El fin de la fiesta revolucionaria
La muerte de Ch¨¢vez abre una nueva etapa en una Am¨¦rica Latina escorada hacia una izquierda m¨¢s pragm¨¢tica
![Un niño, frente al ataud de Chávez.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VF4GSHPYCKNKZJWTZYJO6ZSR4Q.jpg?auth=2b5470eefdd5a0f4e0c21ab73d0816ac1f1b999b0d015e76b57bfa301fcdb8e3&width=414)
Ha pasado una semana desde la muerte oficial de Hugo Ch¨¢vez. Embalsamado o no, la momia no hablar¨¢. Probablemente durante sus 70 d¨ªas de agon¨ªa sus mensajes a sus herederos no ir¨ªan mucho m¨¢s all¨¢ de las palabras del emperador Septimio Severo a sus hijos en el lecho de muerte: ¡°Permaneced unidos, pagad al ej¨¦rcito y descartad lo dem¨¢s¡±.
Ha terminado el duelo y comenzado una fase de ret¨®rica revolucionaria que alcanzar¨¢ su cl¨ªmax en las elecciones del pr¨®ximo 14 de abril, un combate desigual donde la oposici¨®n venezolana, muy dividida y mucho m¨¢s desarticulada que en las presidenciales del pasado octubre, al fin y al cabo, terrenal, tendr¨¢ que enfrentarse al hijo de un semidios, Nicol¨¢s Maduro, el hijo de Ch¨¢vez, el ¡°Cristo de los pobres¡±.
La derrota electoral de la oposici¨®n parece previsible. Pero tal vez a medio plazo, como dice el ex guerrillero salvadore?o y analista pol¨ªtico, Joaqu¨ªn Villalobos, ¡°las negociaciones entre el chavismo rico y el chavismo ideol¨®gico supongan una desradicalizaci¨®n, m¨¢s a¨²n al coincidir con una p¨¦sima situaci¨®n econ¨®mica. Est¨¢ claro que la fiesta se acab¨®¡±. Tambi¨¦n en el frente internacional: ¡°No es lo mismo el binomio Fidel / Ch¨¢vez que el de Ra¨²l Castro / Nicol¨¢s Maduro¡±.
La desaparici¨®n del caudillo venezolano ha suscitado un debate internacional sobre sus repercusiones en el continente y sobre qui¨¦n tomar¨¢ el relevo de su proyecto pol¨ªtico en la regi¨®n. Probablemente Ch¨¢vez no tenga sucesor, puede que ni tan siquiera sea una cuesti¨®n importante. El hecho relevante es que Am¨¦rica Latina gir¨® la izquierda en la primera d¨¦cada de este siglo fruto de un cambio en la demograf¨ªa electoral, que hizo vencedores a quienes reclamaron o descubrieron la necesidad del Estado frente a la violencia, la desigualdad y la exclusi¨®n social. Solo Guatemala, Honduras y Paraguay tienen hoy gobiernos conservadores, y los dos ¨²ltimos como resultado de golpes de palacio o golpes de Estado, como se quieran llamar. Colombia y Chile son casos aparte. En el primero, los presidentes Uribe y Santos reivindicaron la primac¨ªa del Estado. M¨¢s a¨²n, como dice Villalobos, ¡°la hegemon¨ªa conservadora en Colombia es mantenida por la guerrilla de las FARC, que sigue suscitando miedo entre la poblaci¨®n¡±. En el segundo, no parece que las encuestas est¨¦n a favor de la continuidad del presidente Pi?era.
Por influjo de Ch¨¢vez, sus ac¨®litos fomentaron la exclusi¨®n pol¨ªtica, el odio y el rencor social, pero tambi¨¦n dotaron a sus pa¨ªses de una estabilidad sin precedentes. Evo Morales gan¨® en Bolivia en 2005 con el 54% de los votos y repiti¨® en 2009 con el 64%. Rafael Correa triunf¨® en Ecuador en 2006 con el 56% de los sufragios y de nuevo en 2009 (51%) y el pasado febrero (57%).
Tambi¨¦n ha cambiado la geopol¨ªtica del continente. Huecas o no, en estos a?os se han creado varias organizaciones supranacionales en Am¨¦rica Latina, decididamente alejadas del patronazgo estadounidense y de la OEA, como el ALBA (2004), la Comunidad Suramericana de Naciones (2004), Unasur (2008), la CELAC (2011) y la Alianza Pac¨ªfico (2012), resultado de una nueva conciencia regional. Incluso en Venezuela, cabr¨ªa preguntarse si la oposici¨®n al chavismo renunciar¨ªa en caso de victoria a la diplomacia petrolera, probablemente m¨¢s eficaz y menos estridente, heredada de su enemigo.
Queda el anacronismo de Cuba, quiz¨¢ el gran perdedor con la muerte de Ch¨¢vez. Hace un a?o, la bloguera Yoani S¨¢nchez reproduc¨ªa en EL PA?S esta frase o¨ªda a una se?ora en La Habana: ¡°Si a Ch¨¢vez le paso algo, nos va a caer encima un segundo Periodo Especial¡±. La mujer se refer¨ªa a la dram¨¢tica etapa de escasez que sufrieron los cubanos tras el derrumbe de la Uni¨®n Sovi¨¦tica a principios de los a?os noventa. Ch¨¢vez tom¨® el relevo de la URSS en la tarea de proporcionar respiraci¨®n asistida al r¨¦gimen de los hermanos Castro vendi¨¦ndole petr¨®leo barato. ?Cu¨¢nto tiempo durar¨¢ este man¨¢? ?Existe el riesgo de que la isla caiga en una nueva etapa de desabastecimiento y se desate otra crisis migratoria?
Muerto Ch¨¢vez, Am¨¦rica Latina entra en una nueva era en la que habr¨¢ que tener en cuenta a otro jugador, M¨¦xico, cuyo Gobierno actual est¨¢ decidido a reeditar su relevancia diplom¨¢tica en ¨¦pocas pasadas ¨Clas buenas relaciones hist¨®ricas entre el PRI y el r¨¦gimen castrista, recientemente renovadas, su papel en los acuerdos de paz en Centroam¨¦rica¡- y es muy consciente de su capacidad para amortiguar crisis y reconciliar posiciones encontradas.
?Sobrevivir¨¢ el chavismo sin Ch¨¢vez? ?Se consolidar¨¢ como una suerte de priismo mexicano o peronismo argentino del siglo XXI? Dejemos que responda el soci¨®logo y analista Roger Bartra: ¡°No es f¨¢cil institucionalizar el populismo. Sus sucesores no parecen muy brillantes ni carism¨¢ticos. El problema para la izquierda latinoamericana es que el populismo tiende a derivar hacia la derecha para sobrevivir¡±.
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