Contratos especulativos en entes p¨²blicos abren otro agujero en Portugal

Una serie de contratos especulativos, considerados de alto riesgo, han creado un nuevo agujero en las ya de por s¨ª maltrechas cuentas p¨²blicas portuguesas y se han llevado por delante a dos secretarios de Estado. Los contratos son antiguos, firmados la mayor parte entre 2003 y 2009, y afectan al menos a 15 empresas p¨²blicas, entre las que se cuentan la empresa p¨²blica que gestiona el metro de Oporto, el metro de Lisboa, los autobuses de Lisboa y hasta la TAP. El agujero oscila entre los 2.600 y los 3.000 millones de euros. Considerable, si se tiene en cuenta que la reciente sentencia del Tribunal Constitucional, vetando algunas medidas del presupuesto en vigor, ascend¨ªa a 1.300 millones de euros y gener¨® una convulsi¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica en el pa¨ªs.

Los contratos especulativos, que ahora investiga a fondo el Ministerio de Finanzas, son de los denominados swaps, palabra que significa ¡°cambio o troca¡± en ingl¨¦s. Se firmaron, seg¨²n aseguran quienes los firmaron, para proteger a las empresas de una hipot¨¦tica subida de intereses. En general: se pactaba un inter¨¦s fijo y se a?ad¨ªa una cl¨¢usula especial por la que, si los intereses sub¨ªan mucho, las empresas p¨²blicas recib¨ªan cierta compensaci¨®n; si bajaban, eran los bancos los que se beneficiaban. Precisamente, lo que ha pasado: los intereses (el euribor, sin ir m¨¢s lejos) se ha desplomado en los ¨²ltimos a?os, arrastr¨¢ndose en su tasa m¨¢s baja de siempre. Y esto, de rebote, ha generado buena parte de este agujero portugu¨¦s en empresas que, como el metro de Lisboa, con 1.100 millones de euros de p¨¦rdidas en contratos de riesgo, o de Oporto, con m¨¢s de 800 millones, son ya de por s¨ª deficitarias y se encuentran embarcadas en una oleada de recortes, cortando l¨ªneas o despidiendo a personal.

El ministerio de Finanzas negocia ya con los bancos, Goldman Sachs, JP Morgan, Deutcsche Bank o BNP Paribas, de cara a rescindir, de la manera m¨¢s ventajosa posible para el Gobierno portugu¨¦s, muchos de estos contratos. Paralelamente, se est¨¢ inspeccionando a fondo todos estos contratos para tratar de llegar al fondo del agujero y ¡°tratar de depurar responsabilidades¡±. Porque es cierto que algunos de estos contratos se firmaron para proteger a la empresa p¨²blica en cuesti¨®n de una galopante subida de intereses. Pero otros son m¨¢s oscuros o m¨¢s extra?os. Una fuente de esta inspecci¨®n asegura hoy a la edici¨®n digital del semanario Expresso: ¡°Hay contratos que son cualquier cosa menos contratos normales¡±. Otros comentadores pol¨ªticos han denunciado esta pr¨¢ctica ¡°de jugar con las empresas p¨²blicas como el que va al casino¡±. Y el diario P¨²blico asegura hoy que en algunas de las cl¨¢usulas de este tipo de contratos, los factores que alteraban la cuant¨ªa de los intereses que deb¨ªan de pagar las empresas p¨²blicas portuguesas a los bancos est¨¢n ligados a factores tales como el del precio del barril de petr¨®leo o la paridad d¨®lar-euro. Los dos secretarios de Estado que han sido destituidos, Paulo Braga y Juvenal Peneda, gestionaron durante muchos a?os el metro de Oporto.