La industria del porno de California se opone al preservativo obligatorio
Una propuesta de ley que exigir¨ªa a los actores de porno usar condones y otros medios de protecci¨®n ha hecho que el sector amenace con dejar de producir pel¨ªculas en California
Un proyecto de ley, que est¨¢ siendo objeto de estudio en un comit¨¦, obligar¨ªa a los estudios de cine a garantizar la seguridad de los actores frente a las enfermedades de transmisi¨®n sexual mediante el uso de condones u otras barreras de protecci¨®n durante el rodaje. Adem¨¢s, los productores tendr¨ªan que pagar vacunas contra la hepatitis B y an¨¢lisis para descartar otras enfermedades para cualquier empleado que participe en cada pel¨ªcula. La industria del cine para adultos, es decir, el porno, que dice dar trabajo a 10.000 personas en el estado de California y aporta m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares a la econom¨ªa local, ha amenazado con irse si el proyecto se convierte en ley. Seg¨²n algunos c¨¢lculos, el sector produce 11.000 pel¨ªculas al a?o, el 90% rodado en California, y engloba a 200 compa?¨ªas productoras.
Los impulsores de la ley alegan que es necesaria para proteger a los trabajadores, que, seg¨²n varios estudios, padecen un ¨ªndice m¨¢s elevado de enfermedades de transmisi¨®n sexual que las prostitutas legales en Nevada.
La industria del cine para adultos, es decir, el porno, que dice dar trabajo a 10.000 personas en el estado de California y aporta m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares a la econom¨ªa local
El porno producido en California genera entre 9.000 y 13.000 millones de d¨®lares en ingresos brutos a escala nacional, seg¨²n un an¨¢lisis legislativo del proyecto de ley.
Los porn¨®grafos dicen que la norma del preservativo supondr¨ªa una violaci¨®n de su libertad de expresi¨®n protegida por Primera Enmienda y destruir¨ªa la est¨¦tica de una industria que se basa en la fantas¨ªa, la carne y las contorsiones.
¡°La gente no quiere ver una pel¨ªcula en la que los actores lleven condones¡±, dec¨ªa Larry Flynt, el magnate del sector y editor de la revista Hustler, en una entrevista telef¨®nica desde Los ?ngeles. ¡°Es as¨ª de sencillo. Est¨¢n intentando acabar con el sector mediante leyes, pero no van a conseguirlo¡±.
Algunas productoras de porno como Wicked Pictures, con sede en Canoga Park y filmes con t¨ªtulos como El concurso de polvos, ya exigen a sus actores que usen preservativos. Y eso no ha arruinado su negocio.
Los defensores de la salud p¨²blica, como la AIDS Healthcare Foundation, que patrocina el proyecto de ley, llevan mucho tiempo presionando para que en el estado se impongan normas de seguridad en el trabajo dentro del sector del porno. El grupo, cuya sede nacional se encuentra en Los ?ngeles, menciona los brotes de VIH de los 30 ¨²ltimos a?os, entre ellos uno en 2004 que infect¨® a cuatro personas despu¨¦s de que realizaran actos sexuales sin protecci¨®n para una pel¨ªcula.
¡°Nuestro objetivo es, en parte, fomentar las pr¨¢cticas sexuales seguras, y creemos que esto ejerce una influencia negativa¡±, dice por tel¨¦fono el presidente de la Fundaci¨®n, Michael Weinstein. ¡°No podemos ni queremos controlar el contenido de los filmes ni sus di¨¢logos, pero, como entidad de salud p¨²blica, queremos unas pr¨¢cticas sexuales m¨¢s seguras, y esta campa?a sobre el porno ha dado al uso de los preservativos una publicidad que no podr¨ªamos haber logrado con ninguna otra cosa¡±.
Como reacci¨®n a los brotes de VIH, la industria empez¨® a exigir an¨¢lisis peri¨®dicos para los actores y cre¨® una base de datos con los nombres de quienes daban resultados negativos. Tambi¨¦n se apresur¨® a detener los rodajes que estaban en marcha, por ejemplo con una moratoria en 2004 y con interrupciones m¨¢s peque?as en 2010 y 2011.
Los porn¨®grafos dicen que la norma del preservativo supondr¨ªa una violaci¨®n de su libertad de expresi¨®n protegida por Primera Enmienda y destruir¨ªa la est¨¦tica de una industria que se basa en la fantas¨ªa, la carne y las contorsiones
Aun as¨ª, los productores se resisten a que los actores lleven condones, porque dicen que con todos esos protocolos ya instaurados es suficiente.
¡°Tienen m¨¢s probabilidades de contagiarse de VIH por ligar con alguien en un bar de las afueras que en el sector del cine porno¡±, dice Flynt. ¡°Todos los actores se someten a an¨¢lisis. Son las pr¨¢cticas sexuales m¨¢s seguras que existen¡±.
Los que se oponen al proyecto de ley se centran en una frase que afirma que las compa?¨ªas deber¨ªan proteger a los empleados de los pat¨®genos de transmisi¨®n sangu¨ªnea y otros materiales potencialmente infecciosos seg¨²n las regulaciones actuales. Dicen que eso obligar¨ªa a los actores a tomar las mismas precauciones frente a los fluidos corporales que los enfermeros de un servicio de urgencias.
¡°Si se sigue el proyecto de ley al pie de la letra, necesitar¨ªan un traje de protecci¨®n contra sustancias peligrosas¡±, asegura Lydia Lee, una antigua estrella de porno que actuaba con el nombre de Julie Meadows y que hoy es portavoz de la Adult Performers Coalition for Choice (Coalici¨®n de Actores de Cine Adulto por la Libertad de Elecci¨®n), que se opone a la ley.
El proyecto de ley es similar a una medida que los votantes del Condado de Los ?ngeles aprobaron en refer¨¦ndum en 2012, y que exig¨ªa el uso de preservativos para los actos de sexo anal o vaginal durante el rodaje de pel¨ªculas para adultos. La ley contaba con el apoyo de grupos como la American Medical Association (Asociaci¨®n M¨¦dica Americana) y la American Public Health Association (Asociaci¨®n Americana de Salud P¨²blica). Los estudios que deseen rodar en Los ?ngeles tienen que pagar una tarifa y demostrar que los directivos y t¨¦cnicos han hecho un curso de formaci¨®n sobre pat¨®genos de transmisi¨®n sangu¨ªnea.
Antes de que se aprobara esa norma, muchos miembros del sector dec¨ªan que, si sal¨ªa adelante, preferir¨ªan rodar fuera de Los ?ngeles que cumplirla. Seg¨²n Paul Adley, presidente de Film LA, que es el organismo encargado de conceder los permisos para rodar en la ciudad, este a?o no han tenido m¨¢s que dos solicitudes de filmaci¨®n, cuando lo normal es que reciban entre 450 y 500 al a?o.
Los defensores de la salud p¨²blica llevan mucho tiempo presionando para que en el estado se impongan normas de seguridad en el trabajo dentro del sector del porno
¡°Quiz¨¢ es que se han limitado a no pedir los permisos¡±, dice Audley. ¡°Es muy dif¨ªcil descubrir si est¨¢n rodando sin permisos. Pero hemos hablado con otros condados vecinos e incluso otros estados, y sabemos que hay gente rodando all¨ª, y la gente se est¨¢ quejando¡±.
Los encargados de buscar exteriores empezaron enseguida a explorar barrios del Condado de Ventura en busca de viviendas residenciales apropiadas. Un propietario puede ganar entre 100 y 200 d¨®lares la hora o m¨¢s por dejar que su casa se convierta durante unos d¨ªas en un gimnasio sexual.
¡°Necesito casas para rodar una pel¨ªcula en su barrio. Necesitamos espacio para equipos muy peque?os, de cuatro a ocho personas, para rodar entre cuatro y cinco horas o entre 10 y 12. Puede convertirse en algo frecuente si les gusta su casa y si al due?o le parece conveniente¡±, dice uno de los folletos repartidos en el Condado de Ventura.
Linda Parks, elegida para los ¨®rganos de supervisi¨®n del condado de Ventura, dice que este a?o ha empezado a recibir quejas de residentes que ven y oyen a gente desnuda en plenos actos sexuales.
Esas quejas la empujaron a proponer una ordenanza que exige que se practique el sexo de forma segura durante el rodaje de pel¨ªculas para adultos en las zonas de fuera de Los ?ngeles. La junta del condado aprob¨® la medida a principios de este mes y varias ciudades m¨¢s de la regi¨®n han hecho lo mismo.
¡°No me importa nada que eso les obligue a marcharse a otro sitio¡±, dice Parks en una entrevista telef¨®nica. ¡°Si resulta que no pueden rodar en estos barrios residenciales, pues estupendo¡±.
Como reacci¨®n a los brotes de VIH, la industria empez¨® a exigir an¨¢lisis peri¨®dicos para los actores y cre¨® una base de datos con los nombres de quienes daban resultados negativos
Vivid Entertainment, que tiene t¨ªtulos como Dulce y natural y ?ngeles del sexo, present¨® en enero ante el tribunal federal una demanda contra la Medida B, con el argumento de que infringe la libertad de expresi¨®n consagrada en la Primera Enmienda a la Constituci¨®n. Se espera que la vista se celebre en junio.
La compa?¨ªa, con sede en Los ?ngeles, dice que, desde los a?os noventa, la industria ha puesto en pr¨¢ctica un programa que exige pruebas de VIH, y que los productores ¡°m¨¢s ajetreados¡± obligan a realizarlas cada 14 d¨ªas.
¡°Ning¨²n productor serio de pel¨ªculas para adultos permite que participe en su film un actor sin una confirmaci¨®n reciente de que no tiene VIH, y ning¨²n actor aceptar¨ªa rodar sin confirmar que su pareja tambi¨¦n ha dado un resultado negativo¡±, asegura Matthew Patterson, abogado de Vivid en el bufete de Davis Wright Tremaine, que, seg¨²n se dice, est¨¢ preparando una serie de querellas.
El presidente de Vivid, steve Hirsch, no ha querido hacer comentarios mientras la cuesti¨®n est¨¦ sub j¨²dice. En febrero declar¨® a una revista de Ventura que, despu¨¦s de la epidemia de 1998, la productora exigi¨® durante un tiempo el uso de condones y las ventas cayeron un 30%.
¡°Dejando aparte, claro est¨¢, los sentimientos de repugnancia, hay motivos para no querer expulsar de California a uno de los sectores de la industria del espect¨¢culo que tiene verdadero ¨¦xito¡±, dice Jeffrey Douglas, presidente de Free Speech Coalition (Coalici¨®n por la Libertad de Expresi¨®n), la asociaci¨®n comercial de los productores de porno. ¡°Esta es una industria que ha beneficiado siempre mucho al estado de California¡±.
Con informaciones de Karen Gullo desde San Francisco.
? 2013 Bloomberg News
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia
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