Letta suprime el doble sueldo ministerial y el impuesto sobre la vivienda habitual
El primer ministro italiano se somete a la confianza de la C¨¢mara de Diputados

Enrico Letta ha resultado ser un h¨¢bil orador. Ha hecho un bello discurso de centroizquierda en el que ha incluido todas las exigencias del centroderecha. Durante una hora, ante la C¨¢mara de Diputados que despu¨¦s le ha otorgado su confianza, el nuevo primer ministro italiano ha apuntado este lunes las l¨ªneas b¨¢sicas de su Gobierno de coalici¨®n ¡ªeurope¨ªsta, con el trabajo como principal caballo de batalla y la regeneraci¨®n de la pol¨ªtica como asignatura impostergable¡ª, al tiempo que anunciaba una serie de medidas para complacer a las huestes de Silvio Berlusconi. El resultado de la exposici¨®n de Letta ¡ªque ma?ana deber¨¢ buscar la aprobaci¨®n del Senado¡ªha sido un amplio apoyo de los diputados ¡ª453 s¨ªes frente a 153 noes¡ª a su Ejecutivo.
La primera y m¨¢s emblem¨¢tica de sus propuestas es la supresi¨®n ya en junio del impuesto sobre la vivienda habitual ¡ªllamado IMU¡ª que durante la pasada campa?a supuso la primera baza electoral del l¨ªder del Pueblo de la Libertad (PDL). Hasta tal punto ha gustado el discurso de Letta, quien hasta hace unos d¨ªas ejerci¨® de vicesecretario del Partido Democr¨¢tico (PD), que Angelino Alfano, vicepresidente del nuevo Gobierno y lugarteniente de Berlusconi, lo ha calificado de ¡°m¨²sica para nuestros o¨ªdos¡±.
Letta, de 46 a?os, ha sostenido su discurso en una frase inicial: ¡°Voy a utilizar el lenguaje subversivo de la verdad¡±. De tal forma, ha empezado reconociendo que la aver¨ªa es grande, que la deuda p¨²blica ¡ªel 127% del PIB¡ª ¡°pesa como una piedra de molino sobre las generaciones presentes y futuras y amenaza con aplastar para siempre las perspectivas econ¨®micas del pa¨ªs¡±. Pese a ello, y sin abandonar del todo los ajustes puestos en marcha por el ejecutivo tecn¨®crata de Mario Monti, Enrico Letta anunci¨® que su Gobierno se esforzar¨¢ en ¡°reactivar el crecimiento sin poner en peligro el proceso de consolidaci¨®n fiscal. Solo con el saneamiento Italia muere. Despu¨¦s de m¨¢s de una d¨¦cada sin crecimiento, las pol¨ªticas de recuperaci¨®n no pueden esperar m¨¢s. No hay tiempo. Muchas familias sufren la desesperaci¨®n¡±.
Si dentro de 18 meses no est¨¢n hechas estas reformas, habr¨¢ consecuencias E. Letta, primer ministro de Italia
En consecuencia, ha a?adido que en cuanto obtenga la confianza de la C¨¢mara de Diputados y del Senado viajar¨¢ a Bruselas, Berl¨ªn y Par¨ªs para dejar claro que el nuevo Gobierno italiano es ¡°europeo y europe¨ªsta¡±. Se ha lamentado de la ¡°crisis de legitimidad¡± que sufre Europa justo cuando los pa¨ªses y los ciudadanos m¨¢s necesitan de ella. ¡°Europa solo puede volver a ser motor de desarrollo¡±, ha agregado, ¡°si finalmente se abre. El destino de todo el continente est¨¢ estrechamente ligado. No puede haber vencedores ni vencidos si Europa pierde esta prueba¡±.
Dicho esto, Letta ha pasado a lo concreto. Adem¨¢s de la supresi¨®n del IMU y la congelaci¨®n del IVA, el primer ministro ha anunciado por sorpresa ¡ª¡°ni siquiera ellos lo saben¡±¡ª que los ministros que adem¨¢s son parlamentarios no recibir¨¢n un doble sueldo y que reducir¨¢ la financiaci¨®n p¨²blica de los partidos pol¨ªticos, al tiempo que se ha comprometido a eliminar el sistema bicameral y la actual ley electoral que hacen ingobernable Italia. ¡°Si dentro de 18 meses¡±, ha amenazado, ¡°no est¨¢n hechas estas reformas, habr¨¢ consecuencias¡±. El primer ministro, que ha tenido palabras de cari?o para los dos agentes del cuerpo de Carabinieri heridos el domingo, ha ligado el tiroteo a la desesperaci¨®n que viven muchas familias y ha anunciado una suerte de subsidio para los m¨¢s desfavorecidos. ¡°La extrema vulnerabilidad puede convertirse en rabia y conflicto¡±.
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