Despedida por la puerta de atr¨¢s
Tras 20 a?os de reinado Alberto II abdica tocado por el esc¨¢ndalo de su hija ileg¨ªtima y por las maniobras de la Reina Fabiola para no pagar impuestos
?En qu¨¦ familia no hay una t¨ªa que tenga sus problemillas con Hacienda; un padre ligero de cascos al que le aparezca una hija ileg¨ªtima; un hijo introvertido del que se dude sobre sus capacidades para hacerse cargo del negocio familiar; o un hermano metepatas que enerve a los que le rodean haga lo que haga? El problema llega cuando la t¨ªa en cuesti¨®n es la viuda del anterior Rey; el padre ocupa la jefatura del Estado desde hace 20 a?os; y el hijo est¨¢ a punto de subir al trono. Si adem¨¢s los apa?os fiscales de la anciana Reina enfurecen al Gobierno hasta hacerle modificar la ley de financiaci¨®n de la familia real, es cuando se empieza a calibrar la magnitud del terremoto que ha vivido la monarqu¨ªa belga en los ¨²ltimos meses.
Muchos ciudadanos consideran que Alberto II ha sido un Rey mejor de lo que esperaban cuando hace 20 a?os sustituy¨® inesperadamente a su hermano, el querido Balduino. Ayer mismo en los pasillos del Parlamento Europeo, el l¨ªder liberal y primer ministro belga durante nueve a?os Guy Verhofstadt recordaba c¨®mo su sencillez y sentido del humor conquistaron a su pueblo. Pero la mala suerte ha querido que su adi¨®s coincida con uno de los momentos peores para la popularidad de su familia; y con una situaci¨®n pol¨ªtica especialmente complicada. En menos de un a?o B¨¦lgica celebrar¨¢ unas elecciones de resultado incierto.
¡°Fue un shock comprobar que la Reina ten¨ªa una fundaci¨®n ultraconservadora que serv¨ªa para que sus descendientes pagaran menos impuestos. Hoy por hoy, el mayor peligro de la monarqu¨ªa belga pueden ser sus propios miembros¡±, asegura desde su despacho el diputado socialista Christophe Lacroix. ¡°Es cierto que la familia ha pasado por una tempestad. Pero no se puede comparar con los problemas que, por ejemplo, tiene la Casa Real espa?ola¡±, matiza el periodista de La libre Belgique Christian Laporte.
Los problemas comenzaron a principios de a?o, cuando se comenz¨® a hablar de la fundaci¨®n creada por la hasta entonces muy popular Reina Fabiola para que sus sobrinos pudieran heredar sus bienes sin pasar por el fisco. El primer ministro, el socialista franc¨®fono Elio di Rupo, reconoci¨® en p¨²blico su ¡°profundo malestar¡±. Pese a tratarse de un instrumento legal, muchos belgas reclamaban a la anciana una actitud m¨¢s ¨¦tica y est¨¦tica.
¡°Estoy profundamente afectada por las incomprensiones y reacciones tan negativas¡±, asegur¨® la muy religiosa, cercana al Opus Dei, Fabiola en el comunicado en el que anunciaba su renuncia a la fundaci¨®n. Pero esta decisi¨®n no impidi¨® que el Gobierno sacara del congelador la reforma para reducir el dinero p¨²blico que recibe la familia real y obligarles a pagar impuestos. La espa?ola que en 1960 se cas¨® con Balduino logr¨® algo que parec¨ªa imposible en un pa¨ªs dividido en dos: poner de acuerdo a ocho partidos (franc¨®fonos y flamencos; de izquierdas y derechas) para impulsar un cambio que pol¨ªticos y periodistas consideran hist¨®rico.
La m¨¢s afectada fue la propia viuda de Balduino: de embolsarse el a?o pasado 1,4 millones de euros pasar¨¢ a 461.000. Los hermanos del futuro monarca, Lorenzo y Astrid, se salvaron de perder sus m¨¢s de 300.000 euros anuales, pero ser¨¢n los ¨²ltimos pr¨ªncipes no herederos que puedan vivir sin trabajar. Adem¨¢s, toda la familia, excepto el Rey, empezar¨¢ a pagar impuestos.
Todos los partidos estaban de acuerdo en recortar los gastos de la familia que encarna la unidad del pa¨ªs, pero cada uno por motivos distintos. ¡°Los nacionalistas flamencos aprueban la reforma para quitarse de en medio al rey como medio de acabar con B¨¦lgica. Yo, como socialista franc¨®fono me considero republicano, pero la monarqu¨ªa es el mejor s¨ªmbolo de nuestra unidad¡±, aclara el diputado Lacroix.
Cuesta imaginar un momento m¨¢s inoportuno para el estallido del esc¨¢ndalo. Hace meses que se especulaba con la posibilidad de que Alberto II, un rey cansado, anunciara que le ced¨ªa el testigo a su hijo, el pr¨ªncipe Felipe. Los defensores de esta idea se ve¨ªan reforzados por el ejemplo de los vecinos holandeses, o incluso por el caso del Papa Benedicto XVI. ¡°Est¨¢ claro que Alberto II quiere ceder el testigo a su hijo. Ya no tenemos un Rey a tiempo completo¡±, dec¨ªa hace unos d¨ªas el historiador Vicent Dujardin.
Este paso no tendr¨ªa mayor importancia si no sucediera un a?o antes de las elecciones en un pa¨ªs que se toma con una paciencia inusual la formaci¨®n de Gobierno. En los ¨²ltimos comicios, celebrados en junio de 2010, tuvieron que pasar 535 d¨ªas para que Di Rupo articulara una mayor¨ªa parlamentaria suficiente. Muchos temen que el inexperto pr¨ªncipe Felipe carezca de las habilidades para engrasar la siempre tortuosa pol¨ªtica belga para encontrar un Gobierno que dirija el pa¨ªs en tiempos de crisis. ¡°Me parece un buen momento para la abdicaci¨®n, as¨ª tendr¨¢ tiempo para establecer contactos¡±, aseguraba ayer en la Euroc¨¢mara el ex primer ministro Jean-Luc Dehaene.
Felipe, un hombre distante, introvertido y taciturno, que no despierta las simpat¨ªas de su padre, es una inc¨®gnita. Aunque muchos recuerdan que hace 20 a?os tambi¨¦n se oyeron voces que pon¨ªan en duda la capacidad del hoy Rey para suceder a su hermano.
El heredero ha aprendido de sus errores. El Gobierno ya no le tiene que llamar la atenci¨®n por ser demasiado franco en sus declaraciones, como ocurr¨ªa a mediados de la d¨¦cada pasada. Las entrevistas que concede son ahora m¨¢s planas e institucionales. Y cuando acapara la atenci¨®n medi¨¢tica suele ser por informaciones con tintes sensacionalistas, como la supuesta homosexualidad que destap¨® el a?o pasado el periodista Fr¨¦deric Deborsu. ¡°El d¨ªa que Matilde dijo s¨ª a mi propuesta de matrimonio fue el m¨¢s feliz de mi vida¡±, dijo en una inusual respuesta. La Casa Real present¨® una queja ante el organismo que vela por la ¨¦tica period¨ªstica en B¨¦lgica. Felipe, de 53 a?os, lleva tiempo diciendo que se siente preparado para acceder al cargo para el que le prepar¨® su t¨ªo ¡ªy Rey¡ª Balduino. Ahora podr¨¢ demostrar si es cierto.
Los Sajonia-Coburgo y Gotha han tenido ¨²ltimamente m¨¢s quebraderos de cabeza. No era un secreto que Alberto II hab¨ªa llevado una vida muy distinta de la su beat¨ªfico hermano. El actual rey tan solo lleg¨® al trono porque Balduino y Fabiola, tras pasar por cinco abortos, no lograron tener ning¨²n hijo; y tanto ¨¦l como su mujer, la italiana Paola, tuvieron una vida extramarital movida.
El propio Rey insinu¨® sus infidelidades en el discurso que dirigi¨® a la naci¨®n en la Navidad de 1999, cuando mencion¨® los problemas por los que hab¨ªa pasado su matrimonio. Hace a?os que se sab¨ªa que hab¨ªa tenido una ni?a con la baronesa Sybille de Selys Longchamps. Pero la hija ileg¨ªtima, Delphine Bo?l, ha reaparecido ahora en todos los informativos del pa¨ªs para reclamar una prueba de paternidad. Ser¨¢n sus supuestos hermanos los que se sometan a la prueba de ADN, ya que Alberto II, como Rey de los belgas, goza de inmunidad.
Por si esto fuera poco, el hijo menor de los reyes, Lorenzo, ha vuelto a soliviantar los ¨¢nimos. Invitado por una ONG defensora del medio ambiente, viaj¨® a Israel para participar en un proyecto de plantaci¨®n de ¨¢rboles. Hasta aqu¨ª, nada extraordinario. Pero varias asociaciones de derechos humanos protestaron porque la supuesta organizaci¨®n ben¨¦fica tiene tintes sionistas y se ocupa de reforestar territorios palestinos.
Llueve sobre mojado porque Lorenzo ¡ªadem¨¢s de ser acusado de maltrato por su exnovia o de montar esc¨¢ndalos en los aviones para viajar en business¡ª ya enfureci¨® al Gobierno y a la Casa Real el a?o pasado por viajar sin permiso a Congo. En esta ocasi¨®n, el ministro de Asuntos Exteriores s¨ª que hab¨ªa autorizado la excursi¨®n a Oriente Medio.
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