Miembros de Sendero Luminoso que han cumplido condena seguir¨¢n en la c¨¢rcel
Una petici¨®n de prisi¨®n preventiva extiende la estancia entre rejas de varios miembros de Sendero Luminoso
Despu¨¦s de ocho a?os, el fundador de Sendero Luminoso, Abimael Guzm¨¢n - que en 1980 comenz¨® 20 a?os de violencia con rezagos que a¨²n persisten- reapareci¨® en p¨²blico la ma?ana de este lunes en un juicio. Junto a ¨¦l estaban otros acusados miembros del comit¨¦ central y dos miembros de menor jerarqu¨ªa de la organizaci¨®n terrorista. El proceso se debe al mayor atentado ocurrido en la capital, un coche-bomba que estall¨® en julio de 1992 en la calle Tarata, el coraz¨®n del distrito residencial y comercial de Miraflores. El caso, sin embargo, parece ser un mecanismo para extender el tiempo en prisi¨®n de Osm¨¢n Morote, integrante de la c¨²pula senderista cuya condena concluy¨® en junio, y de Margie Clavo, quien tambi¨¦n iba a quedar en libertad en breve.
El mandato de prisi¨®n preventiva dictado este lunes en la Base Naval del Callao para nueve personas afecta en particular a Morote y Clavo pues, del resto, tres tienen sentencias a cadena perpetua y otros a 35 a?os de privaci¨®n de libertad. El pasado mes de abril, durante el juicio por una matanza de 104 campesinos en Soras (Ayacucho) en 1984, un tribunal abri¨® un proceso a Morote con orden de detenci¨®n, quien en junio conclu¨ªa su sentencia de 25 a?os de c¨¢rcel.
El juicio que se celebr¨® el a?o pasado tuvo lugar en medio de un debate de mediana intensidad acerca de la lucha que deb¨ªan emprender las organizaciones y partidos pol¨ªticos contra el discurso de los seguidores de Abimael Guzm¨¢n y el Movimiento por la Amnist¨ªa y los Derechos Fundamentales (Movadef). Este organismo ¡®autogenerado¡¯ -en la jerga de Sendero Luminoso- era una organizaci¨®n fachada que pretendi¨® inscribirse como partido pol¨ªtico en el Jurado Nacional de Elecciones.
En aquella coyuntura, el Congreso prepar¨® una ley sobre negacionismo ¨Cque no inclu¨ªa las violaciones a los derechos humanos cometidas por las Fuerzas Armadas, sino solo los cr¨ªmenes cometidos por el grupo terrorista¨C y otra para realizar seguimiento a los presos de Sendero Luminoso que salieran de la c¨¢rcel, estar al tanto de sus actividades e impedir nuevos actos terroristas. Sin embargo, las leyes no llegaron a ser debatidas en el pleno y qued¨® pendiente el tema de c¨®mo enfrentar pol¨ªticamente al Movadef, que reclama la amnist¨ªa para aquellos que denominan ¡°presos pol¨ªticos¡±, un t¨¦rmino que causa escozor a quienes los consideran meramente ¡°terroristas¡±.
El juicio por el caso Tarata se produce tarde, pues se trata del atentado que hizo notar a los lime?os, en su propio espacio, la vulnerabilidad y violencia que hab¨ªan sufrido durante doce a?os el centro y sur andino a manos del grupo de inspiraci¨®n marxista-leninista. Durante la audiencia del lunes en la Base Naval, los defensores de los imputados recordaron que ya hubo un juicio contra los autores materiales de la planificaci¨®n y colocaci¨®n del cocha bomba. Adem¨¢s, tambi¨¦n se realiz¨® otro juicio contra Edmundo Cox Beauzeville, miembro del Comit¨¦ Central de Sendero Luminoso y responsable de reorganizar la agrupaci¨®n en Lima tras la ca¨ªda de Abimael Guzm¨¢n en septiembre de 1992. Cox recibi¨® entonces una pena de 35 a?os y debe salir de prisi¨®n en 2028
Uno de los ocho abogados de los miembros de Sendero Luminoso calific¨® de ¡°absurda¡± la petici¨®n de prisi¨®n preventiva para quienes siguen en prisi¨®n. Mientras, otros cuestionaron que el fiscal de la Tercera Fiscal¨ªa Supraprovincial Penal, Jhonny Soto, indicara como sustento de la petici¨®n que los imputados no ten¨ªan domicilio y hab¨ªa riesgo de fuga. Los detenidos de la c¨²pula de Sendero Luminoso purgan su pena en c¨¢rceles de alta seguridad, en la Base Naval del Callao, en Canto Grande y en Piedras Gordas, todas en Lima.
Alfredo Crespo, el abogado de Abimael Guzm¨¢n y su esposa Elena Iparraguirre, refiri¨® a la prensa que en el caso Tarata no hay prueba de que la c¨²pula orden¨® el atentado. ¡°Fue una decisi¨®n del comit¨¦ zonal centro-Lima; por otro lado, cuando ocurri¨® Tarata, Morote y Margot Liendo estaban ya en prisi¨®n¡±, ha dicho. Crespo, quien estuvo preso durante once a?os por pertenecer a Sendero Luminoso, ped¨ªa que Morote y Liendo pudieran afrontar el juicio en comparecencia.
A los camar¨®grafos y fot¨®grafos se les permiti¨® registrar tan solo diez minutos de las cuatro horas de audiencia, y su ingreso y salida estuvieron controlados por tres polic¨ªas con armas largas. Otros cuatro vigilantes vestidos de civiles impidieron que los periodistas usaran su celular para tomar fotos o subir contenido en las redes sociales, lo cual daba cuenta de la preocupaci¨®n de los operadores de justicia acerca de la visibilidad en los medios de comunicaci¨®n de los miembros de Sendero Luminoso. La prensa pudo ingresar cuando los imputados estaban sentados de espalda al p¨²blico en la sala, de modo que no se repitieran las im¨¢genes de 2004 del fundador del grupo terrorista con el pu?o en alto.
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