Erdogan marca el paso a los turcos
Crece el malestar social en Turqu¨ªa por las intromisiones en la vida privada del Gobierno, que pretende vetar que chicos y chicas vivan en pisos de estudiantes
![El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan (en el centro), en un acto oficial en Ankara, el 29 de octubre.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GYQWC6D7WERUCXYSJGQ5VCLOGU.jpg?auth=302700523ef82560cafd16641ce3d1a57ee005441d0dbced3cd7e496dbaae51f&width=414)
Con su intenci¨®n de evitar que chicos y chicas vivan juntos en pisos y residencias de estudiantes, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha vuelto a desatar la pol¨¦mica y alarmar a quienes creen que su Gobierno quiere imponer un estilo de vida religioso y conservador a toda la sociedad. ¡°Est¨¢n todos revueltos en esos pisos, ah¨ª puede pasar cualquier cosa. En tanto que Gobierno, tenemos que intervenir¡±, declar¨® el martes Erdogan. Sin embargo, nunca ha ocultado su voluntad conservadora. ¡°Queremos formar una juventud religiosa¡±, afirm¨® en el Parlamento en febrero de 2012. ¡°Queremos formar una generaci¨®n que sea conservadora y democr¨¢tica y que adopte los valores y los principios hist¨®ricos de su naci¨®n¡±.
En junio del a?o anterior, su Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP, en turco), que procede del islamismo moderado, hab¨ªa ganado por tercera vez consecutiva las elecciones generales. Adem¨¢s, lo hizo con el 49,8% del voto, lo que le confiri¨® una nueva mayor¨ªa absoluta en el Parlamento.
Este innegable apoyo popular dio alas al Gobierno de Erdogan, que desde entonces ha intentado implementar toda una serie de pol¨ªticas sociales que parecen encaminadas a la formaci¨®n de esa ¡°juventud religiosa¡±. En marzo de 2012, el AKP aprob¨® en el Parlamento una reforma de la educaci¨®n que permit¨ªa a las escuelas religiosas aceptar alumnos desde los 11 a?os de edad.
Esta reforma, que tambi¨¦n introdujo m¨¢s clases optativas sobre el Cor¨¢n en otros colegios, se impuso sin debate parlamentario. Esto provoc¨® enfrentamientos entre diputados del AKP y del Partido Republicano Popular, el principal grupo en la oposici¨®n laica.
La actual Turqu¨ªa, donde la gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n es musulmana, fue establecida en 1923 como una rep¨²blica estrictamente laica por Mustaf¨¢ Kemal, Atat¨¹rk, quien por ejemplo entonces cerr¨® casi todas las madrazas, o escuelas cor¨¢nicas, del pa¨ªs. Desde su fundaci¨®n, esta tensi¨®n entre laicismo y religiosidad en el Estado ha supuesto una de las principales l¨ªneas de divisi¨®n social en el pa¨ªs.
En mayo de 2012, Erdogan continu¨® alimentando la pol¨¦mica. ¡°Considero el aborto un asesinato. Nadie deber¨ªa tener derecho a que esto sucediera¡±, dijo entonces el primer ministro. El presidente de la Comisi¨®n Parlamentaria de Derechos Humanos y miembro del AKP, Ayhan Sefer Ustun, apoy¨® a Erdogan y dijo que el aborto ¡°es un crimen contra la humanidad¡±.
El Gobierno propuso reducir de 10 a 6 semanas el periodo de aborto legal, aunque la movilizaci¨®n ciudadana y la cantidad de cr¨ªticas recibidas le hicieron desistir solo un mes despu¨¦s. Sin embargo, el pasado enero la ONG Mujeres de Turqu¨ªa por los Derechos de la Mujer denunci¨® que la presi¨®n del Gobierno estaba favoreciendo un rechazo por parte de doctores y hospitales a practicar abortos.
Adem¨¢s, Erdogan ha repetido en innumerables ocasiones que cada mujer deber¨ªa tener al menos tres hijos. En diciembre de 2012, lleg¨® a interrumpir durante una rueda de prensa conjunta al primer ministro finland¨¦s, Jyrki Katainen, entonces de visita en Turqu¨ªa, para decirle que tambi¨¦n en Finlandia las mujeres deber¨ªan tener al menos tres hijos. Erdogan ha justificado esta ¡°recomendaci¨®n¡± por razones econ¨®micas y para evitar el envejecimiento de la poblaci¨®n.
Ya en 2013, el Parlamento aprob¨® en mayo una ley que restringe en gran medida la promoci¨®n, venta y consumo de alcohol. Un mes antes, Erdogan hab¨ªa provocado el enfado de muchos ciudadanos al declarar el ayran, un yogur l¨ªquido y salado, como la bebida nacional de Turqu¨ªa. Para gran parte de la sociedad, su bebida es el raki, el licor anisado favorito de Atat¨¹rk.
Y hace solo unas semanas, Erdogan present¨® un llamado ¡°paquete democr¨¢tico¡± de reformas que inclu¨ªa el fin de la prohibici¨®n para las funcionarias ¡ªexcepto para polic¨ªas, militares y jueces¡ª de acudir al trabajo con velo.
¡°Todo esto es parte de una agenda [de Erdogan]. No es que quiera islamizar o traer la ley isl¨¢mica a Turqu¨ªa, pero s¨ª quiere que este islam pol¨ªtico contin¨²e cuando ¨¦l ya no est¨¦ y, para ello, necesita volver a generar una juventud isl¨¢mica¡±, comenta Emre Uslu, analista y columnista turco. ¡°Y por supuesto que esto hace a Turqu¨ªa un pa¨ªs menos democr¨¢tico¡±, contin¨²a Uslu. ¡°Son intromisiones en la vida privada de la gente¡±.
Cr¨ªticos con este tipo de pol¨ªticas tambi¨¦n han llamado la atenci¨®n sobre el importante aumento de presupuesto para el Departamento de Asuntos Religiosos (conocido como Diyanet), que ha pasado de 3.800 millones de liras turcas (1.380 millones de euros) en 2012 a 5.400 millones de liras para el a?o que viene (1.900 millones de euros). Este presupuesto equivale al de nueve ministerios y es bastante mayor que el del Interior, el de Exteriores y el de Energ¨ªa, entre otros, seg¨²n destaca la prensa local.
Las ¨²ltimas decisiones del Diyanet, que tiene hoy casi el doble de los 70.000 empleados que ten¨ªa en 2002, cuando el partido de Erdogan lleg¨® al poder, tambi¨¦n han causado cierta pol¨¦mica en Turqu¨ªa. Este mes, emiti¨® una fetua que indicaba que los tatuajes est¨¢n prohibidos en el islam y que los pendientes en los hombres son ¡°casi ilegales¡± (mekruh, en turco) y deber¨ªan evitarse.
El partido de Erdogan cuenta con un importante apoyo popular y, durante su mandato, la econom¨ªa turca ha crecido a una media del 5,4% y se ha embarcado en toda una serie de megaproyectos, como el tren subacu¨¢tico que cruza el B¨®sforo o la construcci¨®n del que ser¨¢ el aeropuerto con la mayor capacidad del mundo. Adem¨¢s, sus seguidores defienden que el Gobierno ha iniciado un proceso de paz con la milicia kurda del PKK y ha limitado el poder del Ej¨¦rcito.
¡°En Turqu¨ªa, hay una gran libertad para los laicos, pero no para cumplir con la religi¨®n. [Erdogan] no est¨¢ islamizando el pa¨ªs, sino haciendo que los musulmanes puedan ser libres¡±, asegura Yasim Aktay, director en Ankara del Instituto de Pensamiento Estrat¨¦gico y miembro del AKP. ¡°No creo que la sociedad est¨¦ dividida, sino que es una sociedad democr¨¢tica, y en democracia hay pluralidad de visiones y discusiones que compiten a trav¨¦s del proceso democr¨¢tico¡±, a?ade Aktay.
Sin embargo, la parte m¨¢s liberal y progresista del pa¨ªs s¨ª entiende que el AKP se est¨¢n entrometiendo en las vidas de los ciudadanos y que Erdogan quiere imponer a todo el conjunto de Turqu¨ªa su particular visi¨®n conservadora y religiosa de la sociedad. Este sentimiento fue una de las razones que originaron la serie de multitudinarias protestas en todo el pa¨ªs contra el Gobierno ¡°autoritario¡± de Erdogan en junio y julio.
¡°El primer ministro lleva 10 a?os queriendo imponer su voluntad, que sea todo como ¨¦l quiere, y nunca pregunta a quienes no piensan como ¨¦l¡±, comenta Cihan, de 30 a?os, editor en un sitio web y que no quiere facilitar su apellido. ¡°No es que tengamos miedo del Gobierno, pero es mejor jugar sobre seguro¡±, explica sonriendo. ¡°Yo no estoy con Erdogan ni contra Erdogan, yo solo quiero que haya paz entre quienes piensan como ¨¦l y quienes se oponen a ¨¦l, pero ahora mismo esa paz parece imposible¡±, concluye Cihan.
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