Un exoficial cometi¨® el atentado suicida contra el ministro del Interior de Egipto

Un excomandante del Ej¨¦rcito egipcio fue el terrorista suicida que cometi¨® el infructuoso atentado con coche bomba contra el ministerio del Interior, Mohamed Ibrahim, del pasado 5 de septiembre. La acci¨®n terrorista fue reivindicada por la organizaci¨®n yihadista Ansar Jerusalem a trav¨¦s de un v¨ªdeo, en el que aparece el oficial, que se identifica como Walid Badr, vestido con un uniforme castrense. Fuentes militares han confirmado al peri¨®dico Al-masry al-Ium la veracidad de la informaci¨®n.

Seg¨²n cuenta una voz en off, Walid Badr se gradu¨® de una academia militar en 1991, y fue licenciado del Ej¨¦rcito por no ser suficientemente devoto.? En la grabaci¨®n, el ex comandante critica a las Fuerzas Armadas del pa¨ªs por ¡°inclinarse en luchar contra la religi¨®n¡± y ¡°amar a EE UU¡± m¨¢s que a los egipcios.

Ansar Jerusalem est¨¢ considerada una de las diversas organizaciones yihadistas con base en la pen¨ªnsula del Sina¨ª y vinculadas con Al Qaeda. Este grupo ya ha reivindicado la autor¨ªa de diversos atentados, la mayor¨ªa de ellos en el Sina¨ª. Entre ellos, el coche bomba conducido por un suicida que estall¨® en la comisar¨ªa de la ciudad de el-Tor, en el sur del Sina¨ª, el pasado 7 de octubre, y se cobr¨® la vida de tres personas y caus¨® heridas a otras 45.

La grabaci¨®n ofrece im¨¢genes de un veh¨ªculo aparcado cerca de la casa del ministro del Interior en el barrio de Medina N¨¢ser, y que habr¨ªa sido presuntamente el utilizado en el atentado, que tuvo lugar el pasado 5 de septiembre. En su discurso frente a la c¨¤mara, Badr critica a los Hermanos Musulmanes, la organizaci¨®n del ex presidente Mohamed Morsi, por creer en la democracia, y aboga por una estricta aplicaci¨®n de la sharia o ley isl¨¢mica.

Seg¨²n fuentes policiales citadas en la prensa local, en el atentado contra el ministro del Interior habr¨ªan participado otras seis personas, tres de nacionalidad egipcia, dos de nacionalidad palestina, y una posiblemente afgana. Los seis sospechosos habr¨ªan estado en un apartamento de Medina N¨¢ser durante la operaci¨®n, y luego habr¨ªan escapado a la pen¨ªnsula del Sina¨ª. El ataque provoc¨® la muerte de una persona y heridas a otras 22

Desde el golpe de Estado del pasado 3 de julio que depuso al ra?s islamista Morsi, Egipto experimenta un periodo turbulento, plagado de estallidos violentos. A la brutal dispersi¨®n de las manifestaciones islamistas, se suma el continuo degoteo de atentados terroristas contra objetivos del Ej¨¦rcito y las fuerzas de seguridad llevados a cabo por las organizaciones yihadistas. La zona m¨¢s castigada por este tipo acciones es el norte de la pen¨ªnsula del Sina¨ª, donde las escuelas han abierto sus puertas un mes m¨¢s tarde que en el resto del pa¨ªs a causa de la inseguridad reinante.

A pesar de que tras el golpe circularon rumores en las redes sobre posibles deserciones dentro del Ej¨¦rcito egipcio, a menudo estimuladas por seguidores de los Hermanos Musulmanes, la instituci¨®n ha demostrado una cohesi¨®n gran¨ªtica. Hasta el momento, actitudes como la de Walid Badr constituyen una aut¨¦ntica excepci¨®n. Y es que los servicios de inteligencia militar suelen escrutar el pasado y las relaciones de los oficiales para evitar la infiltraci¨®n de elementos islamistas.