Crimea y la flota rusa del mar Negro
La raz¨®n de ser de una flota del mar Negro potente, viene de una futurible y permanente presencia rusa en el Mare Nostrum
En la Pen¨ªnsula de Crimea, la ciudad de Sebastopol, con su puerto a orillas del Mar Negro, ha sido la base naval de la Flota del Mar Negro rusa desde que la emperatriz Catalina la Grande, despu¨¦s de ganar este territorio al Imperio Otomano, as¨ª lo dispusiese en el siglo XVIII, hace ahora 230 a?os. De la tradici¨®n naval de este puerto viene el hecho de que la dotaci¨®n del famoso acorazado Potemkin se amotinase precisamente en Sebastopol, dando lugar al comienzo de la Revoluci¨®n rusa en 1917. M¨¢s recientemente, uno de los dos grandes buques anfibios clase Mistral, vendidos por Francia a Rusia, llevar¨¢ el nombre de Sevastopol. La toma de esta estrat¨¦gica base naval en 1942, durante la II Guerra Mundial, le cost¨® al Ej¨¦rcito alem¨¢n 170.000 bajas y un sitio de 10 meses. Liberada por el Ej¨¦rcito Sovi¨¦tico en 1944. Stalin procedi¨® a una limpieza ¨¦tnica, deportando a sus primitivos pobladores t¨¢rtaros al Asia Central, junto con los armenios, b¨²lgaros y griegos que habitaban en Crimea, cambiando la denominaci¨®n de Rep¨²blica Socialista Sovi¨¦tica, por la de Oblast (provincia) de la Federaci¨®n Rusa.
La cesi¨®n de la estrat¨¦gica pen¨ªnsula de Crimea (del t¨¢rtaro Qirim), a Ucrania, se produce por una decisi¨®n del Soviet Supremo, el 19 de febrero de 1954, siendo Primer Secretario del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, Nikita Kruschev, originario de Kalinovka, aldea ubicada en la frontera ruso-ucraniana, y posterior gobernador de Ucrania, enviado por Stalin, en 1939 para continuar las purgas como l¨ªder del Partido Comunista, hasta la conquista de Kiev por el Ej¨¦rcito alem¨¢n en 1941, y posteriormente para liberar la ciudad en 1943 con las tropas sovi¨¦ticas, iniciando la reconstrucci¨®n de la devastada Ucrania
Esta cesi¨®n gratuita a Ucrania de una pen¨ªnsula que albergaba las instalaciones navales m¨¢s importantes de Rusia en el mar Negro, dejaban a su flota desprotegida a ra¨ªz de la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn y la independencia de Ucrania, por lo que fue necesario un acuerdo entre los presidentes Boris Yeltsin de Rusia y Le¨®nidas Kravchuk de Ucrania, sobre la base naval de Sebastopol, acuerdo que llev¨® consigo la divisi¨®n de la Flota Sovi¨¦tica del Mar Negro entre ambas naciones en junio de 1992 por el acuerdo de Yalta. En mayo de 1997, a cambio de reconocer las nuevas fronteras, Mosc¨² se qued¨® con el 80% de la flota del mar Negro y un acuerdo para conservar la base naval de Sebastopol por 20 a?os, hasta 2017, adem¨¢s de otras 77 instalaciones que inclu¨ªan el faro de cabo Sarych. Posteriormente el depuesto presidente de Ucrania, Viktor Yakunovych y el de Rusia, Vladimir Putin, firmaban el 21 de abril de 2010 un nuevo acuerdo por el que la base naval de Sebastopol seguir¨ªa en manos rusas otros 25 a?os m¨¢s, es decir hasta 2042, a cambio Ucrania recibir¨ªa el equivalente a 40.000 millones de d¨®lares por una sustancial rebaja, el 30%, en el precio del gas ruso los pr¨®ximos 10 a?os.
La divisi¨®n de la Flota Sovi¨¦tica en dos, aunque la Marina rusa, se llev¨® las unidades mejores y de mayor desplazamiento, supuso un debilitamiento de su poder ofensivo, agravado por la terrible crisis econ¨®mica que sufri¨® Rusia a ra¨ªz de la desaparici¨®n de la URSS, congel¨¢ndose pr¨¢cticamente todas las inversiones en el ¨¢mbito defensivo, y por ende en el naval, quedando los buques en construcci¨®n en las gradas durante d¨¦cadas sin que apenas se avanzase, hasta llegar al siglo XXI con apenas media docena de buques de superficie con un cierto valor militar y un solo submarino operativo de la clase Kilo. La recuperaci¨®n econ¨®mica de la Hacienda rusa, gracias a los precios de los recursos energ¨¦ticos y su exportaci¨®n a Europa Occidental, han inclinado la balanza del bienestar econ¨®mico ruso y con ella las inversiones en la industria de defensa y por ende en la naval, que tiene ahora mismo 6 submarinos en construcci¨®n de tercera generaci¨®n (Proyecto 636.3) clase Varshavyanka o Kilo III, en la denominaci¨®n OTAN, de los que tres unidades, Novorossiysk, Rostov-on-Don y Stary Oskol, se espera entren en servicio a lo largo de este a?o. Submarinos que ir¨¢n dotados con el misil de crucero Kalibr, con un alcance de 1200 a 1500 km, equivalente al misil norteamericano Tomahawk, con capacidad de ataque a objetivos terrestres. La cuarta unidad de la serie, el Krasnodar recibir¨¢ la quilla en mayo y con un intervalo de un a?o le seguir¨¢n la quinta y sexta unidad, capaces de bajar a cotas superiores a 300 metros, con una autonom¨ªa en inmersi¨®n sin recargar las bater¨ªas, de 450 km y una velocidad m¨¢xima de 20 nudos. Su dotaci¨®n la compondr¨ªan tan s¨®lo 52 hombres para un desplazamiento de 3.100 toneladas. Su armamento los compone adem¨¢s de los misiles, seis tubos lanzatorpedos de 533mm.
A esta modernizaci¨®n de la flotilla de submarinos, le seguir¨¢ la de buques de superficie, encabezada por el crucero Moskva (Mosc¨²), dado que en el pensamiento naval ruso est¨¢ el recuperar la presencia naval en el Mediterr¨¢neo, con unidades procedentes bien de la flota del B¨¢ltico o del mar Negro, asumiendo as¨ª el rol que desempe?aba el desaparecido SOVMEDRON de la era sovi¨¦tica, utilizando como base log¨ªstica, las instalaciones navales del puerto sirio de Tartus.
La pregunta que procede, es ?para qu¨¦ necesita Mosc¨² una potente flota enclaustrada entre las riberas del mar Negro y 25.000 marinos en sus bases de Crimea? Y esta pregunta es l¨®gica, pues las Marinas de Guerra ribere?as de Ucrania, Bulgaria y Rumania son muy peque?as, la de Georgia inexistente y la m¨¢s poderosa turca tiene sus bases navales en el mar de M¨¢rmara y el Mediterr¨¢neo, luego Rusia no debe esperar ninguna amenaza mar¨ªtima significativa de sus vecinos del mar Negro, considerado otrora como un mar sovi¨¦tico y hoy un lago ruso. La raz¨®n de ser de una flota del mar Negro m¨¢s potente, viene de una futurible y permanente presencia rusa en el Mare Nostrum. La reciente crisis de Siria encendi¨® todas las alarmas en el Kremlin, EE UU aument¨® considerablemente su presencia en muy poco tiempo frente a las costas de Siria, gracias a los refuerzos de su VI Flota, aumentada con unidades navales ubicadas en el Indico y Golfo P¨¦rsico, am¨¦n de los buques de guerra brit¨¢nicos, franceses, alemanes etc. que en cuesti¨®n de horas se posicionaron frente a la Base Naval de Tartus, dispuestos a bloquear a Siria o incluso realizar un ataque con Tomahawks contra las instalaciones militares de Bachar el Asad, llegado el caso. La oportuna mediaci¨®n de Putin, buscando una salida diplom¨¢tica con la entrega de armas qu¨ªmicas del Ej¨¦rcito sirio, resolvi¨® el peligro de un ataque a su aliado, pero se dio cuenta de su debilidad en la mar frente a la fortaleza naval de la Alianza, lo que ha llevado a Mosc¨² a reconsiderar su inferioridad en el caso de una crisis en el Mediterr¨¢neo, algo que no est¨¢ dispuesto a que ocurra de nuevo y dado que los refuerzos m¨¢s pr¨®ximos vendr¨ªan de Sebastopol, era urgente y necesario incrementar la calidad y cantidad de sus unidades en esa Base Naval, ya que en 24 horas los buques de guerra podr¨ªan cruzar los Estrechos turcos, eso s¨ª cumplimentando los acuerdos de la convenci¨®n de Montreux y con los submarinos navegando en superficie, para en otras 24 horas encontrarse en el Mediterr¨¢neo listos para desplegarse all¨ª donde hiciese falta. El aumento de cuatro destructores norteamericanos basados en Rota y desplegados en el Mediterr¨¢neo Oriental, dentro del concepto de la defensa anti misil, ha supuesto un peque?o desequilibrio de fuerzas para las unidades navales rusas que navegan bajo la bandera tricolor de la Federaci¨®n Rusa.
Jos¨¦ M? Trevi?o es almirante retirado
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