La tregua llega tarde para Mona y Walaa

Mona al Sawa aguanta el dolor como puede, el f¨ªsico y el otro, en una cama del hospital Shifa, en la ciudad de Gaza. ¡°?Para qu¨¦ sirve esta hudna [alto el fuego] despu¨¦s de perder a mi hija, despu¨¦s de tanta destrucci¨®n y matanzas?¡±, respond¨ªa por la tarde a la pregunta de qu¨¦ pens¨® al confirmase la tregua. Yosra, de 18 a?os y a punto de entrar a estudiar a la universidad, era su ¨²nica hija. Tiene tres hijos varones m¨¢s. Cuenta que el martes, al anochecer, un misil disparado por un helic¨®ptero Apache entr¨® en su casa, mat¨® a la joven y a tres vecinos. ¡°No puedo entenderlo, tengo hijos peque?os, no pueden ser milicianos¡±, dec¨ªa entre sollozos. Los chavales estaban en la planta inferior.

Para los civiles es casi imposible huir del conflicto en la superpoblada Gaza. El Centro Palestino de los Derechos Humanos (PCHR), que difunde la cifra, las identidades y las circunstancias de cada muerte violenta en la franja ¡ªtambi¨¦n cuando no hay grandes ofensivas¡ª, inform¨® de que en estos ocho d¨ªas han muerto 156 palestinos, de los que 103 (el 66%) eran civiles. Ayer a¨²n se recuperaron cad¨¢veres bajo los escombros. Los fallecidos en Gaza incluyen 33 ni?os (menores de 18 a?os), 13 mujeres y 3 periodistas. Y entre el millar de personas que han resultado heridas en los ataques, ¡°el 95% son civiles¡±, recalc¨® Jalil Shaheen, director de derechos econ¨®micos y sociales del PCHR. Entre ellos proliferan tambi¨¦n los ni?os: 274 (el 27%). ¡°La mayor¨ªa estaban en sus casas cuando sufrieron ataques a¨¦reos israel¨ªes¡±, precis¨® Shaheen.

Una de esas ni?as del fr¨ªo recuento es Walaa el Garabli, de 15 a?os. ¡°Sal¨ª al balc¨®n para recoger un colch¨®n, lo cog¨ª y al darme la vuelta not¨¦ que algo me daba en la pierna y la espalda. Sent¨ª algo muy caliente, empec¨¦ a sangrar y me desmay¨¦¡±, explic¨® en su habitaci¨®n del Shifa, junto a su madre y al chico pelirrojo con el que se iba a comprometer oficialmente el viernes pasado. Por eso lleva una sortija de oro. Tardaron cuatro horas en sacarle en el quir¨®fano toda la metralla que le dej¨® el ataque a la casa de al lado. Fue media hora antes de que la tregua entrara en vigor.

Los civiles de Gaza padecen los bombardeos sin acceso a ning¨²n tipo de refugio. La mitad de los 1,7 millones de habitantes son menores de edad, miles de los cuales padecen problemas postraum¨¢ticos, como recuerda el PCHR.

Pronto se familiarizan con la muerte. Un vecino de la barriada de Zeitun llev¨® ayer a sus ni?os, de 8 y 6 a?os, a visitar en el cementerio de Sheij Raduan la tumba, a¨²n sin l¨¢pida, de Ahmed Yabari, el jefe militar de Ham¨¢s cuyo asesinato desencaden¨® el ¨²ltimo intercambio de fuego. ¡°Vengo porque es un h¨¦roe, para que sea un ejemplo para mis hijos¡±, explic¨® tras recitar una oraci¨®n. ?Y qu¨¦ quieren ser los ni?os de mayores? ¡°Electricista en un taller de coches¡±, responde el de 8 a?os. El de 6 le mira. Y lo repite. Para que quede claro. Quiz¨¢s no sea el oficio que su padre, ingeniero, tiene en mente para sus hijos.