Un militar hom¨®fobo, candidato a defender los derechos humanos en Brasil
Jair Bolsonaro se postula a la presidencia de la Comisi¨®n de DDHH, con apoyo de los evang¨¦licos. Sus posibilidades revelan el desinter¨¦s de los partidos por la protecci¨®n de las minor¨ªas
Todos los d¨ªas hay una historia estremecedora. Presos no juzgados tratados sin un m¨ªnimo de dignidad, juicios paralelos en la prensa, violaciones sistem¨¢ticas de libertades, violencia en las calles -pero tambi¨¦n en las universidades y en el propio hogar-, ¨¢nimos de venganza, bandas persiguiendo homosexuales, abusos policiales, periodistas amenazados, y muertos... La actualidad del pa¨ªs del Mundial trata sobre la violaci¨®n cotidiana de los Derechos Humanos. Y en el escenario pol¨ªtico, el asunto acab¨® convirti¨¦nsose un intercambio de cromos.
Despu¨¦s del pol¨¦mico mandato de Marco Feliciano (Partido Social Cristiano, PSC), pastor evang¨¦lico abiertamente hom¨®fobo y racista, el diputado Jair Bolsonaro, miembro del Partido Progresista - cuya sigla es herencia de la dictadura, a pesar de su nombre - anunci¨® su intenci¨®n de ser el nuevo presidente de la Comisi¨®n de Derechos Humanos y Minor¨ªas del Congreso. Seg¨²n ¨¦l, es uno de los pocos que disputan esa plaza, dado que esa comis¨®n es una de las menos relevantes para los partidos. El sector evang¨¦lico, que renunci¨® a luchar por una nueva presidencia, ya demostr¨® su simpat¨ªa por el candidato.
En realidad, la candidatura del Bolsonaro es fruto de un mero juego pol¨ªtico, como ¨¦l mismo reconoce en una entrevista a este peri¨®dico. Su partido apuesta por ¨¦l como candidato, militar conocido por sus posiciones homof¨®bas y radicales, para que el Partido de los Trabajadores, que tiene derecho a tres de las 21 comisiones, sacrifique la de Minas y Energ¨ªa que el PP codicia. Despu¨¦s de las pol¨¦micas entrevistas de Bolsonaro, en las que describe sus planes para instaurar la pena de muerte en el pa¨ªs, evitar que los pobres tengan hijos o rearmar a la poblaci¨®n, el PT discute ahora un camino para evitar que la Comisi¨®n caiga en las manos de un nuevo Feliciano, a¨²n m¨¢s retr¨®grado y radical en sus propuestas que el original. El reparto de las comisiones fue aplazado y debe resolverse en los pr¨®ximos d¨ªas.
¡°La candidatura de Bolsonaro revela la falta de atenci¨®n de los partidos en una comisi¨®n que trata de temas muy sensibles¡±, dice el analista pol¨ªtico Ant¨®nio Augusto Queiroz, autor del libro 'Por dentro del Gobierno' y miembro del Departamento Intersindical de Asesor¨ªa Parlamentaria (DIAP). Para Queiroz, la candidatura de Bolsonaro no se materializar¨¢ por el gran desgaste que el mandato de Feliciano provoc¨®. ¡°La estrategia del PP cre¨® el efecto contrario. Los partidos reaccionaron. Si se hubiera quedado quieto podr¨ªa hasta ganar, pero sus manifestaciones alejaron cualquier posibilidad de que sea el candidato¡±, afirma Queiroz.
La candidatura de Bolsonaro revela la falta de atenci¨®n de los partidos en una comisi¨®n que trata de temas tan sensibles
Esas manifestaciones incluyen perlas como llamar "terrorista" a la presidenta Dilma Rousseff, considerar que los ¡°pobres¡± deben parar de tener hijos, o afirmar que la mayor¨ªa de los gays son fruto del consumo de drogas y que ¡°solo una minor¨ªa viene con el defecto de f¨¢brica¡±, declaraciones recogidas en una entrevista concedida a EL PA?S.
Desde que se cre¨® la Comisi¨®n de Derechos Humanos, en 1995, fue dirigida por los partidos m¨¢s a la izquierda del espectro pol¨ªtico, m¨¢s identificados con movimientos sociales. ¡°Accidentalmente cay¨® en las manos de Feliciano, en raz¨®n del sistema de elecci¨®n de las comisiones¡±, explica Queiroz. ¡°Los partidos mayoritarios escogen las comisiones que les interesan y despu¨¦s contin¨²an eligiendo por turnos. El PT (que tiene la mayor base parlamentaria) elige primero, despu¨¦s el Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB), despu¨¦s el PT de nuevo, despu¨¦s un partido medio... El PT tuvo cuatro oportunidades para elegir, ten¨ªa condiciones de optar por la de Derechos Humanos, pero no lo hizo¡±.
La Comisi¨®n tiene una importancia hist¨®rica en el Brasil. Por ella pasaron grandes avances en el ¨¢rea de los derechos humanos. ES una parte fundamental de un legislativo para proteger el ciudadano.
¡°La Comisi¨®n tiene una importancia hist¨®rica en Brasil. Por ella pasaron grandes avances en materia de derechos humanos. Es una parte fundamental de un legislativo para proteger al ciudadano. Adem¨¢s de que, en el contexto actual, tener una persona en la comisi¨®n que no representa la lucha por esos derechos es un retroceso gigante en el pa¨ªs¡±, afirma L¨²cia Nades, presidenta de la ONG Conectas Derechos Humanos. ¡°En un momento donde muchas personas est¨¢n en las calles exigiendo derechos b¨¢sicos, no cabe que esa comisi¨®n sea presidida por una persona que no tiene esos valores¡±.
Para Joluzia Batista, soci¨®loga y asesora parlamentar del Centro Feminista de Estudios y Asesor¨ªa (CFMEA) la precaria gobernabilidad de la que depende el Gobierno del PT acab¨® comprometiendo el compromiso pol¨ªtico con los Derechos Humanos. Adem¨¢s del enorme crecimiento de la influencia del lobby evang¨¦lico. ¡°Tenemos un movimiento organizado de los conservadores fundamentalistas, que creci¨® enormemente durante el ¨²ltimo mandato. Comenzaron a entrar en las principales comisiones de su inter¨¦s: de Seguridade Social y Familia, Comunicaci¨®n... Tienen un peso pol¨ªtico muy grande. Hoy sufrimos la influencia de siglas emblem¨¢ticas del conservadorismo, que trabajan contra la diversidad¡±, dice Batista.
Mientras algunos colectivos ya han protestado contra la posibilidad de que Bolsonaro presida la Comisi¨®n y otros esperan con preocupaci¨®n las negociaciones de los partidos, el diputado del PP contin¨²a dando entrevistas incendiarias atra¨ªdo por los focos. La candidatura, sin embargo, va a depender de los intereses partidarios y no de la voluntad de hacer de Brasil un pa¨ªs m¨¢s justo para sus ciudadanos.
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