Nueva matanza en el tercer aniversario de la revoluci¨®n egipcia
Las fuerzas de seguridad reprimen las marchas de islamistas y laicos Los pro-Ej¨¦rcito re¨²nen a miles de personas en Tahrir
Una jornada que deb¨ªa ser de celebraciones en Egipto por el tercer aniversario del inicio de la revoluci¨®n popular que derroc¨® a Hosni Mubarak se convirti¨® en un nuevo ba?o de sangre. Al menos 49 personas resultaron muertas y m¨¢s de un centenar heridas este s¨¢bado como resultado de los enfrentamientos entre manifestantes opositores y fuerzas de seguridad, asistidas por turbas pro-Ej¨¦rcito, que ocurrieron en diversas ciudades del pa¨ªs, seg¨²n inform¨® el ministerio de Sanidad. El clima de tensi¨®n en las calles representa una nueva demostraci¨®n de la fase de aguda polarizaci¨®n que vive el pa¨ªs ¨¢rabe despu¨¦s del golpe de Estado que depuso en julio a Mohamed Morsi, el primer presidente electo en las urnas.
Los incidentes m¨¢s violentos tuvieron lugar en el barrio de Alf Maskan, situado en el este de El Cairo y considerado un basti¨®n de los Hermanos Musulmanes, el movimiento islamista al que pertenece el despuesto expresidente Mohamed Morsi. Seg¨²n algunos medios locales, una veintena de personas habr¨ªan muerto en una aut¨¦ntica batalla campal que se prolong¨® durante varias horas y en las que las fuerzas de seguridad habr¨ªan disparado a los manifestantes con munici¨®n real, en lugar de los balines utilizados habitualmente para dispersar protestas.
La Hermandad elev¨® la cifra de v¨ªctimas para el conjunto del pa¨ªs por encima de las 50, un recuento parecido al de una ONG independiente que ofreci¨® incluso una lista con los nombres de los fallecidos. Seg¨²n el ministerio del Interior, m¨¢s de 1.000 personas fueron arrestadas, entre ellas varios periodistas.
El d¨ªa se inici¨® con la explosi¨®n de una bomba de escasa potencia en el barrio cairota de Ain Shams, un recordatorio de la cadena de atentados del d¨ªa anterior, que provoc¨® seis muertos en la capital. Ansar Bayt al-Maqdis, una organizaci¨®n yihadista con base en el Sina¨ª, reivindic¨® los cuatro ataques con explosivos. Por la tarde, un nuevo artefacto estall¨® cerca una comisar¨ªa de la ciudad de Suez, provocando heridas a una quincena de personas.
Adem¨¢s, se estrell¨® un helic¨®ptero en el norte del Sina¨ª, cerca de la frontera con Gaza. En un principio, el Ej¨¦rcito lo atribuy¨® a problemas t¨¦cnicos. Pero en un comunicado, Ansar Bayt al-Maqdis asegur¨® haberlo abatido, probablemente, con un m¨ªsil tierra-aire, detalle que fue confirmado por un responsable militar en la cadena de televisi¨®n egipcia CBC. El uso de un misil representa un salto cualitativo en la capacidad operativa del grupo terrorista, responsable de los atentados m¨¢s sangrientos de los ¨²ltimos meses.
No obstante, la violencia m¨¢s grave no procedi¨® este s¨¢bado de las bombas, sino de las batallas callejeras que sucedieron en varios puntos del pa¨ªs, con los detractores del gobierno siempre como v¨ªctimas. En cambio, la Plaza Tahrir, el epicentro de la revuelta tres a?os atr¨¢s, era ajena a cualquier disturbio. Miles de personas se congregaron all¨ª, as¨ª como en las plazas de las principales ciudades de la naci¨®n ¨¢rabe, para expresar su apoyo a Abdelfatt¨¢ al Sisi, ministro de Defensa y verdadero hombre fuerte del nuevo r¨¦gimen. De hecho, m¨¢s que una conmemoraci¨®n de la revoluci¨®n, el ambiente parec¨ªa m¨¢s bien el de un mitin pol¨ªtico de Al Sisi, de quien se espera un inminente anuncio de que concurrir¨¢ a las pr¨®ximas elecciones presidenciales.
No deja de ser ir¨®nico que Tahrir clamara hace tres a?os la ca¨ªda de un general, y ahora le exija a otro que lidere el pa¨ªs. Con helic¨®pteros sobrevolando la plaza y las notas de canciones patri¨®ticas sonando a todo volumen, se respiraba en la plaza un clima de integrismo nacionalista y xen¨®fobo. Varios periodistas extranjeros fueron agredidos por una turba, una consecuencia de la campa?a de gobierno y medios que atribuyen la contestaci¨®n interna a extra?os compl¨®s internacionales.
Poco m¨¢s de una semana despu¨¦s de haber aprobado en refer¨¦ndum una Constituci¨®n descrita como ¡°la m¨¢s democr¨¢tica de la historia¡± se puso en evidencia que el ejecutivo, apadrinado por el Ej¨¦rcito, no permite ninguna manifestaci¨®n antigubernamental. Poco importa que sea de tendencia islamista o laica. El Frente del Camino Revolucionario, una coalici¨®n que re¨²ne a varios movimientos revolucionarios, hab¨ªa convocado una manifestaci¨®n en el barrio de Mohandissin con la idea de marchar hacia Tahrir. Ni tan siquiera pudieron iniciar su trayecto.
¡°La gente a¨²n estaba llegando cuando han aparecido furgonetas de la polic¨ªa, y han empezado a lanzar gases lacrim¨®genos y a disparar con pistolas de balines. Todos hemos salido corriendo¡±, explicaba Ehab, un militante del partido Masr Qawya (¡°Egipto fuerte¡±), miembro del Frente. En estos altercados en Mohandissin cay¨® una de las cuatro v¨ªctimas del d¨ªa en la capital.
Los grupos que forman el Frente se niegan rotundamente a formar cualquier alianza estrat¨¦gica con los Hermanos Musulmanes, a quienes acusan de haber traicionado la revoluci¨®n durante el a?o de gobierno de Morsi. ¡°Nosotros estamos tanto contra el gobierno como la Hermandad. Ellos, los islamistas que se manifiesten por su cuenta, nosotros lo haremos por la nuestra¡±, comentaba Jaled. Los manifestantes consiguieron reagruparse frente al Sindicato de Periodistas, cerca de Tahrir, donde fueron dispersados de nuevo con brutalidad.
Por su parte, la cofrad¨ªa ni tan siquiera intent¨® acercarse a Tahrir. La ¨²ltima vez que lo hizo, el 6 de octubre, la polic¨ªa dispers¨® a sus partidarios con tal virulencia que mat¨® a m¨¢s de 50 personas. Las marchas de los Hermanos Musulmanes tuvieron m¨¢s bien lugar en los suburbios capitalinos y en las provincias del sur, su aut¨¦ntico basti¨®n, lo que no evit¨® que la jornada de ayer se convirtiera en una de las m¨¢s sangrientas de los ¨²ltimos meses. Desde el golpe del 3 de julio, han muerto m¨¢s de 2.000 personas a causa de la represi¨®n policial, la mayor¨ªa simpatizantes islamistas. Tres a?os despu¨¦s de la revoluci¨®n, Egipto contin¨²a siendo un pa¨ªs igual de tumultuoso, pero m¨¢s fatigado y menos esperanzado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.