Los reformistas levantan cabeza en la recta final de la campa?a iran¨ª
Rohan¨ª es la opci¨®n de los que desean mayores libertades y el fin del aislamiento internacional
![?NGELES ESPINOSA (ENVIADA ESPECIAL)](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F32bb7ff4-537e-43ea-9dab-0cb3f83ba60b.png?auth=fe7906998c48e4418837148be26d16b394f20655dd6a58f57c74c79fe3150bd9&width=100&height=100&smart=true)
![El candidato Hassan Rohani saluda a sus partidarios en un mitin en Shiraz.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SSHJQAT5BDMNQUTKZ3JNUOO7SE.jpg?auth=4d5a98cf64fb663cbb1529bb50adc69d6fa308be4177858e74269f400cd6fd70&width=414)
¡°?A qui¨¦n vais a votar?¡±, pregunta el maestro de ceremonias en el estadio Heydarniya. ¡°A Yalil¨ª¡±, responden al un¨ªsono varios miles de entregados basiy¨ªs, la organizaci¨®n popular que constituye la espina dorsal del r¨¦gimen isl¨¢mico. A apenas medio kil¨®metro de all¨ª, en la plaza de Palestina, una multitud similar promete hacer presidente a Mohamed Qalibaf. Son los dos candidatos que parecen contar con m¨¢s posibilidades entre los seis que concurren a las elecciones iran¨ªes de este viernes. Pero, dependiendo de la participaci¨®n, el ¨²nico candidato que se distancia del conservadurismo de ambos, Hasan Rohan¨ª, puede dar una sorpresa.
Aunque a primera vista parezca que todo est¨¢ atado y bien atado, en Ir¨¢n siempre hay margen para imprevistos. Cada grupo de inter¨¦s sigue maniobrando hasta el ¨²ltimo minuto para situarse lo mejor posible en el reparto de poder. Y si bien es cierto que sea quien sea el elegido es improbable que traiga cambios significativos en asuntos clave para Occidente como la pol¨ªtica nuclear o el apoyo al r¨¦gimen sirio, tambi¨¦n lo es que los matices pueden ser importantes para los iran¨ªes.
Despu¨¦s de cuatro a?os de obligado silencio y cuando la mayor¨ªa daba por borrados del mapa a los reformistas, muchos iran¨ªes han encontrado un inesperado representante en Rohan¨ª. El ¨²nico cl¨¦rigo en la carrera electoral no es un reformista, aunque algunos medios oficiales le tilden de tal para dar la impresi¨®n de que se elige entre un abanico m¨¢s amplio. Sin embargo, empieza a intuirse una maniobra de esos sectores apartados del poder tras la pol¨¦mica reelecci¨®n de Mahmud Ahmadineyad en 2009 para intentar frenar a los ultras y no ser del todo irrelevantes.
Tras el veto a la candidatura del expresidente Ali Akbar Hachemi Rafsanyani, los reformistas han sacrificado al ¨²nico candidato que proced¨ªa de sus filas, pero que carec¨ªa de carisma. Mohamed Aref, que fue vicepresidente con Mohamed Jatam¨ª, renunci¨® el martes a favor de Rohan¨ª. Poco despu¨¦s, tanto Jatam¨ª como Rafsanyani manifestaban su intenci¨®n de votar por ¨¦l, lo que para sus seguidores supone una indicaci¨®n clara.
El l¨ªder supremo de la revoluci¨®n, Ali Jamenei, no se ha pronunciado a favor de ninguno de los contendientes
Ayer, cuando los seguidores de Qalibaf y de Yalil¨ª sal¨ªan de sus respectivos m¨ªtines, un nutrido grupo de simpatizantes de Rohan¨ª (que cerr¨® la campa?a en Mashhad) coreaba esl¨®ganes en la plaza de Val-i-Asr. Entre todos bloquearon el tr¨¢fico del centro de Teher¨¢n durante horas.
Rohan¨ª se ha convertido en la ¨²ltima esperanza de aquellos iran¨ªes que desean mayores libertades y el fin del aislamiento internacional de su pa¨ªs. Pero m¨¢s que el resultado que pueda lograr, lo que est¨¢ en juego es si los reformistas y los moderados (tambi¨¦n llamados centristas o pragm¨¢ticos) pueden unirse y hacerse o¨ªr.
No todo el mundo est¨¢ convencido. Muchos perdieron la esperanza tras los incidentes de 2009 y piensan quedarse en casa el viernes. Sin embargo, destacados reformistas han declarado su intenci¨®n de votar porque, como ha explicado el conocido periodista Abas Abdi en su blog, ¡°los l¨ªderes clave no solo fracasaron en lograr la reforma debido a su eliminaci¨®n [de la escena pol¨ªtica], sino que m¨¢s que nunca tambi¨¦n redujeron su impacto en la sociedad¡±. La perspectiva de que Ir¨¢n se convierta en otra Siria debido a sus divisiones internas tambi¨¦n ha calado.
¡°Reformistas y centristas han aprendido que las instituciones poderosas y la gente que es amenazada puede reaccionar con cierta dosis de violencia si perciben la amenaza como existencial¡±, ha escrito la analista Farideh Farhi.
De hecho, los principalistas, como se denomina el sector cada vez m¨¢s reducido de conservadores que copa el poder, parecen reconocer el potencial que hay detr¨¢s del gesto de sus rivales. En un signo de su preocupaci¨®n por esa alianza en apoyo de Rohan¨ª, diversas voces han pedido que sus candidatos se unan para concentrar el voto. Anoche eso no hab¨ªa sucedido, lo que para algunos observadores significa que, en contra de la opini¨®n generalizada, el l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Ali Jamenei, no ha intervenido a favor de uno concreto.
Yalil¨ª y Qalibaf compiten por el voto conservador con el antiguo jefe de la diplomacia, Ali Akbar Velayati, que tiene poco tir¨®n popular pero cuenta con el respaldo de dos asociaciones de cl¨¦rigos, y con Mohsen Rezai, un exjefe de los Pasdar¨¢n al que los medios oficiales presentan como independiente. Todos ellos han criticado a Yalil¨ª por su oposici¨®n al compromiso en las negociaciones nucleares. Sin embargo, entre los asistentes al mitin del estadio Heydarniya no hay duda de que esa es la postura correcta.
¡°Voy a votar a Yalil¨ª porque no cede ante Estados Unidos y apoya al l¨ªder supremo¡±, explica una pizpireta Nazanin Norowzi, de 22 a?os, estudiante de pintura y miembro de los basiy¨ªs, con cuya unidad ha acudido al estadio. En las anteriores elecciones respald¨®, como la mayor¨ªa de quienes la rodean, a Mahmud Ahmadineyad y por el mismo motivo, su proximidad al l¨ªder y su defensa del sistema de gobierno isl¨¢mico.
Las relaciones exteriores solo pueden ir a mejor
¡°Gane quien gane, las relaciones con el exterior van a mejorar¡±, asegura Babak Musavifard, profesor de la Universidad Azad. Este soci¨®logo remite a los debates electorales en los que todos los candidatos, a excepci¨®n de Said Yalil¨ª, se mostraron partidarios de mejorar las relaciones diplom¨¢ticas para buscar una salida al atolladero nuclear.
Es sabido que la ¨²ltima palabra en ese terreno no la tiene el presidente de la Rep¨²blica sino el l¨ªder supremo de la revoluci¨®n, el ayatol¨¢ Ali Jamenei. Sin embargo, tambi¨¦n es err¨®neo descartar al jefe del Gobierno como una figura sin ning¨²n poder. A ¨¦l le corresponde la gesti¨®n de los asuntos internos, en especial la econom¨ªa, un asunto clave cuando el pa¨ªs, que es el quinto exportador de petr¨®leo del mundo, no puede cobrar sus ventas debido a las sanciones financieras internacionales.
El presidente es tambi¨¦n la cara p¨²blica de Ir¨¢n en el mundo, ya que el l¨ªder no viaja al extranjero. El deterioro de la imagen internacional de Ir¨¢n durante el mandato de Mahmud Ahmadineyad es una de las razones por las que muchos iran¨ªes piensan que cualquiera de sus sucesores no puede ser peor. Esperan que al menos cambie la forma de relacionarse con otros pa¨ªses y que repare el da?o que caus¨® el estilo provocativo de aquel.
¡°Si el elegido fuera Qalibaf, Rohan¨ª o Velayati, sin duda que habr¨ªa posibilidades de limar aristas en las relaciones internacionales, aunque la soluci¨®n de nuestro problema con Occidente no va a venir por ah¨ª; pero si el que se hace con la presidencia es Yalil¨ª, la situaci¨®n a¨²n puede empeorar m¨¢s¡±, discrepa un polit¨®logo que le trat¨® antes de que fuera nombrado jefe negociador nuclear. ¡°A diferencia de Ahmadineyad que era un oportunista populista, Yalil¨ª es un convencido de la causa sin espacio para la duda¡±, concluye.
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