La escalada
Cada tanto sube al marcador como una victoria definitiva, pero luego la perspectiva lo sit¨²a como una jugada m¨¢s de una larga partida. El primer punto fue para Putin cuando consigui¨® que Yanuk¨®vich renunciara al acuerdo de asociaci¨®n con la Uni¨®n Europea. El segundo se lo apunt¨® la oposici¨®n ucrania cuando convirti¨® la renuncia en la chispa del Maid¨¢n: uno a uno. El tercero fue de nuevo para la oposici¨®n: Yanuk¨®vich huy¨® y fue destituido: uno a dos y tanteo muy desfavorable para Mosc¨², pues significaba que Ucrania y Kiev, la vieja capital medieval de los rusos, salen de su ¨¢rea de influencia hist¨®rica.
Pero se equivoc¨® quien se precipit¨® en el balance: la s¨²bita invasi¨®n de Crimea, desde dentro, mediante un ej¨¦rcito an¨®nimo desplegado por Rusia, situ¨® de nuevo las cosas en empate, territorial incluso, una vez el Parlamento declara la independencia de la pen¨ªnsula y el pueblo soberano la ratifica este domingo. Otra p¨¦rdida, probablemente sin marcha atr¨¢s: Ucrania se quedar¨¢ sin Crimea. Ser¨¢ dif¨ªcil que esta baza entre en una futura negociaci¨®n, que partir¨¢ al menos de la realidad rus¨®fona de la pen¨ªnsula, de su peso simb¨®lico para Mosc¨² y de la permanencia de la flota rusa.
Mosc¨² tiene ya las siguientes jugadas esbozadas. La primera, proceder en la Ucrania oriental y rus¨®fona como ya ha hecho en Crimea. Fuerzas an¨®nimas que se identifican como autodefensas, algunas autoridades locales prorrusas y unos pu?ados de manifestantes bastan para otra invasi¨®n desde dentro que tiene mucho de golpismo y poco de insurrecci¨®n. De triunfar, ya no estaremos ante la secesi¨®n de Crimea, sino abriendo en canal a Ucrania entera, para dejar a las minor¨ªas rus¨®fonas dentro de la esfera de Mosc¨².
En Kiev hay quien empuja en esta misma direcci¨®n. La inicial anulaci¨®n del ruso como lengua oficial trabaja por la independencia de Crimea, al igual que la petici¨®n de entrada en la OTAN trabaja por la partici¨®n de Ucrania en dos. Yanuk¨®vich ya se?ala el siguiente movimiento, con su amenaza de recuperar el poder en Kiev. Tambi¨¦n hay algunos datos positivos aunque escasos, en esta extra?a confrontaci¨®n: tras la matanza de Maid¨¢n, ahora no hay enfrentamientos, apenas unos tiros al aire; Putin habla largamente por tel¨¦fono con Obama y Merkel; no hay opciones militares encima de la mesa. Es una escalada, pero en otras circunstancias, por ejemplo las de ese 1914 que ahora celebramos, la guerra ya habr¨ªa estallado.
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