Rodr¨ªguez, exsecretario de la OEA, sortea una d¨¦cada de acusaciones

Entre las im¨¢genes que marcan la historia pol¨ªtica de este pa¨ªs de pocos sobresaltos est¨¢ la de aquel viernes a las 2:20 p.m. Miguel ?ngel Rodr¨ªguez Echeverr¨ªa bajaba esposado y cabizbajo la escalerilla del avi¨®n en que aterriz¨® en el aeropuerto Juan Santamar¨ªa, en San Jos¨¦, en el pa¨ªs que presidi¨® entre 1998-2002. Ese que descend¨ªa cabizbajo era el economista que hac¨ªa menos de un mes se hab¨ªa convertido en secretario general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) y su destino era un calabozo, como sospechoso de corrupci¨®n. Ese 14 de octubre del 2004 ¨¦l ven¨ªa de su nueva oficina en Washington DC; despu¨¦s estuvo una temporada en la c¨¢rcel preventiva, otra en arresto domiciliario. Lleg¨® un juicio, una condena, una apelaci¨®n exitosa, nuevos cargos y otro proceso judicial.

Hasta esta semana, que lo sobreseyeron de un ¨²ltimo caso y ha decidido presentarse ante el p¨²blico como ¡°un perseguido¡±. Rodr¨ªguez Echeverr¨ªa recibi¨® este lunes la noticia de la exoneraci¨®n de los cargos que se le imputaban por supuestos desv¨ªos de fondos p¨²blicos en negocios del estatal Instituto Nacional de Seguros (INS). Ya puede sacudirse las manos porque tambi¨¦n est¨¢ libre de las culpas que los tribunales le cargaron por aparentes comisiones de la telef¨®nica francesa Alcatel, por las cuales fue condenado en una sentencia que fue despu¨¦s anulada en 2012.

Alejado completamente de la pol¨ªtica, Rodr¨ªguez Echeverr¨ªa ha pasado estos diez a?os dedicado a defenderse de sus enredos judiciales y a impartir clases de Econom¨ªa en la Universidad de Costa Rica (UCR). Su Partido, Unidad Social Cristiana (PUSC), se derrumb¨® por el golpe que le supuso ver arrestado y preso a dos de sus expresidentes, pues tambi¨¦n Rafael ?ngel Calder¨®n (1990-1994) cay¨® preso por aquellos a?os por otro caso relacionado a negocios irregulares de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS). El PUSC perdi¨® su puesto como partido grande, se rompi¨® el bipartidismo y se abrieron espacios para nuevas fuerzas pol¨ªticas, a pesar de la desconfianza popular que se despert¨® contra la clase pol¨ªtica despu¨¦s de 2004.

¡°Hoy hace 3.409 d¨ªas que volv¨ª al pa¨ªs, que renunci¨¦ a la OEA. Lo hice porque ten¨ªa conocimiento de que los hechos acusados eran falsos y ten¨ªa confianza en los jueces, en que iban a demostrar mi inocencia¡±, dijo este martes en su casa. All¨ª asegur¨® haber sido v¨ªctima de una persecuci¨®n de los medios de comunicaci¨®n, del presidente Abel Pacheco (2002-2006) y de Francisco Dal¡¯Anese, el fiscal general que lo hizo apresar aquel viernes de 2004 y que dirigi¨® la investigaci¨®n judicial, antes de encabezar la Comisi¨®n Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cijig).

¡°Fue un circo¡±, ha dicho con su traje gris y su irrenunciable corbata negra, tal como vest¨ªa cuando aterriz¨® en el aeropuerto Juan Santamar¨ªa. Sustituy¨® al colombiano C¨¦sar Gaviria pero no logr¨® comenzar siquiera el quinquenio que le correspond¨ªa. El estadounidense Luigi Eunaudi fue secretario general interino hasta que en 2005 fue elegido Jos¨¦ Miguel Insulza, a¨²n en el puesto.

Mientras, Rodr¨ªguez vivi¨® entre abogados. Encar¨® el juicio de los negocios que Alcatel hizo con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y fue condenado en abril de 2011 a cinco a?os de prisi¨®n por ¡°corrupci¨®n agravada¡± al participar en la repartici¨®n de unos 14 millones de d¨®lares en comisiones para cerrar un contrato con la empresa francesa. Esta condena, sin embargo, qued¨® sin efecto porque un tribunal de apelaciones anul¨® en noviembre de 2012 la validez de una prueba clave bancaria obtenida en Panam¨¢ y descalific¨® el testimonio de un antiguo colaborador de Rodr¨ªguez.

As¨ª Rodr¨ªguez superaba uno de sus embrollos, pero faltaba m¨¢s. La Fiscal¨ªa consider¨® a Rodr¨ªguez y a otros nueve exfuncionarios como sospechosos de recibir unos dos millones de d¨®lares por sobornos de la reaseguradora londinense PWS, que dio servicio al INS entre 1998 y 2002, adem¨¢s de otras d¨¢divas de firmas internacionales. Sin embargo, los jueces invalidaron de nuevo pruebas bancarias obtenidas en otros pa¨ªses y que eran claves para la acusaci¨®n, sumadas a otras debilidades del expediente. Ahora la Fiscal¨ªa dice tener pruebas suficientes para apelar este fallo, pero Rodr¨ªguez da por cerrada se d¨¦cada olvidable, que tambi¨¦n incluy¨® cuestionamientos por contratos de electrificaci¨®n subterr¨¢nea en San Jos¨¦ y por programas financiados con dinero donado por Taiw¨¢n.