El Gobierno tunecino promete una ¡°limpieza profunda¡± del extremismo
Detenido el l¨ªder de un grupo salafista tras el asalto a la Embajada de EE UU
El Gobierno islamista moderado de Ennahda, salido de las elecciones de octubre, ha arremetido con inusual dureza contra los salafistas, la corriente m¨¢s ortodoxa del islam. Los ataques del viernes a la Embajada de EE UU y a la escuela estadounidense parecen haber colmado la capacidad de aguante de?Ennahda con los radicales isl¨¢micos, algo que le reclama buena parte de la sociedad tunecina. ¡°Vamos a hacer una limpieza profunda de todos los extremistas, incluidos los salafistas¡±, ha declarado el secretario de Estado de Exteriores, H¨¦di Ben Abb¨¨s.
Mohamed Bajti, jefe de uno de los grupos integrados en la corriente salafista, se encuentra entre el centenar de detenidos por la polic¨ªa tunecina. ¡°Tenemos pruebas suficientes para arrestarle y llevarle ante la justicia¡±, ha afirmado Ben Abb¨¨s durante una entrevista en la escuela de EE UU, adonde ha acudido junto con otras autoridades para expresar su repulsa por los hechos. El edificio fue incendiado por la turba y operarios del Ayuntamiento colaboran en la retirada de escombros.
Al parecer, Bajti se encontraba entre las primeras filas de la manifestaci¨®n del viernes pero ¡°se esfum¨®¡± cuando los salafistas perdieron el control de la protesta por la entrada de ella de otros elementos. En los enfrentamientos con la polic¨ªa hubo cuatro muertos y decenas de heridos.
¡°T¨²nez no va a ser refugio del terrorismo internacional¡±, ha dicho Ben Abb¨¨s, haci¨¦ndose eco del compromiso adoptado en la noche del s¨¢bado por las m¨¢s altas autoridades del Estado reunidas en Cartago, al norte de T¨²nez capital, para evaluar la situaci¨®n.
¡°Hasta ahora hemos aceptado la libre expresi¨®n de todos los tunecinos, pero esto es el final de los grupos extremistas. No vamos a tolerar que nadie ponga en riesgo el pacifismo tradicional de T¨²nez¡±, ha a?adido. Ben Abb¨¨s es uno de los fundadores del Congreso para la Rep¨²blica (CPR), el partido que lidera el jefe del Estado provisional Moncef Marzuki.
El CPR fue el segundo partido m¨¢s votado en las primeras elecciones libres de T¨²nez tras la revoluci¨®n del jazm¨ªn que acab¨®, en enero de 2011, con el dictador Zine el Abidin Ben Ali. El centrista CPR obtuvo 29 diputados, tras los 89 de Ennahda, en una c¨¢mara de 217 esca?os.
Allan Bredy, de 55 a?os y director de la escuela de EE UU ¡ªcon 640 alumnos¡ª, afirma que ¡°hab¨ªa sido advertido de que se planeaba una manifestaci¨®n¡±, por lo que orden¨® la salida de todos los estudiantes a las 12.30 de la ma?ana (una hora m¨¢s en la Espa?a peninsular). Poco despu¨¦s, comenz¨® la protesta ante la Embajada norteamericana. La sede diplom¨¢tica est¨¢ rodeada por un canal para dificultar los ataques con coches bomba, pero los manifestantes lograron acceder saltando una verja lateral a la zona de aparcamiento. A¨²n pueden verse las carcasas de los coches incendiados.
Frente a ese costado de la Embajada, al otro lado de la autopista, se encuentra la escuela norteamericana. Su director sostiene que el ataque ¡°estaba planeado, porque los primeros que llegaron rompieron las c¨¢maras de v¨ªdeo y reventaron la oficina encargada del control de seguridad¡±. Seg¨²n Bredy, en el ataque participaron dos grupos diferenciados: ¡°Los barbudos, que incendiaron y actuaron con una motivaci¨®n pol¨ªtica, y la gente del vecindario que, ante el tumulto, penetr¨® en la escuela por la parte de atr¨¢s para saquearlo todo¡±.
Bredy, que lleva tres a?os en T¨²nez, no quiere comentar la decisi¨®n del Departamento de Estado de EE UU de retirar de T¨²nez a las familias de los diplom¨¢ticos y al personal que no sea imprescindible. ¡°Ellos tienen sus propias reglas¡±, dice. Por el contrario, ¡°la resoluci¨®n mostrada por el Gobierno tunecino¡± en los dos ¨²ltimos d¨ªas han llevado a Bredy a creer que ¡°lo peor ha pasado. La tragedia les ha dado firmeza¡±.
Sin embargo, la rabia antiamericana desatada por la pel¨ªcula Inocencia de los musulmanes, la burda s¨¢tira del profeta Mahoma que ha incendiado todo el mundo musulm¨¢n y asestado otro duro golpe a la imagen de EE UU, sigue movilizando a tunecinos. Hoy, en la segunda ciudad del pa¨ªs, Sfax, una marcha de protesta ha recorrido las principales avenidas gritando consignas contra Washington. Bredy lamenta que ese filme ¡°ofensiva y provocador haya conseguido su objetivo destructor¡±.
Pero en las calles de la capital tunecina no se percibe ning¨²n odio occidental. Por el contrario, los turistas, en su mayor¨ªa europeos, disfrutan del sol de septiembre en las terrazas casi vac¨ªas de los caf¨¦s y restaurantes, claramente azotados por la crisis econ¨®mica y el desempleo que alimentan el fanatismo.
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