¡°Si los Zetas no aguantaron, ninguna organizaci¨®n aguanta¡±
La muerte de ¡®El Lazca¡¯ es un hito en la lucha antidrogas de Felipe Calder¨®n
?C¨®mo afectar¨¢ la muerte de Heriberto Lazcano El Lazca, l¨ªder del sangriento cartel de los Zeta, a la guerra contra la droga en M¨¦xico? Quiz¨¢ no tanto como pudiera hacer creer la categor¨ªa del narcotraficante, el segundo m¨¢s buscado del pa¨ªs despu¨¦s del l¨ªder del cartel de Sinaloa, Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n. Samuel Gonz¨¢lez, extitular de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada de la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica (fiscal¨ªa), cree que el mapa del tr¨¢fico de drogas en M¨¦xico no tiene por qu¨¦ cambiar por una raz¨®n muy sencilla: porque los Zetas, el grupo que fund¨® y que comandaba El Lazca controla solamente entre un 15 y un 20% de los estupefacientes ilegales que circulan por el pa¨ªs hacia su destino final, principalmente Estados Unidos, mientras que su rival, el c¨¢rtel de Sinaloa se lleva el 70% del pastel.
Otra cosa, subraya Gonz¨¢lez, es el mapa de la violencia. ¡°Si los Zetas no logran tener el liderazgo necesario para seguir replicando sus m¨¦todos criminales puede haber un repunte inicial y luego una disminuci¨®n¡±, asegura. ¡°En principio puede generarse cierta anarqu¨ªa que haga aumentar los cr¨ªmenes, pero luego est¨¢ por ver que si el que sustituye a El Lazca es capaz de seguir replicando su estrategia, que es la m¨¢s sangrienta porque incorpora una metodolog¨ªa paramilitar¡±.
Gonz¨¢lez explica que el modelo ¡°zeta¡± de violencia es totalmente irracional, de control territorial. ¡°Ellos llegaban a una poblaci¨®n e identificaban a quien controlaba la droga, la prostituci¨®n o el robo de coches y los asesinaban. Y le dec¨ªan a sus subordinados: ¡®o trabajas para nosotros o mueres¡¯. Ellos no tienen problemas para las sustituciones, es un modelo jer¨¢rquico. Pero como el que invent¨® esto ya no est¨¢, habr¨¢ que ver si el que sigue podr¨¢ evolucionarlo, mejorarlo o si nadie va a lograrlo. Esas son las preguntas¡±, concluye.
Alejandro Hope, investigador del fen¨®meno del tr¨¢fico est¨¢ de acuerdo con que hay que distinguir entre los efectos a corto y a largo plazo. ¡°A corto plazo puede haber desorden del mercado y guerra entre los grupos por el control del tr¨¢fico¡±, asegura porque ¡°el problema con los delitos transaccionales es que la eliminaci¨®n de un jugador abre una oportunidad de negocio, algo que no pasa en el caso del secuestro o la extorsi¨®n¡±.
¡°Yo creo que es una vuelta de tuerca adicional al proceso vivido hace tiempo, nos movemos de una fase con grupos grandes e identificables, a una multiplicidad de bandas. Es uno de los ¨²ltimos eslabones de una secuencia que empez¨® hace un a?o. No s¨¦ si esto liquidar¨¢ a los Zetas, pero s¨ª s¨¦ que han entrado en una espiral de la que es dif¨ªcil salir¡±, asegura.
?C¨®mo podr¨ªa aprovechar este golpe el Gobierno mexicano? Hope remite a su blog, Plata o plomo que se publica en el portal de informaci¨®n Animal Pol¨ªtico: ¡°Bien utilizado y bien comunicado, el desmantelamiento de los Zetas podr¨ªa servir de palanca de disuasi¨®n para los dem¨¢s grupos. La banda m¨¢s peligrosa y m¨¢s sofisticada t¨¢cticamente que jam¨¢s haya existido en el submundo criminal mexicano no pudo resistir un embate sostenido y concentrado del Estado. Si los Zetas no aguantaron, ninguna otra organizaci¨®n aguanta. Ese mensaje hay que transmitirlo, claro y sin interferencias, al resto de las organizaciones¡±.
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