Cien d¨ªas de plomo para Pe?a Nieto
El cambio de estrategia en seguridad del presidente de M¨¦xico no frena la violencia: m¨¢s de 3.000 muertos en sus tres primeros meses
![Juan Diego Quesada](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F8752eab3-82ee-4f61-b000-50b9602f8c4f.png?auth=ced4d93731686326ef06aa2dc037cc8a872f77c4a75cc0395225f79754f2dd78&width=100&height=100&smart=true)
![Marinos en la escena del crimen de 3 hombres en Acapulco](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VJQAX4FCWLHLABXRHK2HKIJC7U.jpg?auth=3f4d482d8f98ae4592c1be281e574baa81492dfb11024e251a51b4ec3ca340f1&width=414)
El presidente de M¨¦xico, Enrique Pe?a Nieto, ha cambiado radicalmente de estrategia en la lucha contra el crimen organizado respecto a su antecesor, Felipe Calder¨®n, pero sus primeros cien d¨ªas de gobierno igualmente se han llenado de plomo. Desde que el candidato que simboliza el regreso al poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) asumi¨® el cargo, en el pa¨ªs han muerto 3.157 personas, m¨¢s de 30 al d¨ªa, en enfrentamientos relacionados con el narcotr¨¢fico, un ritmo muy similar al conflicto que ha dejado 70.000 muertos en los ¨²ltimos seis a?os, seg¨²n el ¨²ltimo dato facilitado por el gobierno. La lluvia de balas no cesa.
Lograr un M¨¦xico en paz fue el objetivo que se marc¨® Pe?a Nieto el pasado domingo en el primer balance que hizo de su mandato. Pero a la luz de las cifras, la meta del presidente a¨²n parece estar lejos. Su discurso es menos beligerante que el de Calder¨®n, que hizo de la guerra contra el narco su leitmotiv, y nada m¨¢s llegar impuls¨® reformas como la Ley de v¨ªctimas o la creaci¨®n de una gendarmer¨ªa. Est¨¢ por ver si tienen los resultados esperados.
El conteo est¨¢ en marcha. El Gobierno present¨® la semana pasada como un ¨¦xito la cifra de homicidios cometidos en febrero: 914. El n¨²mero m¨¢s bajo reportado en los ¨²ltimos 40 meses.Los analistas dan por bueno el descenso pero lo llenan de matices.
Alejandro Hope, experto en seguridad que colabora en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), considera que el dato es imposible de verificar porque los n¨²meros de octubre de 2011 a noviembre de 2012 nunca se hicieron p¨²blicos. Los de a?os anteriores incluso se retiraron de la web de presidencia. No obstante cree que la violencia desciende m¨ªnimamente desde hace 18 meses. ¡°Y no tiene nada qu¨¦ ver con lo hace o deja de hacer Pe?a. Esto est¨¢ cayendo desde hace un buen rato¡±, incide Hope. ?Los motivos? ¡°Hay un incremento de la capacidad del Estado, que adem¨¢s pega m¨¢s a mandos medios y no a jefes (de los grupos criminales), lo que siempre creaba descontrol y m¨¢s guerras internas. Tambi¨¦n se dieron algunos arreglos colaborativos en el submundo criminal y baj¨® la venta de coca¨ªna¡±, explica.
Hay quien duda de la metodolog¨ªa que se utiliza para hacer el recuento de v¨ªctimas. Sandra Ley, estudiosa de la universidad de Duke (Estados Unidos) sobre el impacto de la violencia en la pol¨ªtica mexicana, hace sus propios recuentos, revisa estad¨ªsticas y a la conclusi¨®n que llega es que todo sigue m¨¢s o menos igual. ¡°No se percibe ning¨²n cambio¡±, sostiene. Los recuentos, para Ley, no son todo lo fiable que deber¨ªan, ya que los datos nacionales dependen de la informaci¨®n poco contrastada que entregan las 32 procuradur¨ªas ¨Cfiscal¨ªas- locales.
La falta de informaci¨®n rigurosa sobre el tema crea monstruos. Se ha llegado a un punto en el que morir en este pa¨ªs te convierte autom¨¢ticamente en sospechoso. Existe la creencia generalizada de que los delincuentes se matan entre ellos y que si alguien aparece con un tiro en la cabeza, poco m¨¢s o menos, es que se lo merec¨ªa. Pa qu¨¦ se mete, si lo levantaron es que algo hizo. ¡°Se criminaliza a la v¨ªctima¡±, ahonda Hope. El 93% de los muertos, seg¨²n las autoridades, est¨¢n relacionados de una forma u otra con el crimen organizado. ¡°?Las autoridades ya revisaron los antecedentes de los 914 asesinados de febrero? Me r¨ªo de eso. ¡®De este dec¨ªan que andaba en el narcomenudeo, de aquel que andaba con malas compa?¨ªas¡ ¡®. As¨ª de cient¨ªfico es el procedimiento para elaborar la estad¨ªstica¡±, remacha Hope.
La violencia, que azota notablemente a Acapulco y a la Comarca Lagunera, en el norte del pa¨ªs, se ha adentrado en las ¨²ltimas fechas en terrenos que parec¨ªan vedados. En octubre del a?o pasado fue asesinado en Coahuila Eduardo Moreira Rodr¨ªguez, de 25 a?os, hijo de Humberto Moreira, gobernador de ese estado entre 2005 y 2010. ¡°Mi hijo viene a ser uno de los muertos de esta guerra, de los miles de muertos de esta guerra, que es muy triste. Lo vivo ahora en carne propia¡±, dijo en un alegato que por su crudeza resume una ¨¦poca. El s¨¢bado, sin ir m¨¢s lejos, fue ultimado el secretario de Turismo de Jalisco. Cada vez hay menos intocables.
Para el priista Omar Fayad, presidente de la comisi¨®n de seguridad p¨²blica del Senado, los cien d¨ªas de Pe?a Nieto dejan noticias relevantes, sobre todo en cuanto a las reformas que ha llevado a cabo. El Gobierno promulg¨® una ley de v¨ªctimas que el PAN no supo o no pudo sacar adelante y regionaliz¨® la lucha contra el crimen con el objetivo de reducir los tres delitos que m¨¢s han castigado a los mexicanos: asesinatos, secuestros y extorsiones. Adem¨¢s, nombr¨® una cabeza visible, Manuel Mondrag¨®n, al frente de la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica, algo que Calder¨®n nunca hizo y que Fayad considera uno de sus errores m¨¢s graves. Hay m¨¢s: ¡°El presidente no le echa la culpa a nadie por lo que est¨¢ sufriendo como hacia su antecesor. No culpa a los municipios. Simplemente act¨²a. Es un hombre de acci¨®n¡±, considera.
Otra asignatura pendiente del Gobierno es acabar con la impunidad. ¡°Si usted mat¨® a alguien en los ¨²ltimos seis a?os, la probabilidad de que est¨¦ en la c¨¢rcel sentenciado por ese homicidio es menor a 1 por ciento¡±, escribi¨® Carlos Puig en su columna del peri¨®dico Milenio. El autor citaba un documento elaborado por la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica (PGR) para el equipo de transici¨®n de Pe?a Nieto que revelaba que de los 92.048 registrados entre 2006 y 2001, solo 679 personas hab¨ªan sido declaradas culpables. El 0.73%.
En el otro extremo, es prioritario acabar con los abusos y la forma de actuar pendenciera de algunos polic¨ªas y militares. En los dos ¨²ltimos a?os las autoridades abusaron del arraigo, que consiste retener a una persona mientras se realiza la investigaci¨®n. De los ¨²ltimos 4.000 detenidos solo el 3% fue a juicio. El resto qued¨® en libertad por falta de pruebas, no sin antes pasar un buen rato en los poco confortables ¡°centros de arraigo¡±, una c¨¢rcel que ni nombre alcanza a tener. Primero se detiene y despu¨¦s se averigua.
En su af¨¢n por romper con el sexenio anterior, Pe?a Nieto se ha propuesto buscar a los miles de desaparecidos, un innombrable para la administraci¨®n pasada. La subsecretaria de Asuntos Jur¨ªdicos y Derechos Humanos de la Sedena, L¨ªa Lim¨®n, revel¨® en estos primeros cien d¨ªas la existencia de una base de datos con los nombres de 27.523 desaparecidos en el sexenio pasado, un tema turbio en el que est¨¢n implicadas hasta las instituciones. En al menos 149 desapariciones participaron las fuerzas de seguridad, seg¨²n un informe de Human Rights Watch. No existe ning¨²n indicador para evaluar este rubro a Pe?a Nieto, pero las cifras de secuestros dan para hacerse una idea. Poco m¨¢s de 100 casos han sido denunciados en estos tres ¨²ltimos meses, una cifra id¨¦ntica a la de Calder¨®n. Una minucia si se atiende a los informes de varias organizaciones, que creen que hay 72 levantamientos al d¨ªa, la inmensa mayor¨ªa sin que se den a conocer.
El asesinato de periodistas fue tambi¨¦n una constante durante el sexenio anterior. Fueron asesinados 44 y 8 desparecieron de la faz de la tierra. Por ahora, que se sepa, hay una ¨²nica v¨ªctima mortal, el director de un portal de noticias del norte que fue acribillado a balazos pero podr¨ªan haber sido muchas m¨¢s: El Siglo de Torre¨®n ha sido atacado por comandos hasta en tres ocasiones. El peri¨®dico El Z¨®calo de Saltillo anunci¨® que dejar¨¢ de informar sobre la delincuencia para proteger la vida de sus trabajadores. Los problemas persisten. La Sociedad Interamericana de Prensa concluy¨® esta misma semana que no ha disminuido ni la impunidad ni la vulnerabilidad de los informadores en el pa¨ªs y abri¨® una comisi¨®n que se re¨²na con el presidente para abordar este asunto.
La jugada corresponde ahora a Pe?a Nieto, que se enfrenta a un reto extraordinario, acabar con el clima b¨¦lico que impera en determinados lugares del pa¨ªs. Lograrlo o no le colocar¨¢ a un lado u otro de la historia.
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