La guerra entre grupos rebeldes rompe a la oposici¨®n a El Asad
Los yihadistas luchan contra el Ej¨¦rcito Libre Sirio en varios frentes
A los rebeldes que desde 2011 tratan de acabar con cuatro d¨¦cadas de r¨¦gimen de la familia El Asad en Siria se les ha abierto otro frente: el propio. La fragmentaci¨®n de la oposici¨®n, rota en m¨¢s de 30 facciones, le ha despejado el camino al r¨¦gimen en Damasco, cada vez m¨¢s afianzado sobre un s¨®lido terreno b¨¦lico y diplom¨¢tico.
Dependiendo del momento y el lugar, las milicias islamistas, nutridas de yihadistas extranjeros, luchan con o contra el moderado Ej¨¦rcito Libre Sirio. Este ha quedado en la complicada posici¨®n de defender ante la comunidad internacional su legitimidad, y, cada vez m¨¢s debilitado, sigue pidiendo armamento a unos aliados nominales, como Estados Unidos, que han pasado de estar a punto de atacar al r¨¦gimen en Damasco a tratarle como un interlocutor leg¨ªtimo para pactar con ¨¦l v¨ªas de desarme qu¨ªmico.
La Coalici¨®n Nacional Siria, la amalgama de grupos opositores a los que Occidente y la Liga ?rabe consideran representantes leg¨ªtimos del pueblo sirio, sostiene que son 100.000 los combatientes en los varios batallones del Ej¨¦rcito Libre Sirio, su brazo armado. El espionaje occidental estima que luchan en Siria como m¨ªnimo 30.000 yihadistas extranjeros llegados de lugares tan distantes como Chechenia, Yemen o Afganist¨¢n. El r¨¦gimen en Damasco eleva esa cifra, de forma poco plausible, hasta 70.000.
El grupo m¨¢s radical es el denominado Estado Isl¨¢mico de Irak y Siria que, como el Frente Al Nusra, ha jurado lealtad a Al Qaeda. Ambos son fuertes en el norte del pa¨ªs y, sobre todo, en la frontera con Turqu¨ªa. Junto al m¨¢s moderado Ahrar al Sham, compuesto en su mayor¨ªa por salafistas, controlan la capital provincial de Raqqa.
¡°La situaci¨®n se puede describir como muy fragmentada. Eso conlleva que no habr¨ªa ning¨²n grupo opositor que en realidad estuviera en disposici¨®n, en este momento, de poder tomar el control en Siria en el caso de que el r¨¦gimen cayera. En las zonas rebeldes hay un caos generalizado y un gran fraccionamiento. En cierto sentido, cada localidad tomada por los propios opositores es su propio Estado¡±, explica Aymenn Jawad al Tamimi, investigador Shillman-Ginsburg en la organizaci¨®n Middle East Forum. ¡°Tampoco es correcto hablar de un Ej¨¦rcito Libre Sirio unificado. Este a su vez est¨¢ compuesto por diversos batallones, algunos con sus propias estrategias y objetivos, m¨¢s o menos dispuestos a alinearse con los grupos islamistas¡±.
El mes pasado, por ejemplo, seg¨²n informaci¨®n facilitada por el r¨¦gimen, el Ej¨¦rcito Libre Sirio atac¨® y tom¨® brevemente, junto a milicianos islamistas del Frente al Nusra y Ahrar al Sham, la localidad de Malula, de mayor¨ªa cristiana. En los mismos d¨ªas, sin embargo, el ELS combati¨® contra yihadistas del Estado Isl¨¢mico en Azaz, una localidad norte?a. Tan intensos fueron los enfrentamientos que las autoridades turcas se vieron obligadas a cerrar un paso fronterizo de forma temporal. Una de las principales reservas por parte de EE UU y sus aliados a la hora de facilitarle al Ej¨¦rcito Libre Sirio armamento es precisamente esa infiltraci¨®n islamista, que era nimia al principio del conflicto, pero que se va agrandando seg¨²n se prolonga la guerra.
¡°En ese sentido es una profec¨ªa autocumplida. Primero, Estados Unidos y los pa¨ªses europeos se resist¨ªan a actuar por el temor a la entrada de yihadistas extranjeros. Ahora que han entrado los yihadistas, dicen que su presencia es una raz¨®n para no actuar ni apoyar a los opositores leg¨ªtimos con armas¡±, explica Khaled Saleh, portavoz de la Coalici¨®n Nacional Siria, quien a?ade que ¡°es innegable que en Siria hay for¨¢neos, aunque en los dos bandos, pues el r¨¦gimen sobrevive por el apoyo de Hezbol¨¢ y los combatientes iran¨ªes e iraqu¨ªes¡±. Seg¨²n estimaciones de la inteligencia occidental, hay hasta 60.000 combatientes extranjeros en Siria luchando junto a las tropas de El Asad.
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