El segundo fracaso de Napolitano
El presidente italiano vuelve a chocar con el boicot de Berlusconi como le ocurri¨® en el Gobierno t¨¦cnico de Monti
Todo este desastre empez¨® un 22 de abril. Aquel d¨ªa, por primera vez en la historia, un presidente de la Rep¨²blica italiana repet¨ªa mandato. Despu¨¦s de dos meses sin que los partidos pol¨ªticos lograran ponerse de acuerdo ni para formar un Gobierno ni para elegir a un nuevo jefe del Estado, Giorgio Napolitano, de 87 a?os, acept¨® continuar seis a?os m¨¢s. Delante de los parlamentarios que le hab¨ªan dado su confianza dos d¨ªas antes ¡ªen una tarde de presagios en la que Silvio Berlusconi sonri¨® y al fallido l¨ªder de la izquierda, Pier Luigi Bersani, se le saltaron las l¨¢grimas¡ª, Napolitano advirti¨®: ¡°Tengo el deber de ser franco. Si me vuelvo a encontrar ante insensibilidades como aquellas contra las que he chocado en el pasado, no dudar¨¦ en exponer las consecuencias ante el pa¨ªs¡±. Ante el aplauso cerrado y en apariencia entusiasta de diputados y senadores, el viejo estadista no se trag¨® el anzuelo: ¡°Los aplausos no os pueden llevar a la autoindulgencia¡±.
Aquellos d¨ªas de emociones contrapuestas, Italia consegu¨ªa un Gobierno despu¨¦s de dos meses de tribulaciones pero el centroizquierda se ve¨ªa abocado a gobernar con Silvio Berlusconi, los partidos pol¨ªticos tradicionales se conjuraron para, al menos, sacar adelante las reformas urgentes que necesitaba el pa¨ªs. Una ley de estabilidad que continuara las duras reformas emprendidas por el Gobierno t¨¦cnico de Mario Monti y, sobre todo, una nueva ley electoral para que, en caso de que el Gobierno se rompiera, poder ir a las urnas con unas reglas del juego m¨¢s claras y m¨¢s representativas de la voluntad de los italianos. Desde entonces, han pasado los meses pero no los hechos.
Enseguida se vio por qu¨¦ sonre¨ªa Berlusconi y por qu¨¦ lloraba Bersani. El presidente Napolitano eligi¨® a un digno sucesor de Monti, Enrico Letta, muy bien preparado pol¨ªtica e intelectualmente, con puentes familiares con el centroderecha ¡ªsu t¨ªo Gianni es ¨ªntimo de Berlusconi¡ª y la necesidad acuciante de sacar a Italia del pozo del descr¨¦dito pol¨ªtico y econ¨®mico. Adem¨¢s, si la operaci¨®n de poner a Monti al frente del pa¨ªs hab¨ªa fracasado por culpa de los asuntos personales de Berlusconi (retir¨® su apoyo al Gobierno tecn¨®crata cuando fue condenado en segunda instancia por el caso Mediaset), ahora, con Berlusconi metido en el tu¨¦tano del Gobierno, parec¨ªa bloqueado ese peligro.
Pero no. Enrico Letta es el segundo primer ministro colocado al frente del Gobierno de Italia por Napolitano que fracasa en el intento de construir un pa¨ªs moderno y fiable. La piedra, siempre la misma piedra, se llama Silvio Berlusconi.
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