EE UU decide su techo de deuda sin la tensi¨®n pol¨ªtica de otras ocasiones

Estados Unidos alcanza este viernes la fecha l¨ªmite para entrar en suspensi¨®n de pagos y lo hace en un inusual clima de tranquilidad, muy alejado de la tensi¨®n y el desencuentro pol¨ªtico de otras ocasiones. Aunque los republicanos est¨¢n tratando de incluir en la ley que autorice ampliar el techo de la deuda alguna condici¨®n que les beneficie y demuestre su fuerza ante la Casa Blanca, su l¨ªder en el Congreso, John Boehner, ha dejado claro que su partido no permitir¨¢ que el pa¨ªs incumpla sus obligaciones.

El pasado mes de octubre, como parte de un acuerdo para poner fin al cierre del Gobierno, el Congreso acord¨® ampliar hasta el 7 de febrero el l¨ªmite del techo de su deuda, cifrada en 17,3 billones de d¨®lares. Este lunes, el secretario del Tesoro, Jack Lew, advirti¨® que, cumplida esa fecha, su Departamento adoptar¨ªa medidas extraordinarias para seguir tomando dinero prestado y asegurar el pago de las obligaciones estadounidenses, pero que ¨¦stas no podr¨ªan extenderse m¨¢s all¨¢ de finales de este mes, un lapso de tiempo menor que el que han tenido en otras ocasiones los legisladores para llegar a un acuerdo que evite la temida suspensi¨®n de pagos. Una posibilidad que Boehner ya ha dejado claro que no va a permitir que se torne realidad.

Los republicanos est¨¢n tratando de incluir en la ley que autorice ampliar el techo de la deuda alguna condici¨®n que les beneficie y demuestre su fuerza ante la Casa Blanca

¡°No queremos incumplir con el pago de nuestra deuda y no vamos a incumplirlo¡±, ha reconocido el presidente de la C¨¢mara de los Representantes este jueves. Los republicanos han desistido de hacer de la suspensi¨®n de pagos una nueva batalla con la Casa Blanca, en parte porque entre sus filas no hay consenso suficiente para determinar qu¨¦ condici¨®n imponer a la Administraci¨®n a cambio de su aprobaci¨®n para elevar el l¨ªmite de la deuda. A lo largo de esta semana, los conservadores han sopesado exigir la aprobaci¨®n de un pol¨¦mico megaoleoducto que unir¨ªa las costas petroleras del norte de Canad¨¢ con las refiner¨ªas estadounidenses del golfo de M¨¦xico, al que se oponen los ecologistas, o utilizar, como en anteriores ocasiones, la supresi¨®n de parte de la reforma sanitaria como moneda de cambio.

En pleno a?o electoral y con el recuerdo reciente del castigo en las encuestas que esa misma oposici¨®n les supuso el pasado mes de octubre, muchos republicanos han preferido no arriesgar su futuro pol¨ªtico y no han respaldado ninguna de ambas posibilidades. El mi¨¦rcoles por la tarde, en un ¨²ltimo esfuerzo por tratar de mostrar su pujanza frente a la Casa Blanca, los conservadores propusieron exigir la descongelaci¨®n de las actualizaciones de las pensiones de los veteranos de guerra de acuerdo a la subida del IPC, una opci¨®n sobre la que, de momento, tampoco hay un consenso un¨¢nime. ¡°Seguimos barajando todas las piezas del puzzle¡±, ha reconocido Boehner.

Aunque los dem¨®cratas prefieren que la ley que acuerde la subida del l¨ªmite del endeudamiento de EE UU sea limpia y no contenga enmiendas de ning¨²n tipo, la actualizaci¨®n de las pensiones de los veteranos es una medida que s¨ª estar¨ªan dispuestos a contemplar varios de los legisladores progresistas, habida cuenta de que los senadores de la formaci¨®n se mostraron a favor de no congelarlas el a?o pasado.

Lew advirti¨® de que, cumplida esa fecha, su Departamento adoptar¨ªa medidas extraordinarias para seguir tomando dinero prestado y asegurar el pago de las obligaciones estadounidenses, pero que ¨¦stas no podr¨ªan extenderse m¨¢s all¨¢ de finales de este mes

No obstante, la Casa Blanca ha sido clara en que ¡°no va a aceptar chantajes¡± en la negociaci¨®n sobre el techo de la deuda. ¡°Nuestra posici¨®n y la del presidente es que no vamos a pagar ning¨²n peaje por el hecho de que el Congreso cumpla con su responsabilidad de que EE UU pague sus facturas¡±, ha recordado este jueves el portavoz de la presidencia, Jay Carney.

Tras el drama que rode¨® las negociaciones para evitar la suspensi¨®n de pagos en 2011, Wall Street ha dejado de prestar atenci¨®n a las maniobras pol¨ªticas en torno al di¨¢logo sobre el techo de la deuda que, desde entonces, se han sucedido entre el Congreso y la Casa Blanca. La agencia de calificaci¨®n Moody¡¯s, convencida de el Congreso llegar¨¢ a un acuerdo que impida que EE UU entre en bancarrota, ha asegurado que el debate en el Capitolio ¡°no iba a afectar a su calificaci¨®n AAA¡±. Fitch se ha mostrado m¨¢s precavida y s¨ª ha se?alado que la negociaci¨®n podr¨ªa determinar una revisi¨®n a la baja de su rating.

Aunque el consentimiento republicano para aumentar el l¨ªmite de endeudamiento no se cuestiona, la falta de un acuerdo concreto y la indecisi¨®n en torno al mismo pone en seria cuesti¨®n el engranaje de la democracia estadounidense generando una incertidumbre internacional que no beneficia para nada la credibilidad exterior de Washington. El FMI ya ha alertado de esta circunstancia este mismo jueves. ¡°Lo ¨²ltimo que necesita la econom¨ªa de EE UU es otro shock a la confianza como el que se derivar¨ªa de otro prolongado debate sobre si el pa¨ªs va a cumplir o no con sus obligaciones¡±, ha se?alado su portavoz, Gerry Rice.