Ejecutados en Arabia Saud¨ª los siete j¨®venes condenados por un atraco

De nada han servido los llamamientos de clemencia de familiares, amigos y activistas de los derechos humanos. Poco despu¨¦s de las nueve de la ma?ana (dos horas menos en la Espa?a peninsular), los siete j¨®venes condenados por un atraco cometido cuando varios de ellos eran menores han sido ejecutados en Arabia Saud¨ª por un pelot¨®n de fusilamiento. Finalmente, las autoridades no han llevado a cabo la anunciada crucifixi¨®n del supuesto cabecilla del grupo, Sarhan al Mashayekh, ¡°para no empeorar su imagen internacional¡±, seg¨²n el opositor Ali al Ahmed. El caso ha despertado las cr¨ªticas de Amnist¨ªa Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) que han denunciado la falta de garant¨ªas procesales durante el juicio.

Las familias de los ejecutados se han sentido traicionadas por las autoridades saud¨ªes que hace tan solo una semana les dieron a entender que iba a revisarse la sentencia. Sin embargo, desde ayer por la tarde, cuando vieron levantar los siete mont¨ªculos de arena en la plaza del mercado de Abha, supieron que el ajusticiamiento era inminente. Abha es la capital de la provincia de Asir, en el suroeste de Arabia Saud¨ª, de donde eran originarios los siete reos y una de las zonas m¨¢s pobres del pa¨ªs.

¡°He estado tratando de hablar con ellos toda la noche, pero la han pasado rezando¡±, relata Al Ahmed, visiblemente afectado. ¡°Finalmente, Saeed [al Shahrani] me llam¨® momentos antes de que le quitaran el tel¨¦fono para agradecerme lo que hemos hecho. Le ped¨ª que me perdonara por no haber podido hacer m¨¢s¡±, a?ade.

Al Ahmed, director del Institute for Gulf Affairs en Washington, fue uno de los activistas que hace diez d¨ªas sac¨® a la luz el caso de los siete j¨®venes. Entonces, la movilizaci¨®n internacional y el hecho de que la ejecuci¨®n coincidiera inicialmente con la visita del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, a Riad, hizo que el pr¨ªncipe Miteb, hijo del rey Abdal¨¢, diera a entender a las familias de los condenados que iba a revisarse la sentencia.

Tanto AI como HRW han subrayado numerosas irregularidades cometidas durante el juicio que apenas dur¨® tres horas y en el que los acusados no contaron con un abogado defensor. Los j¨®venes denunciaron tambi¨¦n que hab¨ªan sido torturados para que confesaran el delito, una serie de robos a joyer¨ªas de Abha cometidos en 2005, meses antes de su detenci¨®n, cuando varios de ellos a¨²n eran menores de edad.