Alemania se queda sin ni?os

La nueva atracci¨®n pol¨ªtica de Berl¨ªn mide 70 metros de largo y 20 de ancho, cubre la pared de un edificio en construcci¨®n en un costado de la Estaci¨®n central de ferrocarriles y solo muestra las manos de Angela Merkel, con los dedos juntos en forma de rombo, un gesto recurrente cuando la canciller posa ante las c¨¢maras. El gigantesco cartel est¨¢ acompa?ado de otro m¨¢s peque?o donde se lee una frase sugerente: ¡°El futuro de Alemania en buenas manos¡±. El mensaje es elocuente y encierra la ¨²ltima apuesta de la CDU de Merkel, bautizada tambi¨¦n como la ¡°madre¡± de la naci¨®n. La de que es capaz de conducir a su pa¨ªs de la mano a trav¨¦s de la crisis hacia un futuro mejor.

?El futuro de Alemania en buenas manos? ¡°Ser¨¢ un futuro bueno para ella y su partido, pero para nosotros, el futuro que nos depara la pol¨ªtica familiar de este Gobierno es m¨¢s bien oscuro¡±, dicen Francisco, un inform¨¢tico espa?ol y su esposa Angela, una joven alemana embarazada de siete meses. ¡°Este gobierno, para fomentar la natalidad, crea herramientas absurdas que solo sirven para alejar a las madres del mercado laboral¡±.

El futuro que les depara el Gobierno de Merkel a Francisco y Angela y, como a ellos, a cientos de miles de j¨®venes parejas que desean formar una familia, por decirlo de forma elegante es incierto. Alemania, a pesar de destinar cientos de millones de euros cada a?o al conjunto de las pol¨ªticas para fomentar la natalidad y proteger a las familias, consideradas un verdadero santuario nacional, ha conseguido despertar la inseguridad y, muchas veces, rabia.

El Estado subvenciona a los padres que cuidan a sus hijos en casa por la falta de guarder¨ªas

Desde el 1 de agosto pasado, cada ni?o de uno a tres a?os tiene derecho por ley a una plaza en un jard¨ªn infantil. A partir de esta misma fecha, los padres que renuncien a enviar a sus ni?os al Kindergarten para cuidarlos en casa recibir¨¢n 100 euros mensuales. La idea no es mala pero encierra dos trampas que nadie es capaz de resolver. Seg¨²n el grupo KITA, que representa los intereses de los educadores infantiles y los padres de familia, el caos est¨¢ garantizado porque hay un d¨¦ficit de 220.000 puestos en las guarder¨ªas p¨²blicas y 20.000 educadoras. Para impedir una revuelta nacional, el Gobierno cre¨® la figura del Elterngeld, un subsidio para los padres que renuncian a sus trabajos para cuidar a sus hijos en casa. La ayuda oscila entre los 350 y 1.800 euros mensuales durante 14 meses.

Angela lleva un mes buscando una plaza para cuando su futuro hijo tenga 13 meses. ¡°Todas las guarder¨ªas a las que he llamado me dicen que hay una larga lista de espera. Ahora soy una mujer que trabaja. Cuando nazca mi hijo ser¨¦ solo madre¡±, dijo. ¡°Si aceptamos los subsidios que ofrece el gobierno nos cerramos las puertas del mercado laboral¡±. Angela y su esposo Francisco est¨¢n convencidos de que la multimillonaria inversi¨®n del Gobierno para apoyar a las familias, en lugar de premiar la abnegaci¨®n de las madres en el hogar, deber¨ªa ser invertida en dotar al pa¨ªs de suficientes guarder¨ªas y en educaci¨®n. A esta misma conclusi¨®n lleg¨® un grupo de expertos que escribi¨® un informe para el Ministerio de la Familia y que lleg¨® a manos de la revista Der Spiegel.

El estudio, que nunca vio la luz por razones electorales, concluy¨® que los multimillonarios subsidios no han logrado incrementar la tasa de natalidad y, peor a¨²n, adem¨¢s de alejar a las mujeres con una buena formaci¨®n profesional del mercado laboral, profundizaron el desequilibrio social. ¡°Los subsidios tienen un efecto contraproducente¡±, se?ala el informe, que recomienda eliminar las ventajas fiscales que permiten ahorrar impuestos al c¨®nyuge que m¨¢s gana en hogares de dos ingresos y el dinero se destine a promover las guarder¨ªas y los colegios, dos medidas que podr¨ªan facilitar el ingreso de la mujer al mercado laboral en una sociedad que fomenta que las madres se queden en casa con sus hijos.

La Oficina Federal de Estad¨ªsticas afirma que la poblaci¨®n alemana se mantiene relativamente estable gracias a la inmigraci¨®n

La pol¨ªtica familiar del Gobierno y los miles de millones de euros tampoco tuvo efecto en revertir una peligrosa tendencia que ha convertido a la mujer alemana en la que menos hijos tiene en toda Europa. Cada mujer procrea 1,36 hijos en Alemania. La oficina Federal de Estad¨ªstica registr¨® que Alemania hab¨ªa perdido 1,5 millones de habitantes. Si la tendencia contin¨²a, en 2060 Alemania solo tendr¨¢ 68 millones de habitantes. A pesar de los subsidios, el 20% de las alemanas nacidas entre 1960 y 1964 no tienen hijos y un 22% solo tiene uno, una tendencia que empeora cuando la mujer tiene un alto nivel de estudios. El Instituto de Investigaci¨®n Econ¨®mica de Berl¨ªn (DIW) descubri¨® recientemente que un 25% de las mujeres con estudios superiores no tiene hijos y el porcentaje disminuye a un 15% entre las mujeres sin estudios.

La Oficina Federal de Estad¨ªsticas maneja otras cifras igual de preocupantes e indica que ¡°la poblaci¨®n alemana ha logrado mantenerse relativamente estable gracias a la inmigraci¨®n¡±.

La pol¨ªtica familiar que aplica el pa¨ªs y la lluvia de millones que destina el gobierno, al parecer, sin resultados concretos, a pesar de su candente actualidad ha pasado casi desapercibida en la campa?a electoral. El Gobierno, bajo la premisa tradicional que se?ala que ¡°el pap¨¢ gana el dinero y la mam¨¢ se ocupa del hogar y de los ni?os¡± insiste en las transferencias multimillonarias. El SPD, en cambio, ofrece m¨¢s ayudas a las familias de bajos ingresos y quiere fomentar la creaci¨®n de una vasta y moderna red de guarder¨ªas, adem¨¢s de crear m¨¢s escuelas de jornada.

¡°La inseguridad, incluso el miedo a la hora de formar una familia, es enorme¡±, admite el profesor Ulrich Reinhardt, director de la Fundaci¨®n BAT que se ocupa de analizar los desaf¨ªos del futuro. ¡°Uno de cada dos alemanes se queja de que no hay suficientes guarder¨ªas, pero tambi¨¦n temen que tener hijos les pueda afectar en su carrera profesional¡±.