Brasil se prepara para una nueva gran manifestaci¨®n este s¨¢bado

Brasil podr¨ªa vivir este s¨¢bado, 7 de septiembre, fiesta de la Independencia, su segunda gran manifestaci¨®n?convocada a trav¨¦s de las redes en 172 ciudades del pa¨ªs.

En Internet m¨¢s de medio mill¨®n de personas han manifestado su prop¨®sito de salir de nuevo a la calle para exigir al Gobierno mejor calidad de vida y menos corrupci¨®n pol¨ªtica y han sido distribuidos cinco millones de invitaciones para participar en la que ha sido llamada la ¡°mayor manifestaci¨®n popular vivida hasta ahora en Brasil¡±.

Sin embargo, existe una gran inc¨®gnita sobre la presencia real de la gente en la calle. Hay quien piensa que las manifestaciones vividas el pasado junio ya no volver¨¢n a repetirse, porque una serie de grupos extremistas de izquierdas y de derechas acabaron ocupando calles y plazas con manifestaciones diarias pero minoritarias y violentas en las que destrozaron lo que ellos llaman ¡°s¨ªmbolos del capitalismo¡±, como agencias bancarias, agencias de autom¨®viles de lujo y sedes de instituciones pol¨ªticas

Seg¨²n las ¨²ltimas encuestas, el 63% de la gente cree que la concentraci¨®n tendr¨¢ lugar y que ser¨¢ masiva en todo el pa¨ªs. Y el 88% las aprueba a pesar de condenar los actos de vandalismo llevados a cabo por esos grupos extremistas.

El soci¨®logo espa?ol Manuel Castells, en Brasil, piensa que est¨¢n en curso desde junio, cuando se dijo que el ¡°gigante se hab¨ªa despertado¡±, dos manifestaciones llamadas a perpetuarse: la de la calle, que tendr¨¢ sus picos de masa y otros minoritarios, y la que sigue viva en las redes sociales, que es permanente y casi se ha institucionalizado, exigiendo a los gobernantes mejoras de los servicios p¨²blicos, de la pol¨ªtica de educaci¨®n y sanidad para todos y no s¨®lo para un grupo de privilegiados.

Tras la experiencia de junio pasado, cuando las autoridades pol¨ªticas y de seguridad fueron cogidas de sorpresa y no supieron c¨®mo reaccionar sobre todo ante los grupos violentos que llegaron a destruir parte del edificio del Ministerio de Asuntos exteriores y que intentaron invadir el Congreso y quemar la sede del Gobierno de R¨ªo de Janeiro, esta vez el poder se ha organizado mejor.

Artistas y acad¨¦micos han pedido a los j¨®venes paz en las manifestaciones y a las fuerzas del orden que, a¨²n impidiendo posibles actos de violencia, se comporten democr¨¢ticamente y sin excesos. Figuran entre ellos m¨²sicos como Caetano Veloso, Chico Buarque y Sidney Waismann o escritores como Zuenir Ventura. "Los j¨®venes deben entender que las manifestaciones pac¨ªficas son mucho m¨¢s fructuosas que las violentas" escriben. El manifiesto firmado por 25 nombres de fama afirma: "La sociedad ve en estas manifestaciones una de las cosas m¨¢s importantes acontecidas en el pa¨ªs en los ¨²ltimos a?os".

Uno de los lugares cr¨ªticos de las manifestaciones ser¨¢ Brasilia, donde se celebrar¨¢, por la ma?ana, presidido por presidenta Dilma Rousseff, el desfile anual de la fiesta de la Independencia, y por la tarde el partido amistoso Brasil-Australia en el pol¨¦mico estadio Man¨¦ Garrincha que cost¨® cerca de 500 millones de d¨®lares y que ya fue escenario de violencia en las pasadas manifestaciones con motivo de la inauguraci¨®n de la Copa de las Confederaciones.

Tanto los ministerios como el estadio estar¨¢n esta vez cercados por m¨¢s de 8.000 polic¨ªas militares y por la Fuerza Nacional y ser¨¢n prohibidas las m¨¢scaras que oculten el rostro de los manifestantes.

Otra de las inc¨®gnitas ser¨¢ saber si, como en junio pasado, los manifestantes impedir¨¢n los s¨ªmbolos de los partidos pol¨ªticos en las calles o si esta vez tambi¨¦n saldr¨¢n militantes y seguidores de los movimientos sociales de izquierdas. Por ejemplo, el Partido de los Trabajadores (PT) que es el partido del gobierno, ha pedido a sus militantes que salgan para defender al Gobierno.

Se puede decir que, m¨¢s que un programa organizado de protestas, cada ciudad presentar¨¢ sus reivindicaciones, que forman un gran abanico, aunque hay dos o tres que aparecen en todas, como que los 25 condenados en el proceso del mensal?o ingresen ya en la c¨¢rcel sin m¨¢s dilaciones, la lucha contra la corrupci¨®n pol¨ªtica, el fin del voto secreto en el Congreso, la reforma fiscal y mejoras en los transportes, la educaci¨®n y en la sanidad.

Esta noche ya hab¨ªa grupos de j¨®venes acampados cerca de donde se celebrar¨¢ en Brasilia el desfile militar que pasar¨¢n all¨ª la noche. Esa atipicidad de no presentar un ¨²nico programa de reivindicaciones como suelen hacer los sindicatos sino un ¡°abanico de insatisfacciones¡±, como escribi¨® un diario, se debe, seg¨²n Luiz Werneck Viana, catedr¨¢tico de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Cat¨®lica (PUC) de R¨ªo a lo que ¨¦l llama la ¡°exclusi¨®n de los j¨®venes de los procesos de participaci¨®n pol¨ªtica¡±.

Seg¨²n Werneck, ¡°las d¨¦cadas en las que la juventud brasile?a qued¨® marginada en la pol¨ªtica est¨¢n ahora cobr¨¢ndose el precio¡±.

Los j¨®venes sobre todo, estar¨ªan luchando por ¡°temas anacr¨®nicos y difusos¡±, como resultado de su ¡°exclusi¨®n de la vida pol¨ªtica¡± por mucho tiempo. Ahora querr¨ªan participar directamente intentando cambiarlo todo a la vez.

Ma?ana se podr¨¢n despejar mejor muchas de las inc¨®gnitas que presenta la convocada manifestaci¨®n que podr¨ªa repetir la de junio pasado o quedarse en agua de borrajas si la calle fuera ocupada solo por los grupos violentos.