La deportaci¨®n del islamista Abu Qutada desata el debate en Reino Unido

La deportaci¨®n este fin de semana del cl¨¦rigo islamista Ab¨² Qutada ha reabierto en Reino Unido el debate sobre la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos. Qutada fue trasladado a primera hora del domingo a Jordania tras una batalla legal que empez¨® en 2005 y que ha costado 1,7 millones de libras (casi dos millones de euros) a los contribuyentes.

Palestino de nacimiento y con nacionalidad jordana, Qutada fue condenado en ausencia en Jordania en 1999 de diversas acusaciones de terrorismo y ha pasado largas temporadas en la c¨¢rcel o bajo arresto domiciliario en Londres. Las autoridades brit¨¢nicas le acusan de actividades terroristas pero nunca han querido procesarle para no desvelar c¨®mo han obtenido los servicios secretos las pruebas en las que basan sus sospechas.

Internado indefinidamente por los laboristas en tiempos de Tony Blair, la legislaci¨®n que permit¨ªa ese encarcelamiento sin proceso judicial fue derogada a instancias de la C¨¢mara de los Lores. La v¨ªa alternativa de deportarle a Jordania fue paralizada durante a?os por los abogados del cl¨¦rigo, ampar¨¢ndose en la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos con el argumento central de que su cliente corr¨ªa el riesgo de que se utilizaran contra ¨¦l pruebas obtenidas bajo tortura. Eso oblig¨® al Gobierno brit¨¢nico a firmar un nuevo convenio de extradici¨®n con Jordania que subrayaba la prohibici¨®n de utilizar ese tipo de pruebas en el proceso contra Qutada en ese pa¨ªs.

El cl¨¦rigo, que en mayo sorprendi¨® al anunciar que aceptar¨ªa la extradici¨®n cuando el convenio entrara en vigor, fue trasladado ante el juez en Amman nada m¨¢s llegar a media ma?ana del domingo a Jordania.

Su deportaci¨®n ha reforzado a la ministra del Interior, Theresa May, cuyo ascenso en la pol¨ªtica brit¨¢nica es visto desde hace ya tiempo como un amenaza al debilitado primer ministro David Cameron. May celebr¨® la deportaci¨®n de Qutada y la atribuy¨® a ¡°la determinaci¨®n de este Gobierno de verle en un avi¨®n¡±. El cl¨¦rigo fue enviado a Jordania en un jet privado que parti¨® de la base de la fuerza a¨¦rea en Northolt, cerca de Oxford.

Su marcha ha reabierto el debate sobre la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos. La ministra May, que en su d¨ªa defendi¨® que los brit¨¢nicos abandonaran una convenci¨®n de la que son socios fundadores, ha insistido en la necesidad de reformarla para facilitar la deportaci¨®n de extranjeros indeseables. Y Cameron opt¨® por ¡°no descartar nada¡± en lo que se refiere al futuro de ese texto legal.

Pero otros ven el largo proceso contra Ab¨² Qutada como un triunfo del Estado de Derecho. ¡°El ¨¦xito de los jueves brit¨¢nicos es que el Gobierno jordano ha hecho un cambio en sus leyes que se aplica a Othman [Qutada] y a nadie m¨¢s. En su caso la carga de la prueba obliga ahora a la fiscal¨ªa que cualquier acusaci¨®n presentada contra ¨¦l en los tribunales no se haya obtenido bajo tortura ni bajo ning¨²n otro tipo de malos tratos, al rev¨¦s de lo que ocurr¨ªa antes¡±, se?ala la activista Victoria Brittain en un art¨ªculo en The Guardian.