El nuevo capitalismo de Miliband
El l¨ªder laborista brit¨¢nico arrecia su lucha contra bancos, el¨¦ctricas y sectores en los que falta competencia para acabar con el declive de las clases medias
El l¨ªder del Partido Laborista brit¨¢nico, Ed Miliband, est¨¢ desde hace ya algunos meses enfrascado en crear un nuevo capitalismo con el que abordar el declive de las clases medias. No se trata, desde luego, de abolir el mercado, sino de asegurar que, adem¨¢s de beneficiar a los accionistas de las empresas, sirva a los ciudadanos.
Detr¨¢s de eso palpita lo que los laboristas llaman "la crisis del coste de la vida". Un concepto casi tan et¨¦reo como la?big society, la gran sociedad a la que alud¨ªa el l¨ªder conservador David Cameron cuando lleg¨® al poder y que nunca lleg¨® a tomar vuelo: las buenas intenciones de Cameron a favor de una mayor participaci¨®n de la comunidad, de la sociedad civil, en el d¨ªa a d¨ªa se parec¨ªan demasiado a la conveniente f¨®rmula de sustituir con voluntarios a los empleados p¨²blicos que perd¨ªan su trabajo como consecuencia de los recortes presupuestarios puestos en marcha por la coalici¨®n de conservadores y liberales-dem¨®cratas desde 2010.
Igualmente, cuando Miliband reacciona frente a la recuperaci¨®n de la econom¨ªa con el argumento de que las familias no la perciben porque sufren esa crisis del coste de la vida, corre el riesgo de que lo que es, como era la big society de Cameron, una filosof¨ªa de fondo de gran calado se transforme en una excusa para negar al adversario. A ojos de los m¨¢s esc¨¦pticos, Miliband est¨¢ negando la realidad de la recuperaci¨®n de la misma manera que Cameron parec¨ªa estar negando el impacto de los recortes.
Hay, sin embargo, una diferencia fundamental: mientras las propuestas concretas de Cameron eran a¨²n m¨¢s et¨¦reas que el propio concepto, las de Miliband son agua cristalina: poner firmes a las empresas energ¨¦ticas, acabar con el poder de la banca, intervenir en los sectores econ¨®micos en los que falta competencia. Otra cosa es que haya la misma claridad en c¨®mo alcanzar esos objetivos.
Detr¨¢s de la estrategia de Miliband est¨¢ la necesidad de recuperar la confianza perdida de las clases medias. O, dicho de forma m¨¢s cruda, c¨®mo recuperar el centro pol¨ªtico al que apel¨® Tony Blair para ganar tres mayor¨ªas absolutas consecutivas. El laborismo acab¨® perdiendo votantes por la izquierda debido a ese centrismo y por todas partes, izquierda, centro y derecha, por el catastr¨®fico estado en el que dejaron la econom¨ªa.
?C¨®mo, en esas condiciones, pueden recuperar la confianza de esas clases medias? Primero, mostrando su contrici¨®n por los errores del pasado, algo que Miliband hace siempre que puede, aprovechando que a pesar de que ¨¦l formaba parte de la ¨¦lite del Nuevo Laborismo, su poder fue relativo y su papel bastante discreto. Casi siempre entre bastidores, su cargo m¨¢s relevante fue el de ministro de Energ¨ªa y Medio Ambiente.
Y, segundo, aunque el orden de los factores tampoco aqu¨ª altera el producto, cortejando a las clases medias y a las clases populares que aspiran a serlo. "La clase media brit¨¢nica est¨¢ hoy siendo exprimida como nunca antes y la gente que intenta injertarse en ella encuentra cada d¨ªa obst¨¢culos m¨¢s grandes para conseguirlo", escribi¨® esta semana en un art¨ªculo en el Daily Telegraph, el diario m¨¢s pr¨®ximo al Partido Conservador y al ingl¨¦s medio.
La soluci¨®n la ha ido ofreciendo a calculadas peque?as dosis, todas ellas encaminadas a alcanzar ese nuevo capitalismo. En el congreso de oto?o de los laboristas, amenaz¨® a las compa?¨ªas energ¨¦ticas con congelar las tarifas de gas y electricidad si para 2015 no las han bajado y los laboristas llegan al poder.
Esta semana ha amenazado con imponer l¨ªmites a la expansi¨®n de los grandes bancos porque entre cuatro se reparten el 85% del cr¨¦dito a las peque?as y medianas empresas. A Miliband no le da miedo meterse con los grandes. Antes de tocarle las pulgas a las energ¨¦ticas y a la banca se las hab¨ªa tocado directamente a Rupert Murdoch en particular y luego a la prensa en general liderando la creaci¨®n de un organismo independiente para atajar sus excesos.
Este domingo, en el influyente programa dominical de la BBC Andrew Marr Show, ha defendido poner en marcha una auditor¨ªa anual para medir el grado de competencia o de ausencia de ella en el mercado para beneficiar a los consumidores. Una vez m¨¢s, el enunciado del problema a combatir es m¨¢s f¨¢cil que las medidas a poner en marcha.
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