en su h¨¢bitat indefinido. Ayer dedic¨® palabras cari?osas a la "hospitalidad" del personal de la sede, forzado a habilitarle una sencilla oficina como habitaci¨®n en la que se asea, come y duerme desde hace dos meses, y sobre todo al presidente Rafael Correa y a su ministro de Asuntos Exteriores, Ricardo Pati?o, que asumieron la "valent¨ªa" de reconocerle la condici¨®n de asilado pol¨ªtico
![Julian Assange y Baltasar Garz¨®n durante su reuni¨®n en la embajada ecuatoriana.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/OUCVLWQ7AIXKS2AYNMYORJ7GLA.jpg?auth=b8590f8714adb76b8c8dfdba98b22fd4179ad66e627a1f5bca5648190ca20efe&width=414)
Especialmente encendido despu¨¦s de agradecer su apoyo a los pa¨ªses latinoamericanos que se reunieron el pasado viernes para hacer frente com¨²n junto a Correa (los enumer¨® casi a todos, empezando por Argentina), Assange se pregunt¨® en alto si Estados Unidos "regresar¨¢ a aquellos valores revolucionarios sobre los que fue fundado". Tambi¨¦n dedic¨® unas palabras a su familia australiana, a la que prometi¨®: "nos reuniremos pronto". Las declaraciones previas de Garz¨®n no permiten avalar esa impresi¨®n, puesto que el mismo abogado confirm¨® la nula disponibilidad negociadora de Suecia, cuya justicia reclama a Assange para interrogarle sobre cuatro presuntos delitos sexuales.
Nada ha cambiado en estos ¨²ltimos d¨ªas¡±, reconoci¨® Garz¨®n a este diario, en contra de las informaciones de la prensa brit¨¢nica sobre un supuesto acuerdo con Estocolmo para desatascar la situaci¨®n. Matiz¨®, sin embargo: ¡°Nuestro papel no es negociar¡±, en alusi¨®n a las crisis a tres bandas que implica a los Gobiernos de Ecuador, el Reino Unido y Suecia. Despu¨¦s de haber advertido por escrito que pod¨ªa retirarle a la Embajada ecuatoriana su inviolabilidad para capturar a Assange, el Foreign Office ha recobrado el pulso diplom¨¢tico y auspicia una negociaci¨®n razonable. Pero las autoridades suecas no parecen proclives a confirmar p¨²blicamente unas garant¨ªas ¡ªnegar la extradici¨®n de alguien que pudiera ser condenado a muerte¡ª porque considera que su adhesi¨®n a la legislaci¨®n europea en la materia ya las establece.
Mientras Garz¨®n esgrime la carta de apelar a la Corte Internacional de Justicia de la Haya, el creador de Wikileaks ha conseguido recabar una atenci¨®n internacional que hab¨ªa languidecido en los ¨²ltimos meses. Justo dos meses despu¨¦s de su entrada en la sede ecuatoriana sin esperanzas de pronta salida, ayer ejerci¨® de director de un espect¨¢culo medi¨¢tico que le ha permitido recuperar el tono de cara a la ¡°larga batalla¡± que sabe que le espera.
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