Un grupo terrorista difunde la amputaci¨®n a un ladr¨®n en Gao, al norte de Mal¨ª

Se llama Argu Maisa y fue detenido y condenado en Gao (norte de Mal¨ª) por haber robado en tres tiendas y a una mujer. El castigo al reincidente es la amputaci¨®n de la mano derecha. Se ejecut¨® en p¨²blico, en una plaza de la ciudad, en la que sientan al ladr¨®n, le tapan la cabeza con un pa?uelo y un agente, vestido con un chaleco azul en el que se puede leer en ¨¢rabe y en franc¨¦s ¡°polic¨ªa isl¨¢mica¡±, le corta la mano con un cuchillo.

En el norte del pa¨ªs se han llevado a cabo desde la primavera amputaciones y flagelaciones de las que se difunden a veces grabaciones ¡ªde las lapidaciones no hay testimonios audiovisuales¡ª pero es la primera vez que un grupo radical rueda un v¨ªdeo y lo coloca en foros islamistas y en YouTube.

Las im¨¢genes de la amputaci¨®n fueron rodadas el 1 de enero por el Movimiento por la Unicidad de la Yihad en ?frica Occidental (MUYUO), un grupo terrorista que se estren¨® en octubre de 2010 con el secuestro de tres cooperantes europeos, dos de ellos espa?oles, en los campamentos de refugiados saharauis del suroeste de Argelia. Tras ser montadas, las im¨¢genes fueron adornadas con vers¨ªculos del Cor¨¢n salmodiados y llamamientos a la yihad (guerra santa) antes de ser colgadas en Internet. Llevan la firma de una desconocida Fundaci¨®n As Asab para la Producci¨®n Medi¨¢tica.

El ladr¨®n Maida ha sido probablemente sedado o anestesiado porque no grita mientras le cortan la mano. Cuando esta cae al suelo uno de sus cancerberos la recoge y la muestra a la muchedumbre, exclusivamente masculina, concentrada en la plaza. Algunos gritan ¡°Ala Akbar¡± (Dios es grande) y tambi¨¦n se escuchan disparos al aire para celebrar que se ha hecho ¡°justicia¡±.

La autenticidad del v¨ªdeo no ofrece ninguna duda porque en ¨¦l aparece Adnan Abu Al Walid Sahraui, un dirigente del MUYAO, que ejerce de gobernador de Gao (90.000 habitantes). Arenga a la muchedumbre en franc¨¦s y le explica la sharia (ley isl¨¢mica), vigente en el norte desde la pasada primavera.

Despu¨¦s del ladr¨®n le toc¨® el turno a un joven, cuyo nombre no indica la grabaci¨®n, acusado de haber mantenido relaciones sexuales con una discapacitada por lo que fue condenado a cien latigazos. Se coloca de rodillas para que le empiecen a golpear en la espalda con una fusta y no con un l¨¢tigo. El dolor le incita a levantarse. Sus custodios le agarran entonces por los brazos y le obligan a arrodillarse de nuevo. Uno de ellos le pisa incluso un pie para impedir que se mueva.

Once d¨ªas despu¨¦s de que se rodasen estas im¨¢genes los radicales islamistas han desaparecido pr¨¢cticamente de Gao por temor a los bombardeos de la aviaci¨®n francesa que el viernes empez¨® a atacarles en varios puntos del norte de Mal¨ª, seg¨²n narraron vecinos de la ciudad a la prensa. Los milicianos del MUYAO solo eran visibles en los alrededores del hospital donde hab¨ªan ingresado sus compa?eros de armas heridos en combate.