Dilma Rousseff intenta atenuar la crisis con su principal partido aliado

El Gobierno de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, vive una crisis de relaci¨®n con su principal aliado, el Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB), cuyo round m¨¢s esperado se celebra este mi¨¦rcoles. Es entonces cuando el Congreso debe votar el marco civil de Internet, que pretende establecer derechos y deberes para los usuarios de la Red, y mantener su neutralidad. El proyecto del Ejecutivo ha encontrado resistencias por parte del PMDB, que pretende votar una enmienda revisando la neutralidad de la web, algo que, seg¨²n especialistas, puede beneficiar a operadoras de telecomunicaciones en detrimento del internauta.

Para limar asperezas, el autor de esa enmienda, el diputado peemedebista Eduardo Cunha, de R¨ªo de Janeiro, se reuni¨® este lunes con el ministro de la Casa Civil (Presidencia), Aloizio Mercadante, y la ministra de Relaciones Institucionales, Ideli Salvatti, adem¨¢s de con el ministro de Justicia, Jos¨¦ Eduardo Cardozo y el vicepresidente Michel Temer, tambi¨¦n del PMDB. ¡°Fue un intercambio de ideas que debe continuar ma?ana y despu¨¦s... La pol¨ªtica es el arte de conversar siempre¡±, dijo Cunha a los periodistas a la salida del encuentro, al final del d¨ªa. Cunha ha protagonizado los principales enfrentamientos con el Gobierno, y ha sido acusado de chantajista, traidor y hasta de hacer el papel de l¨ªder de la oposici¨®n por sus posiciones radicales, incluida la propuesta de acabar con la alianza con el PT. El diputado, en verdad, verbaliza lo que sus compa?eros de partido dicen con palabras m¨¢s suaves o comentan entre bastidores.

Tras convertirse en protagonista de casi todos los medios de comunicaci¨®n de Brasil este fin de semana, Cunha se quej¨® del tono cr¨ªtico de algunos reportajes diciendo: ¡°Veo la reacci¨®n de la maquinaria del PT en la prensa contra m¨ª¡±, dijo en Twitter y en su blog. ¡°Forma parte del proceso hegem¨®nico del PT, es decir: quien se enfrenta a ¨¦l es aniquilado por los medios de comunicaci¨®n comprados, con publicaciones ap¨®crifas y agresiones sin ning¨²n asomo de verdad¡±. El presidente de la C¨¢mara, Henrique Alves, del PMDB de R¨ªo Grande do Norte, que no cree en la ruptura de la alianza, mostr¨® su disgusto de forma m¨¢s sutil este lunes. ?l no asisti¨® a la toma de posesi¨®n de seis nuevos ministros, sustitutos de aquellos que optan a cargos electos. ¡°Fueron nombramientos que no implicaron a nuestra bancada¡±, dijo Alves a EL PA?S el pasado jueves.

El l¨ªder de la C¨¢mara, as¨ª como otros integrantes del partido, no esconden la frustraci¨®n por decisiones tomadas ¡°de encima abajo¡±, que no toman en cuenta las opiniones del partido. No por casualidad, el Gobierno ha coleccionado derrotas como la aprobaci¨®n de una comisi¨®n parlamentaria para investigar supuestos sobornos a funcionarios de la estatal Petrobras en el exterior, y la convocatoria de diez ministros para rendir cuentas en el Congreso sobre los m¨¢s diversos asuntos. Alves tambi¨¦n se reuni¨® con Mercadante para tratar sus diferencias.

La falta de sinton¨ªa entre los dos aliados no es nueva. ¡°El partido reaccion¨® a un problema que viene de atr¨¢s¡±, explica Alves. El problema en cuesti¨®n atiende al nombre de Eun¨ªcio de Oliveira, senador del PMDB en el Estado de Cear¨¢, al que la presidenta pretend¨ªa llamar para asumir el Ministerio de la Integraci¨®n Regional, una de las carteras m¨¢s codiciadas por ser la gran distribuidora de presupuestos para obras de infraestructura. La cartera est¨¢ bajo el mando interino de Francisco Teixeira, secretario de Infraestructura H¨ªdrica, desde la salida en octubre del a?o pasado de Fernando Bezerra, del Partido Socialista Brasile?o (PSB), de Pernambuco. El PMDB, sin embargo, ten¨ªa otro nombre en mente, Vital do R¨ºgo, que no fue tomado en cuenta por la presidenta.

Oliveira, por su parte, tiene posibilidades para disputar el cargo de gobernador de Cear¨¢. Si acepta la invitaci¨®n reducir¨ªa sus oportunidades de participar en una elecci¨®n estatal y contribuir¨ªa a disminuir la bancada de diputados fuertes, observa el polit¨®logo Fernando Abr¨²cio. ¡°Ese es el gran miedo del PMDB, porque las campa?as a gobernador acaban arrastrando votos para los diputados¡±, explica. Con 75 de los 512 parlamentarios de la C¨¢mara, los peemedebistas componen la segunda mayor bancada, tras el PT, que tiene 87 representantes. Por eso, la b¨²squeda de consenso es fundamental para que el Gobierno apruebe proyectos de su inter¨¦s.

Las reuniones de este lunes intentan aplacar las llamas del incendio de Brasilia. ¡°En Brasil las cosas solo funcionan cuando se llega al borde del abismo¡±, afirma Maria Cristina Mendon?a de Barros, socia de la consultor¨ªa MB Associados. Por eso, el Gobierno no tiene otra salida que limar asperezas con su principal aliado.

Barros comenta que el mercado comenz¨® el a?o con un humor a la baja en relaci¨®n al Gobierno, ante las desconfianzas sobre el desempe?o de los pa¨ªses emergentes, la presi¨®n por el esfuerzo fiscal y la amenaza de sequ¨ªa. La reelecci¨®n de la presidenta, que parec¨ªa segura, no est¨¢ tan clara. Es en esta situaci¨®n cuando los aliados comienzan a flirtear con otros partidos. ¡°Es un momento en el que los fuertes se vuelven d¨¦biles, y los m¨¢s d¨¦biles se fortalecen¡±, a?ade Barros.

Si por un lado la crisis estall¨® por presi¨®n de un ala del PMDB, por otro, el sistema pol¨ªtico brasile?o da margen para m¨¢s problemas. Con dos decenas de partidos representados en el Congreso, los mandatarios trabajan con lo que se suele llamar Gobernado de coalici¨®n. El expresidente Fernando Henrique Cardoso dijo la semana pasada que el clima actual era m¨¢s bien de ¡°Gobierno de cooptaci¨®n¡±, m¨¢s comumente conocido como ¡°hay que dar para recibir¡±.

Murillo de Arag¨®n, de la consultor¨ªa Arko Advice, recuerda que la pol¨ªtica brasile?a impone tradicionalmente un ejercicio exhaustivo de conciliaci¨®n y reconciliaci¨®n, lo que representa una bendici¨®n y una desgracia. ¡°Bendici¨®n porque no alcanza crisis insuperables. Pero por otro lado, provoca la par¨¢lisis del proceso de decisi¨®n, pues es una sociedad an¨®nima fragmentada en tantos socios que exige siempre el 80% de concordancia¡±, afirma.

La cr¨ªtica se hace al modelo, pero la falta de mano izquierda de la presidenta tambi¨¦n echa gasolina al fuego. ¡°La reforma ministerial fue un desastre, no se puede tardar tanto para hacer eso¡±, dice el polit¨®logo Fernando Abr¨²cio. ¡°Fue un elefante pariendo un rat¨®n¡±, resume. Para ¨¦l, tanto Rousseff como sus principales intermediarios, la ministra Ideli Salvatti y Mercadante, han actuado apenas en el papel de conciliar las posiciones de la base.

Esta, sin embargo, no ser¨¢ la primera y ni la ¨²ltima vez que el PMDB y el PT necesitar¨¢n discutir su relaci¨®n. El malestar entre los dos partidos debe durar hasta que los dos consigan liberar presupuestos para proyectos que interesan a los diputados descontentos, as¨ª como los nombres que a¨²n faltan para los puestos del Ejecutivo. El presidente del PMDB en Senado, Jos¨¦ Sarney, minimiza las tensiones. ¡°Algunos l¨ªderes exageran en sus posiciones, pero son hechos aislados¡±, dice Sarney. El exagerado, en este caso, ser¨ªa el diputado Eduardo Cunha. ¡°?l funciona como instrumento de expresi¨®n de rebeld¨ªa por parte de la bancada, que se siente desasistida. Tanto de atenci¨®n como de presupuestos y de cargos¡±, dice Arag¨®n.

Cuando no se sienten atendidos, los parlamentarios votan contra el Gobierno. Un informe de Arko Advice muestra que el ¨ªndice de apoyo a proyectos del Ejecutivo en el Congreso cambi¨® del 40% al 60% desde el inicio del mandato de Rousseff. En febrero, sin embargo, en v¨ªsperas del carnaval, cay¨® a su nivel m¨¢s bajo: 22%. Era el anuncio de que una bomba pod¨ªa explotar. El mi¨¦rcoles, durante la votaci¨®n del marco civil, quedar¨¢ claro su potencial de destrucci¨®n.