Un excolaborador acusa a Kagame en la Audiencia Nacional del genocidio ruand¨¦s
Theogene Rudasingwa, exjefe de gabinete de Paul Kagame, sostiene en la Audiencia Nacional que su antiguo jefe orden¨® el derribo del avi¨®n de su predecesor
La causa abierta en la Audiencia Nacional sobre el genocidio de la etnia hutu perpetrado en Ruanda y Congo entre los a?os 1994 y 2000 por una estructura paralela al Estado ruand¨¦s, dominado por elementos de la minor¨ªa tutsi, se reactiv¨® este lunes con un testigo muy pr¨®ximo al presidente ruand¨¦s, Paul Kagame. Theogene Rudasingwa, exsecretario general del Frente Patri¨®tico de Ruanda (FPR), el partido del Gobierno; exembajador en Estados Unidos (1996-1999) y exjefe de gabinete de Kagame (2000-2004), declar¨® ¡°voluntariamente¡± ante el juez Fernando Andreu en el marco de la querella interpuesta en 2008 contra 40 militares y altos funcionarios ruandeses.
Esta investigaci¨®n que, junto a otra emprendida en Francia, ha convertido a Kagame en un dirigente de presencia inc¨®moda en foros internacionales, es distinta de la que lleva el Tribunal Penal Internacional para Ruanda, centrada en el genocidio ¨Ccon 800.000 muertos- llevado a cabo por la mayor¨ªa hutu contra los tutsis en 1994.
En su declaraci¨®n de este lunes, Rudasingwa relat¨® al juez que fue el propio Kagame quien, el 6 de abril de 1994, orden¨® derribar con misiles el avi¨®n del entonces presidente ruand¨¦s, el hutu Juvenal Habyarimana, cuando se aproximaba al aeropuerto de Kigali procedente de Tanzania. La misma noche del atentado contra Habyarimana comenzaron las matanzas masivas de civiles tutsis y hutus moderados. ¡°Kagame dominaba el pa¨ªs de facto desde 1994 y fue el responsable principal de organizar y ordenar la mayor¨ªa de los acontecimientos del genocidio¡±, asegur¨® Rudasingwa, en la actualidad refugiado en Estados Unidos.
¡°Me cont¨® lo del derribo del avi¨®n y tambi¨¦n se lo cont¨® a [Yoweri] Museveni [presidente de Uganda]. Lo hizo porque confiaba en m¨ª y, con el paso del tiempo, creo que tambi¨¦n buscaba inspirar miedo, era una forma de decirme lo que era capaz de hacer¡±, cont¨® Rudasingwa a EL PA?S tras la declaraci¨®n judicial.
En su declaraci¨®n, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, Rudasingwa aport¨® informaci¨®n "muy relevante" sobre los asesinatos de cuatro religiosos espa?oles en octubre de 1996. Tambi¨¦n ha citado los nombres de varios de los militares procesados por Andreu y que est¨¢n bajo orden de b¨²squeda internacional, como James Kabarebe, actual ministro de Defensa ruand¨¦s; o los militares Jack Nziza o Karake Karenzi.
Para una verdadera reconciliaci¨®n, primero hay que conocer la verdad
Tambi¨¦n aport¨® en el juzgado datos sobre la compa?¨ªa Tri-Star, fundada por ¨¦l mismo y que, seg¨²n el propio Rudasingwa, es la principal herramienta de blanqueo de capitales y explotaci¨®n abusiva de los recursos naturales de Ruanda.?
El disidente ruand¨¦s abandon¨® su pa¨ªs en 2005, y hasta 2010 no hizo p¨²blicas sus denuncias de las atrocidades supuestamente cometidas por orden de Kagame. Lo hizo a trav¨¦s del llamado Rwanda Briefing, redactado por ¨¦l mismo y por otros tres altos cargos civiles y militares del r¨¦gimen: el general Kayumba Nyamwasa, ex jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito y exembajador en India; el coronel Patrick Karegeya, jefe de los servicios de seguridad exterior y Geral Gahima, antiguo fiscal general y vicepresidente del Tribunal Supremo ruand¨¦s, y que tambi¨¦n declar¨® ante Andreu. Esta publicaci¨®n les ha costado una condena en rebeld¨ªa de hasta 24 a?os de c¨¢rcel a los cuatro firmantes.
El pa¨ªs parece seguro y pac¨ªfico, pero est¨¢ m¨¢s dividido que nunca.
¡°Tard¨¦ tanto tiempo en denunciar por tres motivos. El primero es porque mientras estaba en el Gobierno, decir eso era una sentencia de muerte autom¨¢tica; el segundo es que, incluso fuera de Ruanda, es dif¨ªcil salir del control de Kagame y no quer¨ªa irme al exilio tan pronto; desde que nac¨ª solo hab¨ªa pasado cinco a?os en mi pa¨ªs. El tercer motivo es que como jefe de gabinete pod¨ªa tener acceso a m¨¢s informaci¨®n¡±, asegura el denunciante.
Rudasingwa lidera ahora el llamado Congreso Nacional Ruand¨¦s, fundado hace tres a?os. Esta formaci¨®n opositora formada por hutus y tutsis tanto en sus bases como en sus cuadros dirigentes, tiene una pata en el exilio y se coordina con dos partidos del interior cuyos l¨ªderes han sido represaliados. La idea del excolaborador de Kagame es hacer m¨¢s grande la coalici¨®n para ¡°acabar con los abusos de derechos humanos y cr¨ªmenes de guerra contra ruandeses y personas de otros pa¨ªses tanto en Ruanda como en el Congo¡±, pa¨ªs con el que Ruanda mantiene una guerra intermitente. Tambi¨¦n busca conseguir la ¡°libertad del pueblo de Ruanda, que es una dictadura militar encubierta¡±.
Para lograr una ¡°verdadera reconciliaci¨®n¡± en su pa¨ªs, Rudasingwa explica que ¡°primero es necesario conocer toda la verdad¡±. Seg¨²n su an¨¢lisis, la oposici¨®n se va reforzando y no es descartable ¡°un levantamiento¡± en el medio plazo. ¡°El pa¨ªs parece seguro y pac¨ªfico, pero est¨¢ m¨¢s dividido que nunca porque una minor¨ªa dentro de una minor¨ªa controla todo el poder pol¨ªtico, militar y econ¨®mico oprimiendo y marginando a los hutus y a los tutsis moderados. De seguir as¨ª, en cinco a?os estaremos otra vez en guerra civil¡±, sostiene el opositor.
La misma persona que desde su puesto de embajador en Washington contribuy¨® al construir la imagen de Kagame como una especie de Nelson Mandela de los Grandes Lagos, lo describe ahora como un ¡°asesino en serie inseguro y paranoico¡±. Seg¨²n ¨¦l, ¡°cuanto m¨¢s acorralado y amenazado se vea, m¨¢s duro ser¨¢ su ataque¡±. Rudasingwa reclama a la ¡°comunidad internacional¡± que facilite y promueva ¡°una mesa de paz¡± en Ruanda y Congo. ¡°Si no se consigue, volveremos a asistir a un ba?o de sangre y volveremos a lamentarnos por haber actuado tarde¡±. Pese a todas las atrocidades que atribuye a Kagame, Rudasingwa es partidario de que "una vez conocida la verdad se promulgue una amnist¨ªa general".
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