Berlusconi aprovecha la ca¨ªda de Letta para volver a la escena pol¨ªtica
El presidente Napolitano recibe a Il Cavaliere pese a estar condenado y expulsado del Senado
Si la nada, seg¨²n Francisco Umbral, es una fuente sin agua en un jard¨ªn sin fuente, la pol¨ªtica italiana tiene la misma memoria que los peces de esa fuente inexistente. Fue curioso observar a principios de semana, cuando ya se barruntaba el zarpazo de Matteo Renzi a Enrico Letta, dos asuntos con los que entretuvieron la espera los pol¨ªticos y los medios del pa¨ªs. Uno ten¨ªa que ver con la revelaci¨®n, realizada por el periodista Alan Friedman, de que, en el verano de 2011, el presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, sonde¨® en secreto al profesor Mario Monti para que encabezara un Gobierno t¨¦cnico en sustituci¨®n del de Silvio Berlusconi, cosa que finalmente sucedi¨® a mediados de noviembre. No fueron pocos, incluyendo claro est¨¢ al propio Berlusconi, los que se declararon escandalizados por que el presidente Napolitano, que ya ve¨ªa entonces que Italia se acercaba al precipicio, preparase una alternativa al colapso econ¨®mico y moral provocado por Il Cavaliere.
El segundo asunto, al que todos los medios dedicaron menos espacio, tambi¨¦n concern¨ªa a Berlusconi, pero no a su faceta de pol¨ªtico, sino a la de delincuente. El ex primer ministro, expulsado del Senado tras ser condenado en firme por fraude fiscal en el caso Mediaset, ensay¨® otro de sus habituales trucos ¡ªel de no haber sido convocado en tiempo y forma¡ª para intentar atrasar un proceso en su contra. En esta ocasi¨®n, los fiscales le acusan de comprar por tres millones de euros el voto del senador Sergio De Gregorio para precipitar la ca¨ªda, en la primavera de 2008, del Gobierno de Romano Prodi. Berlusconi no solo tiene todas las papeletas para ser declarado culpable ¡ªpor cuanto el propio De Gregorio ha reconocido que se embols¨® el chantaje y ha sido condenado por ello¡ª, sino que los jueces han ordenado una investigaci¨®n para descubrir si el l¨ªder de Forza Italia compr¨® a m¨¢s parlamentarios en aquella ¨¦poca.
La pol¨ªtica italiana, debido en buena parte a las dos d¨¦cadas de Berlusconi en el poder, es un inmenso espect¨¢culo televisivo capaz de dar el mismo trato a h¨¦roes y villanos, sin aprender del pasado ni tener en cuenta el futuro. ¡°Los italianos¡±, seg¨²n el soci¨®logo Gian Maria Fara, ¡°vivimos en la c¨®moda posici¨®n de consumidores del presente. Solo estamos pendientes del d¨ªa a d¨ªa. Se ha establecido la cultura del spot y del eslogan. Los talk show han triturado la pol¨ªtica y han convertido a los pol¨ªticos en tristes caricaturas capaces de liquidar con unos cuantos chistes problemas de mucha trascendencia¡±. La tragedia es que, una vez convertidos en personajes televisivos, sus actos y sus palabras pasan a formar parte de la misma comedia. As¨ª, se da id¨¦ntico trato a la ministra de origen africano C¨¦cilye Kyenge y a quien, desde la Liga Norte, la llama orangut¨¢n o la manda a fregar los platos, o a un viejo estadista que trabaja ¡ªcon m¨¢s ¨¦xito o con menos¡ª para evitar que el pa¨ªs se despe?e por la senda del descr¨¦dito y a quien, seg¨²n se?alan los jueces en sus fallos, tiene ¡°propensi¨®n a cometer delitos¡±, sean estos de ¨ªndole sexual o econ¨®mica. De tal forma, el encuentro de este s¨¢bado en el palacio del Quirinal, sede de la m¨¢s alta instancia de la Rep¨²blica, entre Napolitano y Berlusconi no certifica, como subrayan algunos analistas, la derrota del presidente y la resurrecci¨®n de Il Cavaliere, sino algo mucho peor: la incapacidad de la pol¨ªtica italiana para librarse de quien durante d¨¦cadas enteras la ha arrastrado por el fango.
A sus 77 a?os, Silvio Berlusconi est¨¢ pendiente de que los jueces apliquen sus dos a?os de inhabilitaci¨®n para ejercer cargo p¨²blico, definan qu¨¦ tipo de servicios sociales tiene que prestar durante un a?o para descontar la pena por fraude fiscal y le sea retirado el t¨ªtulo de Cavaliere. Y, aun as¨ª, sigue teniendo presente y aun futuro. En buena parte gracias a que Matteo Renzi, el inminente primer ministro, lo sac¨® hace un par de semanas del letargo de dos meses en el que se hab¨ªa encerrado despu¨¦s de su expulsi¨®n del Senado. La teor¨ªa generalmente asumida es que Renzi fue a buscarlo ¡ªutilizando como intermediario a Gianni Letta, el t¨ªo del ya ex primer ministro¡ª para que pactara con ¨¦l la reforma de la ley electoral. Pero, ?y si fue al rev¨¦s? ?Y si fue el l¨ªder de Forza Italia quien le inocul¨® al ambicioso Renzi ¡ªcon quien reconoce que tiene sinton¨ªa¡ª las prisas para llegar al poder?
La pasada primavera, en una entrevista con este peri¨®dico, el entonces alcalde de Florencia reconoci¨® que, al contrario que una buena parte del Partido Democr¨¢tico, ¨¦l no desea ver a Berlusconi en la c¨¢rcel, sino jubilado. A la c¨¢rcel no ir¨¢ por edad, y de la jubilaci¨®n lo ha sacado quien, en un pa¨ªs con memoria, huir¨ªa de ¨¦l como alma que lleva el diablo.
Tomatazos en el Quirinal
Matteo Renzi ser¨¢ primer ministro por el rito abreviado. El presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, solucion¨® en un santiam¨¦n ¡ªlo ha hecho tres veces en los ¨²ltimos dos a?os¡ª el formalismo de hablar con todas las formaciones pol¨ªticas antes de encargar la formaci¨®n del nuevo gobierno. El mayor inter¨¦s estaba en contemplar la llegada al palacio del Quirinal del l¨ªder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, quien durante los ¨²ltimos meses ha atacado con vehemencia a Napolitano por negarse a concederle el salvoconducto que necesita para escapar a sus problemas con la justicia. Berlusconi, que fue recibido a tomatazos, mantuvo una reuni¨®n de apenas media hora con Napolitano, tras la que declar¨®: "Mantendremos el acuerdo [con Matteo Renzi] sobre las reformas. La nuestra ser¨¢ una oposici¨®n responsable, como siempre que hemos hecho cuando, en los ¨²ltimos 20 a?os, hemos estado en la oposici¨®n". No mencion¨®, obviamente, la compra del senador Sergio De Gregorio, por la que est¨¢ siendo juzgado por un tribunal de N¨¢poles.
El secretario del Nuevo Centroderecha, Angelino Alfano, quien sostuvo hasta el final al gobierno de Enrico Letta, intent¨® condicionar su apoyo --"no se puede cerrar un programa gubernamental en 48 horas" y hay que evitar "una deriva hacia el centroizquierda"--, pero est¨¢ claro que el antiguo delf¨ªn de Berlusconi necesita el poder para seguir contando algo en la pol¨ªtica italiana. El Movimiento 5 Estrellas y la Liga Norte decidieron no acudir a la consulta. Mientras se espera que el presidente Napolitano encargue a Matteo Renzi la formaci¨®n del nuevo Gobierno antes del lunes, los medios italianos ampl¨ªan el abanico de apuestas sobre los ministros que se van, se quedan y est¨¢n por llegar. El l¨ªder del PD estar¨ªa pensando en un gabinete con 18 ministros, la mitad mujeres, para intentar llegar hasta 2018.
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