Violencia: de La Laguna a Michoac¨¢n
Hace un a?o, los reflectores que hoy ocupa Michoac¨¢n como un foco rojo de violencia estaban puestos sobre la Comarca Lagunera
Una balacera entre criminales y polic¨ªas una madrugada d¨ªas antes de que terminara 2012, trajo un mal augurio para 2013, que se reforzar¨ªa con ataques contra la alcaldesa de G¨®mez Palacio, contra el diario El Siglo de Torre¨®n y contra la Polic¨ªa Federal que enfrentaba agresiones varias veces por semana. En el arranque de ese a?o, y del sexenio de Enrique Pe?a Nieto, la zona metropolitana de La Laguna era la m¨¢s violenta del pa¨ªs.
Un a?o despu¨¦s, los homicidios en La Laguna se desplomaron 50% y han transcurrido meses sin balaceras de alto impacto, un alivio para una poblaci¨®n que ha visto desde masacres en bares hasta un tiroteo afuera del estadio de f¨²tbol. Poco a poco se ha recuperado la tranquilidad de la poblaci¨®n y la confianza para retomar las actividades cotidianas sin temor.
En el ¨²ltimo a?o, la inseguridad en La Laguna ha tenido una trayectoria opuesta a la de Michoac¨¢n. Aunque son las mismas autoridades federales las que han encabezado los operativos en ambas regiones, los resultados son radicalmente distintos.
Cierto, las condiciones sociales en La Laguna, una zona que abarca partes de Coahuila y Durango, no son las de Michoac¨¢n. La zona metropolitana de Torre¨®n, G¨®mez Palacio y Lerdo es un concentrado urbano muy distinto a la dispersi¨®n de las poblaciones en Tierra Caliente. Y aunque la Comarca Lagunera fue consumida durante a?os por una guerra entre Los Zetas y el C¨¢rtel del Pac¨ªfico, nunca vio el fen¨®meno de las autodefensas.
As¨ª como ahora funcionarios federales anuncian cada tres meses que ya van con todo en Michoac¨¢n, en el sexenio de Felipe Calder¨®n La Laguna escuch¨® una letan¨ªa de anuncios sobre operativos de combate a grupos del crimen organizado, que hab¨ªan disparado la cifra de homicidios en la zona metropolitana de 89 en 2007 a m¨¢s de mil en 2012. Tambi¨¦n presenci¨® un desfile de secretarios de Gobernaci¨®n y mandos militares y de la Polic¨ªa Federal pero las cosas, lejos de mejorar, empeoraban.
Para marzo del a?o pasado los focos rojos en La Laguna ard¨ªan con intensidad, pero luego vino el giro. No fue necesario hacer alarde de nada. A principios de ese mes viajaron a Torre¨®n los secretarios de Gobernaci¨®n, Defensa y Marina, el procurador general y el comisionado nacional de seguridad para reunirse con los gobernadores de Coahuila y Durango. No hubo pronunciamientos grandilocuentes ni discursos vanos. Los funcionarios hicieron una breve aparici¨®n p¨²blica en un restaurante para no perder la oportunidad de hacer relaciones p¨²blicas, pero fue la primera y ¨²ltima vez que la plana mayor del gabinete de seguridad pis¨® La Laguna.
Sin embargo, en ese momento las cifras de violencia tuvieron un parteaguas y comenzaron una ca¨ªda. A partir de marzo de 2013, todos los meses de ese a?o registraron un n¨²mero de homicidios menor al del mismo mes del a?o anterior. La Laguna cerr¨® 2013 con 500 homicidios, 53% menos que 2012. En Torre¨®n, la ciudad m¨¢s grande de la zona, la ca¨ªda fue m¨¢s pronunciada, de 60%.
Es dif¨ªcil apuntar a un solo factor como causa de la violencia. Hace unas semanas, al dejar la comandancia de la XI Regi¨®n Militar desde donde encabez¨® los operativos de seguridad en La Laguna, el general Mois¨¦s Garc¨ªa Ochoa me dijo que aunque suene trillado, la coordinaci¨®n entre fuerzas federales y locales fue factor clave para inhibir la violencia de los grupos criminales.
Un reporte de la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica (PGR, la Fiscal¨ªa) sobre los 69 presuntos capos detenidos o abatidos en lo que va del sexenio de Pe?a Nieto revela que La Laguna ha sido el lugar donde m¨¢s jefes criminales han sido neutralizados. 17 de los 69 dirig¨ªan actividades delictivas en la zona y formaban la columna de mando del llamado ¡°C¨¢rtel del Poniente¡±, una fractura del C¨¢rtel del Pac¨ªfico responsable de los actos de violencia m¨¢s llamativos en la regi¨®n durante 2012 y los inicios de 2013.
A los 17 se a?aden otros dos presuntos jefes locales de Los Zetas detenidos en La Laguna, lo que significa que uno de cada cuatro capos detenidos o abatidos en el actual sexenio estaba vinculado a La Laguna.
El documento que la PGR revel¨® en diciembre se?ala que el C¨¢rtel del Poniente fue el segundo grupo m¨¢s golpeado por las autoridades el a?o pasado, s¨®lo despu¨¦s de Los Zetas y llama la atenci¨®n que un grupo de origen y operaci¨®n local, haya sufrido m¨¢s bajas que otros c¨¢rteles con mayor presencia territorial, como el del Pac¨ªfico o el de Jalisco Nueva Generaci¨®n.
Tambi¨¦n destaca el hecho de que las detenciones en La Laguna no las realizaron solamente fuerzas federales, sino tambi¨¦n polic¨ªas estatales de Coahuila y Durango y municipales de Torre¨®n, lo que indica que la colaboraci¨®n ausente durante a?os finalmente se materializ¨®.
Estos datos hablan de una estrategia regional de seguridad armada de tal forma que comenz¨® a dar resultados en unos cuantos meses y redujo de manera sustancial los niveles de violencia al neutralizar a los jefes criminales. La Laguna no ha librado del todo la crisis, pues permanecen algunos reductos de estos grupos criminales dedicados ahora al secuestro, la extorsi¨®n o los asaltos, pero el operativo lanzado hace un a?o tuvo un avance sustancial al reducir la presencia de los grupos delictivos.
Los resultados han sido tan visibles que el secretario de Gobernaci¨®n, Miguel ?ngel Osorio Chong, ha puesto a La Laguna como ejemplo cada vez que busca enumerar casos de ¨¦xito en la estrategia de seguridad del Gobierno Federal.
?Qu¨¦ hizo la administraci¨®n de Pe?a Nieto en La Laguna que no ha hecho en Michoac¨¢n? ?Por qu¨¦ el mismo gobierno puede dar resultados positivos en un lado pero desastrosos en otro?
En La Laguna se demostr¨® que se puede lanzar una estrategia para disuadir a los criminales de escalar la violencia y para establecer un principio de autoridad. El Gobierno Federal logr¨® que las autoridades de Coahuila y Durango respondieran y que todos alinearan sus intereses. Y no fue necesario tanto discurso.
Periodista. Dirigi¨® El Siglo de Torre¨®n durante siete a?os.?
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