La ONU pasa a la ofensiva
El decisivo papel de los cascos azules en la rendici¨®n de los rebeldes congole?os puede dar un nuevo significado a las misiones de paz
La guerra de la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo se ha convertido en un campo de pruebas para una nueva estrategia en las misiones de paz de la ONU. Por primera vez, los cascos azules han participado en una acci¨®n ofensiva en apoyo, en este caso, de las fuerzas armadas regulares congole?as contra las milicias rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23). Los primeros resultados apuntan a que la intervenci¨®n de las tropas internacionales est¨¢ siendo decisiva para poner fin o acortar y acotar una guerra considerada entre las m¨¢s mort¨ªferas desde la II Guerra Mundial. Aunque el M23 como tal se form¨® oficialmente en abril de 2012, su existencia se enmarca en la siempre convulsa regi¨®n del noreste del pa¨ªs africano, epicentro de la ¨²ltima gran guerra del pa¨ªs que solo en el papel acab¨® hace 10 a?os con un saldo de entre cuatro y cinco millones de muertos.
Las tropas de la ONU (unos 19.000 soldados mayoritariamente de India, Pakist¨¢n, Bangladesh, Sud¨¢frica y Uruguay) llevan en el Congo desde que termin¨® aquella guerra y, hasta ahora, han tenido un mandato pasivo, similar al que se les da en todas las zonas conflictivas donde act¨²an los cascos azules. Esa pasividad de las fuerzas de la ONU ha sido muy criticada en muchas ocasiones. En conflictos como los de Somalia, Ruanda, Bosnia o L¨ªbano, las fuerzas de paz carecieron de verdadero poder para defender a la poblaci¨®n civil o participar en acciones militares que tal vez hubieran acortado, paliado o incluso cambiado el rumbo de los enfrentamientos. La misi¨®n de la ONU en el Congo tiene la oportunidad de cambiar todo esto y dar un nuevo significado a las misiones de paz.
El cambio de mandato no ha sido un hecho aislado. Al frente de la misi¨®n congole?a est¨¢ desde mayo de este a?o el teniente general del Ej¨¦rcito brasile?o Carlos Alberto Dos Santos Cruz, reconocido por su labor en la pacificaci¨®n de Hait¨ª entre 2007 y 2009. Dos Santos es el primer latinoamericano que manda una fuerza de la ONU fuera de su regi¨®n de origen y sin duda sus ¨¦xitos en la lucha contra las bandas criminales de Cit¨¦ Soleil, en los suburbios de Puerto Pr¨ªncipe, han sido clave para que Brasil impusiera a uno de sus generales al mando de una misi¨®n crucial del continente africano. Dos Santos, seg¨²n un militar chileno que trabaj¨® junto al brasile?o en Hait¨ª, es un hombre en¨¦rgico y decidido.
La fama que le precede parece justificada. Dos Santos ha logrado en pocos meses poner en marcha la fuerza de intervenci¨®n (unos 2.500 efectivos) que est¨¢ siendo la punta de lanza de esta nueva estrategia de la ONU. La llegada del brasile?o en buena medida oblig¨® al Gobierno de Congo a buscar un jefe de su Ej¨¦rcito a la altura de las nuevas expectativas. Y la designaci¨®n del general Bahuma Ambamba, un militar que ha sabido ordenar e insuflar moral a su tropa seg¨²n los expertos, ha sido el otro pilar de la victoria sobre el M23.
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