EE UU estudia bombardeos selectivos contra el Ej¨¦rcito sirio
Obama descarta el uso de tropas terrestres
Mientras, formalmente, se procede a la comprobaci¨®n de datos sobre el uso de armas qu¨ªmicas en Siria, la Administraci¨®n norteamericana sopesa una respuesta militar que, seg¨²n ha anticipado el propio presidente Barack Obama, no incluye la presencia de tropas sobre el terreno, pero que podr¨ªa traducirse en bombardeos selectivos para tratar de debilitar al Ej¨¦rcito de Bachar el Asad.
La declaraci¨®n de Obama en San Jos¨¦ de Costa Rica, en la que pr¨¢cticamente descarta el env¨ªo de tropas, es, al mismo tiempo, la confirmaci¨®n de que se est¨¢n barajando otras opciones militares menos arriesgadas.
Sobre el papel todas lo son, puesto que Siria, por su situaci¨®n geogr¨¢fica y por su influencia en Oriente Pr¨®ximo, es un escenario muy comprometido en el que cualquier acci¨®n militar puede degenerar en un conflicto regional. Pero el env¨ªo de tropas supondr¨ªa la repetici¨®n del modelo aplicado en Irak y Afganist¨¢n, criticado por Obama y donde la intervenci¨®n norteamericana termin¨® en sonoros fracasos.
¡°No puedo imaginar un escenario en el que la presencia de tropas norteamericanas pudiera ser provechosa ni para Siria ni para Estados Unidos¡±, declar¨® Obama en la noche del viernes en San Jos¨¦ durante una rueda de prensa con la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla.
Obama dijo que, en su calidad de comandante en jefe de las fuerzas armadas de su pa¨ªs, no puede permitirse descartar nunca ninguna opci¨®n, pero insisti¨® en que la posibilidad del uso de tropas es muy remota y que no es esa la soluci¨®n que busca para hacer frente a la amenaza por parte del r¨¦gimen sirio de una utilizaci¨®n masiva de su arsenal qu¨ªmico.
Adem¨¢s de los bombardeos de radares y sistemas de artiller¨ªa sirios, al estilo de Libia, otra de las opciones reclamadas por algunos influyentes congresistas en Washington y que la Administraci¨®n est¨¢ valorando es la de armar de forma decisiva a los grupos rebeldes para que puedan ganar una guerra que se prolonga ya por m¨¢s de dos a?os y que parece encontrarse en una fase de estancamiento en la que ninguno de los dos bandos cuenta con posibilidades reales de victoria.
Esa opci¨®n presenta el riesgo de que Estados Unidos no tiene un control total de la oposici¨®n siria, e incluso existen serias sospechas de que algunos de los grupos que la componen est¨¢n influidos por Al Qaeda o comparten una visi¨®n radical del Islam.
El presidente norteamericano sostiene desde hace d¨ªas que, aunque los servicios de inteligencia han confirmado el uso de armas qu¨ªmicas por parte del r¨¦gimen, son necesarias nuevas comprobaciones para certificar cu¨¢ndo y c¨®mo fueran utilizadas. Entre otras actuaciones en diferentes frentes diplom¨¢ticos, Obama ha asegurado que intenta que la ONU pueda proceder a esa certificaci¨®n.
Esa cautela ha provocado algunas cr¨ªticas de la oposici¨®n republicana contra la Casa Blanca, a la que se acusa de falta de firmeza para actuar contra un r¨¦gimen, como el de Damasco, demostradamente tir¨¢nico. Obama respondi¨® en la rueda de prensa en San Jos¨¦ que no est¨¢ parado, quieto a la espera de esa comprobaci¨®n, sino dando los pasos que se requieren para poner fin al drama que sufre Siria.
Uno de esos pasos es el de crear una coalici¨®n internacional lo suficientemente amplia como para darle a un ataque en Siria una relativa cobertura de legitimidad. Es casi segura la oposici¨®n de Rusia, que cuenta en ese pa¨ªs con su ¨²nica base en el Mediterr¨¢neo. Tampoco es probable el apoyo de China, con lo que una aprobaci¨®n por el Consejo de Seguridad de la ONU se torna imposible.
Igualmente, el respaldo por parte de sus aliados europeos en la OTAN no parece f¨¢cil. Aunque Francia y el Reino Unido comparten los datos sobre el uso de armas qu¨ªmicas, ven con preocupaci¨®n los peligros de una actuaci¨®n militar. Washington est¨¢ negociando tambi¨¦n la participaci¨®n en una eventual operaci¨®n militar de algunas naciones ¨¢rabes.
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