Maduro, el hombre que se mimetizaba
Hubo una vez, hace poco, en que el chavismo radical detest¨® al nuevo presidente
![Maduro, votando este domingo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/PVL2NZU6KZ36HQ5NGZ43OG3HBY.jpg?auth=9713e180277c4eff4557fdc7b09315f95fa567223ca686b0361d5374a2e15405&width=414)
Hubo una vez, hace poco, en que el chavismo radical detest¨® a Nicol¨¢s Maduro, elegido este domingo nuevo presidente de Venezuela hasta enero de 2019 con una ventaja de 1,5 por ciento (la oposici¨®n ya ha anunciado que impugnar¨¢ estos resultados).
Era finales de abril de 2009. Maduro era ministro de Relaciones Exteriores y desde su despacho acababa de promover la extradici¨®n a Colombia, entonces bajo el gobierno de ?lvaro Uribe, del director de la agencia de noticias de las FARC, Joaqu¨ªn P¨¦rez Becerra, residente en Suecia. El insurgente hab¨ªa llegado d¨ªas antes a Caracas, al desembarcar de un vuelo desde Par¨ªs; tal vez dio por sentado que ser¨ªa bienvenido por las autoridades venezolanas. Pero estas, en un arranque de Real Politik, apresaron al insurgente.
El Partido Comunista ¡ªun d¨ªscolo aliado del comandante¡ª y otros movimientos sociales de la coalici¨®n gubernamental convocaron a una protesta contra Maduro frente a la sede de la Canciller¨ªa.?Los mensajes de las pancartas que entonces se vieron no se ahorraban ep¨ªtetos, como ¡°Traidor¡± o ¡°Perro de Juan Manuel Santos¡±, para Maduro, quien debi¨® registrarlo como uno de los momentos m¨¢s aciagos de su carrera pol¨ªtica, que se inici¨® en la Liga Socialista ¡ªun grupo de inspiraci¨®n mao¨ªsta que, todav¨ªa en los a?os 80, serv¨ªa de fachada a los ¨²ltimos grupos guerrilleros mientras cultivaba su inserci¨®n en sectores obreros y universitarios¡ª e incluy¨® pasant¨ªas de formaci¨®n en Cuba en los a?os 80. Pero trag¨® grueso y pag¨® ese precio con tal de seguir a la letra las disposiciones de su l¨ªder y mentor, Hugo Ch¨¢vez Fr¨ªas.
El incidente no solo ilustra las dificultades que aguardan a Maduro en la conciliaci¨®n de los diversos grupos ideol¨®gicos y de personalistas que hasta ahora se amalgamaban bajo el carisma del caudillismo. Muestra tambi¨¦n c¨®mo el exdirigente sindical se hizo una ruta para ascender entre la nomenklatura chavista mimetiz¨¢ndose hasta el extremo con las consignas del caudillo. La lealtad a Ch¨¢vez se convirti¨® as¨ª en su santo y se?a para adentrarse en el poder y, se dir¨ªa, su emblema vital, que enarbol¨® imp¨²dicamente durante la campa?a electoral.
Ese saber confundirse con la figura del jefe dio lugar a episodios jocosos. Por ejemplo, cuando Michael Moore, el cineasta y campe¨®n de la intelligentsia liberal estadounidense, se cruz¨® en un hotel cinco estrellas de Venecia ¡ªCh¨¢vez estaba de gira europea mientras el norteamericano asist¨ªa al festival de la ciudad ducal¡ª, cont¨® el episodio en un Late Night Show de la cadena ABC, con Jimmy Kimmel. El cineasta de Michigan tom¨® siempre, tanto en Venecia como en Nueva York, a Maduro como ¡°un guardaespaldas de Ch¨¢vez¡±, el hombre que le abri¨® la puerta para ingresar a la habitaci¨®n del presidente venezolano. El equ¨ªvoco de Moore irrit¨® a sectores progresistas norteamericanos y al propio gobierno de Venezuela, sus presuntos simpatizantes.
Maduro comparte con su mentor una gran capacidad de aprendizaje. En buena lid, representa un ejemplo de la permeabilidad social en Venezuela: de conductor de autob¨²s que fue en el sistema del Metro de Caracas ¡ªtambi¨¦n habr¨ªa sido recolector de pasajes de autobuses interurbanos en los Andes venezolanos¡ª, desempe?¨® la Canciller¨ªa y la vicepresidencia de la Rep¨²blica antes de conquistar la primera magistratura.
Como canciller ¡ªseg¨²n los cables del Departamento de Estado filtrados a Wikileaks¡ª tuvo iniciativas propias (y furtivas) de acercamiento con los propios Estados Unidos e Israel, verdaderos anatemas para el chavismo. Pero a nombre y delegado por el presidente, tuvo participaci¨®n activa en la consolidaci¨®n del Alba y la creaci¨®n del Celac, nuevos foros de integraci¨®n latinoamericanos.
Fue fundamental para la detente Venezuela y Colombia de la administraci¨®n Santos ¡ªambos pa¨ªses casi llegaron a la guerra durante la presidencia colombiana de ?lvaro Uribe¡ª, y particip¨®, con resultados dis¨ªmiles, en el rescate de dos aliados de Ch¨¢vez en las crisis institucionales de Honduras y Paraguay, como lo fueron Manuel Zelaya y Fernando Lugo.
De ratificarse su nuevo cargo, ser¨¢ el primer presidente, en muchos a?os, nacido en Caracas (en 1962). Su origen e historia son urbanos, rompiendo con una tradici¨®n de d¨¦cadas en que los l¨ªderes venezolanos ¡ªcomo el propio Ch¨¢vez¡ª sol¨ªan llevar en sus alforjas todav¨ªa la a?oranza y muchos de los valores de la vida rural. De hecho, durante su campa?a Maduro busc¨® distinguirse de su predecesor haciendo un hincapi¨¦ sin precedentes en temas de la ciudad como la inseguridad en los barrios y ofreciendo apoyo a expresiones ¡°del asfalto¡± como los artistas del rap y los patineteros.
Sin embargo, al quedar expuesto, ya sin la sombra del comandante revolucionario, dio pie a averiguaciones period¨ªsticas que se empe?aron en detectar sus ra¨ªces colombianas, a¨²n inconclusas, y que de llegar a una comprobaci¨®n tal hubiesen podido inhabilitar a Maduro como candidato (la Constituci¨®n venezolana exige a los presidentes ser venezolanos de nacimiento). Entre el estado venezolano de T¨¢chira y la provincia colombiana de Norte de Santander, colindantes, se hunde esa historia. Medios colombianos?han comprobado que la madre de Maduro naci¨® en C¨²cuta, una industriosa ciudad colombiana cerca de la frontera con Venezuela, y que el padre del ahora presidente estudi¨® no lejos de all¨ª, en Oca?a, otra poblaci¨®n colombiana. Tambi¨¦n rastrearon relatos populares en los barrios cucute?os de Carora y El Callej¨®n, que dan cuenta de su paso adolescente por esos lugares.
Espigado, deportista, mel¨®mano ¡ªtuvo en su juventud una banda de rock, Enigma, en el sector El Valle de Caracas¡ª, tiene un hijo de una relaci¨®n anterior. Por lo fornido que es, se incorpor¨® en 1994 como guardaespaldas al anillo de seguridad del reci¨¦n liberado Hugo Ch¨¢vez, que hab¨ªa purgado dos a?os de prisi¨®n tras su intentona de Golpe de Estado de 1992. All¨ª conocer¨ªa a su actual pareja, una abogada de izquierdas que hab¨ªa asistido a Ch¨¢vez en su defensa, Cilia Flores, actual Procuradora General de la Rep¨²blica y en trance de convertirse en Primera Dama, un t¨ªtulo que Maduro ha ofrecido cambiar por el de ¡°Primera Combatiente de la Rep¨²blica¡±.
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