El coraz¨®n industrial de EE UU se inclina por Obama
La planta de Lordstown, en Ohio, qued¨® salvada por el rescate automovil¨ªstico de 2009
Hace cuatro a?os, Lordstown vio el abismo. Esta localidad de Ohio se sustenta en un complejo automovil¨ªstico de General Motors que a finales de 2008 parec¨ªa condenado a desaparecer. Son dos plantas, con 4.500 empleados, de las que dependen esta localidad y las de alrededor. Ahora, en temporada electoral, los trabajadores no olvidan. Fue Barack Obama quien autoriz¨® un rescate de 50.000 millones de d¨®lares a su empresa, y eso les permite seguir llevando el pan a la mesa. Y fue Mitt Romney quien dijo que deber¨ªa quebrar a solas, destruirse y reinventarse. El resultado: aqu¨ª en Ohio el presidente va 10 puntos por delante en las encuestas. Ohio, coraz¨®n industrial del Medio Oeste, es crucial para llegar a la Casa Blanca.
No hace falta preguntarles a los empleados de Lordstown por qui¨¦n van a votar el 6 de noviembre. Ellos mismos lo cuentan, inmediatamente. En estas elecciones tienen dos opciones muy claras: alguien que les ayud¨® y alguien que, seg¨²n entienden, les quiso empujar al precipicio. ¡°Mitt Romney se equivoc¨® de una forma muy triste¡±, asegura Glenn Johnson, de 54 a?os, empleado en una de las plantas y presidente de la secci¨®n local 1112 del sindicato United Auto Workers. ¡°?Va 10 puntos por detr¨¢s? Deber¨ªa ir 20. Con lo de dejar que quebraran las empresas automotrices quiso ayudar al 1% que m¨¢s dinero gana, y que sufri¨¦ramos el 99% restante¡±.
La primera planta de montaje de Lordstown abri¨® en 1966, y fue un basti¨®n del sindicalismo. En los a?os 70, las disputas entre General Motors y los sindicatos fueron agrias, las huelgas frecuentes. Miles de modelos fabricados aqu¨ª salieron da?ados de serie. Los diarios norteamericanos hablaron entonces del ¡°s¨ªndrome de Lordstown¡±, una beligerancia extrema de los sindicatos, alimentada por pobres condiciones de trabajo. Ese s¨ªndrome est¨¢ hoy curado. En 2007 y 2011 estos empleados aceptaron una serie de recortes en sus beneficios, a cambio de garant¨ªas de que mantendr¨¢n sus trabajos. Y hablan con orgullo del turismo que fabrican, el Chevrolet Cruze.
Uno de cada ocho empleos en Ohio depende de la industria del autom¨®vil. Hace cuatro a?os, uno de cada ocho asalariados sent¨ªa que su medio de vida tocaba a su fin. ¡°Fueron, seg¨²n recuerdo, los tiempos m¨¢s dif¨ªciles que muchos hemos vivido¡±, asegura David Green, de 22 a?os, que preside el sindicato local 1714, afiliado a la misma f¨¢brica. ¡°Y no s¨®lo somos nosotros. Esto alimenta a toda una regi¨®n. De este complejo dependen 350 empresas que nos venden las partes de los coches, y todas las tiendas de alrededor. Romney quiso que cayeran regiones enteras¡±.
En las pasadas elecciones, estos empleados ve¨ªan las ventas desplomadas, su empresa asfixiada. El condado donde se halla Lordstown vot¨® a favor de Obama, como Ohio y el Medio Oeste. Y luego, la amenaza de la desaparici¨®n. George Bush y Obama pactaron la ayuda gubernamental, y la nacionalizaci¨®n temporal. Y Romney, entonces alguien que hab¨ªa perdido las primarias republicanas, public¨® un art¨ªculo en el diario The New York Times en el que pidi¨® que el sector automovil¨ªstico cayera solo, seg¨²n las teor¨ªas de la destrucci¨®n creativa del libre mercado. Y a?adi¨®: ¡°Las empresas del siglo XXI no pueden perpetuar las destructivas relaciones laborales del siglo XX¡±.
Ese art¨ªculo bien puede costarle a Romney la presidencia. Esa destrucci¨®n que ped¨ªa, tiene nombres y apellidos. Armando Labra, de 45 a?os, tiene cinco hijos y comenz¨® a trabajar para General Motors en 1990. ¡°En un momento, pens¨¦ que perder¨ªa mi casa, que deber¨ªamos mudarnos a un lugar m¨¢s peque?o y vivir con el salario de mi esposa, que es maestra. Me quitaba el sue?o¡±, explica. ¡°Fue Obama quien tuvo el coraje de salvar la industria. Mucho hablan los republicanos del valor de las familias, pero lo que Romney pidi¨® supon¨ªa da?ar a muchas familias¡±.
Labra, como la mayor¨ªa de los empleados de Lordstown, fue despedido brevemente en 2009. General Motors cerr¨® sus plantas para aceptar los millones del gobierno y declararse en suspensi¨®n de pagos un mes. Este empleado tambi¨¦n perdi¨® sus ahorros, 40.000 d¨®lares en acciones que quedaron en papel mojado. Luego, Lorsdtown reabri¨®. En septiembre de 2010 comenz¨® a producir el Cruze, que en sus primeros meses fue un l¨ªder en el mercado norteamericano. Pronto, las dos plantas a?adieron turnos. Ahora est¨¢n en funcionamiento las 24 horas. Es todo un logro, despu¨¦s de aquellos tiempos tan duros, y una buena noticia para Obama.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.