Los republicanos retiran su plan contra el abismo fiscal por falta de apoyos
El presidente de la C¨¢mara de Representantes, de mayor¨ªa republicana, renuncia a la maniobra al no contar con el aval de todo su partido Las negociaciones siguen estancadas en la presi¨®n fiscal a los ricos
Los republicanos han retirado a ¨²ltima hora su plan contra el llamado abismo fiscal por falta de apoyos dentro de su propio partido. La C¨¢mara de Representantes, con mayor¨ªa republicana, no ha llegado a votar su aprobaci¨®n, en lo que era la ¨²ltima forma de presi¨®n para ganar posiciones en la negociaci¨®n, estacanda en la presi¨®n fiscal a los ricos. De haberse producido, la votaci¨®n en la C¨¢mara ser¨ªa bloqueada en el Senado, donde dominan los dem¨®cratas.
El presidente de la C¨¢mara, John Boehner, hab¨ªa advertido, horas antes de retirar el plan, que ya no habr¨ªa m¨¢s concesiones. ¡°Obama tiene ahora dos opciones: pedir a los dem¨®cratas que lo aprueben en el Senado o asumir la responsabilidad de que el pa¨ªs caiga en el abismo fiscal¡±, dijo.
El 'plan B' es un gran avance respecto a la posici¨®n inicial de la oposici¨®n, contraria a cualquier tipo de subidas de impuestos, pero insuficiente para satisfacer las demandas de Obama
El abismo fiscal es el nombre que se da al conjunto de aumentos de impuestos y recortes de gastos, por un monto cercano al 5% del Producto Interior Bruto (PIB), que entrar¨ªan en vigor el 1 de enero si no se llega a un acuerdo antes. Tiene esa denominaci¨®n tan dram¨¢tica porque se teme que su efecto ser¨ªa el de un retorno a la recesi¨®n econ¨®mica, con las consecuencias que eso podr¨ªa tener en el resto del mundo, especialmente en Europa.
Para evitarlo, la Casa Blanca y los republicanos llevan negociando varias semanas, con algunos progresos pero sin perspectivas de arreglo todav¨ªa. Lo que este jueves deb¨ªa votarse en la C¨¢mara es la ¨²ltima propuesta del Partido Republicano, lo que llaman ¡°el plan B¡±, un gran avance respecto a la posici¨®n inicial de la oposici¨®n, contraria a cualquier tipo de subidas de impuestos, pero insuficiente para satisfacer las demandas de Barack Obama.
El objetivo de esta negociaci¨®n es reducir el d¨¦ficit p¨²blico, algo con lo que, en principio, todos est¨¢n de acuerdo. La diferencia es que los republicanos quieren hacerlo, esencialmente, reduciendo gastos del Estado y Obama pretende conseguirlo subiendo los impuestos a los ingresos m¨¢s altos.
Para Obama, esta es una batalla en defensa de la clase media, una batalla por corregir el desequilibrio social del pa¨ªs y hacer que los ricos aporten m¨¢s al esfuerzo colectivo
Ambos bandos han hecho concesiones significativas en los ¨²ltimos d¨ªas. El plan B republicano acepta que se eleve la presi¨®n fiscal sobre las familias con ingresos superiores al mill¨®n de d¨®lares anuales. Obama, que al comienzo ped¨ªa m¨¢s impuestos a partir de 250.000 d¨®lares, ha hecho la concesi¨®n de elevar ese list¨®n hasta los 400.000 d¨®lares anuales. El plan de Obama consiste en 1,2 billones de reducci¨®n del d¨¦ficit a trav¨¦s de impuestos y 800.000 millones mediante reducci¨®n de gastos, incluidos recortes en la actualizaci¨®n de los beneficios de la seguridad social. El plan de los republicanos incluye un bill¨®n de d¨®lares de impuestos y una cantidad id¨¦ntica de reducci¨®n de gastos.
Visto as¨ª, no parece que la distancia entre ambas propuestas sea mucha. ¡°Estamos m¨¢s cerca de lo que parece¡±, dijo el mi¨¦rcoles Obama. Pero, detr¨¢s de los n¨²meros, existe, por supuesto, una pugna pol¨ªtica de bastante trascendencia. Para Obama, esta es una batalla en defensa de la clase media, una batalla por corregir el desequilibrio social del pa¨ªs y hacer que los ricos aporten m¨¢s al esfuerzo colectivo para recuperar la prosperidad econ¨®mica. Para los republicanos, esa prosperidad est¨¢ amenazada por la deuda y el d¨¦ficit desenfrenados durante esta ¨²ltima Administraci¨®n. Para cada uno de ellos, la victoria es la victoria de un modelo econ¨®mico.
Lo m¨¢s probable es que esa batalla no se resuelva ahora. El pron¨®stico es que se alcanzar¨¢ alguna forma de acuerdo antes del 1 de enero y se postergar¨¢n las grandes reformas presupuestarias para despu¨¦s.
El pron¨®stico es que se alcanzar¨¢ alguna forma de acuerdo antes del 1 de enero y se postergar¨¢n las grandes reformas presupuestarias para despu¨¦s
En cualquier caso, puesto que ambas propuestas suponen aumentos de impuestos y recortes de gastos, se anticipa un cierto frenazo de la actividad econ¨®mica para los primeros meses del pr¨®ximo a?o. La econom¨ªa norteamericana est¨¢ en rumbo de crecimiento, pero la inquietud sobre su solidez se mantienen. El ¨²ltimo dato del PIB, dado a conocer este mi¨¦rcoles, muestra un ascenso inesperado del 3,1%, pero los expertos dudan de que pueda sostenerse ese ritmo, el que se necesita para bajar la tasa de desempleo. Una acci¨®n demasiado contundente contra el d¨¦ficit podr¨ªa, por tanto, tener efectos perjudiciales. Pero la ca¨ªda en el abismo fiscal por la falta de entendimiento entre los pol¨ªticos, tendr¨ªa consecuencias a¨²n peores. Los l¨ªderes republicanos ya han pedido a los congresistas de su partido que suspendan las vacaciones y se queden en Washington. Es posible que Obama tenga que hacer lo mismo.
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