La corrupci¨®n del PT amenaz¨® ¡°la fe en el Estado¡±, seg¨²n el Supremo de Brasil

La pol¨¦mica est¨¢ servida en Brasil tras la decisi¨®n del Tribunal Supremo en el caso mensal?o. Las figuras m¨¢s importantes del Partido de los Trabajadores (PT) que en 2003 llevaron al exsindicalista Lula da Silva a la presidencia, han sido condenadas por haberse unido a empresarios y banqueros para cometer una serie de cr¨ªmenes de ¨ªndole mafiosa para perpetuarse en el poder.

El proceso, con sus 39 sesiones, ha sido el m¨¢s largo de la historia del Supremo. Tendr¨¢ consecuencias en la vida p¨²blica de Brasil y en la misma administraci¨®n de la justicia ya que la Corte Suprema ha abordado y discutido tesis nuevas de la llamada criminalidad de ¡°cuello blanco¡±. Tambi¨¦n ha introducido la posibilidad de condenar no s¨®lo a trav¨¦s de las pruebas concretas sino tambi¨¦n por los indicios de lo que ellos han llamado ¡°el conjunto de la obra¡±.

Ha sido a trav¨¦s de esa nueva jurisprudencia como el Supremo ha llegado a la conclusi¨®n, en la mayor parte de los casos por mayor¨ªa absoluta, de que existi¨® un proyecto pol¨ªtico de soborno a diputados y partidos con dinero p¨²blico para conseguir, para el entonces presidente Lula y su partido, un apoyo parlamentario que lo perpetuara en el poder.

La condena no s¨®lo se apoya en pruebas concretas sino tambi¨¦n por los indicios de lo que llama ¡°el conjunto de la obra¡±

Ya el acusado n¨²mero uno, el poderoso exministro de Lula Jos¨¦ Dirceu, varias veces presidente del PT, guerrillero durante la dictadura, que ha sido condenado por corrupci¨®n activa y por haber sido el organizador de la trama criminal, declar¨® el domingo que se considera ¡°totalmente inocente¡± y que su inocencia le fue "negada en el proceso¡±. Seg¨²n Dirceu, fue condenado ¡°sin pruebas¡±, s¨®lo por ¡°indicios¡± y por el cargo que ejerc¨ªa, no por haber cometido crimen alguno.

Dirceu ha sido tajante: ¡°Mi generaci¨®n que luch¨® por la democracia y fue v¨ªctima de tribunales de excepci¨®n [durante la dictadura militar] sabe el valor de la lucha entablada para levantar los pilares de nuestra democracia actual¡±, y a?ade: ¡°Condenar sin pruebas no cabe en una democracia soberana¡±.

La mayor¨ªa de los magistrados del Supremo lo ha visto de otra forma. Mientras Dirceu y los dem¨¢s condenados niegan que hubiese existido alg¨²n tipo de organizaci¨®n criminal para perpetuar a Lula y a su partido en el poder, el decano del Alto Tribunal,?Celso de Mello, afirm¨® al presentar su voto de condena: ¡°En 44 a?os de vida de juez nunca presenci¨¦ un delito de organizaci¨®n criminal que se presente con tanta nitidez¡±.

Cuatro de los magistrados absolvieron a los 13 reos acusados de formar dicha organizaci¨®n alegando que la existencia de una organizaci¨®n criminal supone quebrantar ¡°la paz social¡±, una circunstancia que no se dio en este caso, seg¨²n ellos.

Los que votaron a favor de la condena insistieron, como el juez instructor Joaquim Barbosa, en que los delitos cometidos por personajes de ¡°traje y corbata¡±, crean a la sociedad civil ¡°un desasosiego mayor que los cr¨ªmenes de sangre¡±. Seg¨²n los magistrados que condenaron Dirceu y sus compa?eros de partido llam¨¢ndoles ¡°banda criminal¡±, la paz social se quiebra cuando la sociedad ¡°pierde la fe en el Estado¡±.

Mi generaci¨®n que luch¨® por la democracia y fue v¨ªctima de tribunales de excepci¨®n [durante la dictadura militar] sabe el valor de la lucha entablada para levantar los pilares de nuestra democracia actual¡±

Jos¨¦ Dirceu

El Partido de los Trabajadores, por su parte, piensa que el tribunal se ha dejado influir por los medios de comunicaci¨®n y por la presi¨®n de la opini¨®n p¨²blica, bajo el influjo de las fuerzas conservadoras, para condenar el primer Gobierno popular de la democracia brasile?a. Lo que hubo en 2003, seg¨²n el PT y la defensa, fue una operaci¨®n legal para crear una mayor¨ªa en el Congreso capaz de poder aprobar las reformas presentadas por Lula y de apoyar al primer Gobierno de izquierdas del pa¨ªs.

Las ayudas financieras a los partidos que acabaron ali¨¢ndose al proyecto progresista de Gobierno eran para pagar deudas de campa?a de los mismos, y no para sobornarles, seg¨²n la tesis del PT.

Seg¨²n la sentencia del Supremo, los 143 millones de reales destinados a dicha ayuda a los partidos fue casi en su totalidad dinero p¨²blico.

De los 11 magistrados que han participado al proceso del mensal?o, 8 fueron designados por el expresidente Lula y por la Presidenta Dilma Rousseff y ratificados por el Senado.