La Comisi¨®n Europea exige a Francia que cumpla el d¨¦ficit y acelere las reformas
La Comisi¨®n y los ministros de Finanzas presionan a Hollande para que cumpla con el d¨¦ficit
La crisis alcanza ya el mism¨ªsimo coraz¨®n del euro. Es una vieja historia: una econom¨ªa que entra en declive, que pierde competitividad, que empieza a acumular d¨¦ficits p¨²blicos, que embalsa una enorme deuda en la panza de un Estado reacio a adelgazar. Grecia, Irlanda, Portugal y Espa?a han sido amonestados repetidamente por Bruselas por su incapacidad para salir de ese c¨ªrculo vicioso una vez sumergidos en el mar de los sargazos de la austeridad, a pesar de que en puridad solo Grecia ten¨ªa al principio un verdadero problema fiscal.
La novedad es que llega el turno de los grandes: de Francia, que pese a su inmensa riqueza y a que conserva empresas como portaaviones presenta un ramillete de datos preocupantes. Solo Italia, que va por el mismo camino, ha crecido menos en los ¨²ltimos 25 a?os. La d¨¦gringolade ¡ªla decadencia francesa¡ª es a¨²n m¨¢s pu?etera si se atiende a la comparativa con Alemania: el desempleo duplica al alem¨¢n; en exportaciones, en renta per c¨¢pita, en costes laborales, en casi cualquier dato estad¨ªstico Francia no resiste la comparaci¨®n con su vecino, que hace solo una d¨¦cada era oficialmente el enfermo de Europa. Francia es seria candidata a ese puesto: su presidente, Fran?ois Hollande, reclam¨® este martes a sus socios comprensi¨®n, m¨¢s tiempo para cumplir las metas del d¨¦ficit a la vista de sus promesas de recortes y reformas. Los socios del euro salieron por donde suelen: el vicepresidente de la Comisi¨®n, Olli Rehn, y el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, desoyeron ol¨ªmpicamente esa petici¨®n.
Rehn record¨® en Atenas que hace unos meses ya le ofreci¨® dos a?os m¨¢s a Francia para resta?ar el agujero fiscal y apunt¨® que espera que ahora cumpla su compromiso a rajatabla. El presidente del Eurogrupo fue a¨²n m¨¢s expl¨ªcito y exigi¨® a Par¨ªs ¡°que se ci?a a los objetivos presupuestarios marcados¡±. Dijsselbloem reclam¨® a Hollande que apruebe de una vez las reformas prometidas ¡°aunque sea duro a corto plazo¡±.
No ser¨¢ f¨¢cil para Francia ganar una batalla en la que todos los dem¨¢s socios del euro han sucumbido al consenso de Bruselas, Berl¨ªn y Fr¨¢ncfort. Los fr¨ªos n¨²meros van desnudando lentamente a Hollande, que acaba de sufrir una fenomenal derrota en las elecciones locales.
La econom¨ªa francesa creci¨® el 0,3% en el ¨²ltimo trimestre del a?o, pero el paro supera el 11% y, sobre todo, el agujero fiscal no termina de cerrarse. El d¨¦ficit cerr¨® el a?o en el 4,3% del PIB, dos d¨¦cimas por encima del objetivo de Bruselas, y esa brecha se agrandar¨¢ este a?o si nada cambia, seg¨²n las previsiones del equipo de Rehn. Hace menos de un mes, Bruselas invoc¨® un nuevo reglamento y le lanz¨® una advertencia ¡ªel paso previo a las sanciones¡ª si Par¨ªs no hace lo posible por cumplir el d¨¦ficit. Las fuentes consultadas en la Comisi¨®n explicaron el martes que Hollande debe combinar ¡°consolidaci¨®n presupuestaria y reformas¡±. Y anuncian que, a la vista de los datos, Bruselas preparar¨¢ en las pr¨®ximas semanas ¡ªde la mano de Par¨ªs¡ª un paquete de medidas econ¨®micas que ser¨¢ presentado en junio para corregir las desviaciones presupuestarias, una vez Francia presente en abril su plan de estabilidad y reformas.
El l¨ªo est¨¢ servido con uno de los grandes motores de la Uni¨®n, que nunca ha aceptado de buen grado imposiciones de ese calibre. Par¨ªs ya ha avanzado que lo que quiere es m¨¢s tiempo para cumplir con el d¨¦ficit. Hollande ha anunciado una rebaja de impuestos a las empresas ¡ªque podr¨ªa ampliarse a las familias¡ª parcialmente financiada con recortes de gasto por importe de 50.000 millones de euros en los tres pr¨®ximos a?os. Pero Francia tiene que explicar a la Comisi¨®n a lo largo de este mes c¨®mo va a cuadrar ese c¨ªrculo para dejar el d¨¦ficit p¨²blico en el sacrosanto 3% del PIB en 2015. Hollande ¡ªque busca la autoridad, la frescura, la ambici¨®n que le falta en su nuevo hombre fuerte, Manuel Valls¡ª gan¨® las elecciones con promesas de combatir la dogm¨¢tica austeridad europea, y por ello tiene ante s¨ª un reto may¨²sculo. A medida que va decant¨¢ndose por la austeridad y las reformas, pierde el apoyo de sus votantes; como esa aproximaci¨®n no es ni mucho menos veloz, tiene que enfrentarse a las suspicacias de Bruselas y Berl¨ªn.
Para la Comisi¨®n tampoco va a ser f¨¢cil. La ¨²ltima vez que conmin¨® a Hollande a reformar las pensiones, su respuesta fue rotunda: "Bruselas no va a dictarnos lo que tenemos o no tenemos que hacer". Fuentes europeas explicaban el martes en uno de los pasillos del centro de convenciones en el que se reunieron los ministros de Finanzas del euro -con la sonora ausencia del franc¨¦s Pierre Moscovici- que el paquete de medidas que se le va a pedir a Par¨ªs "es esencialmente el mismo que se ha aplicado en otros pa¨ªses, y no hay raz¨®n para pensar que con Francia las cosas vayan a ser diferentes". "Par¨ªs necesitar¨ªa una mayor¨ªa para bloquear el paquete que se presentar¨¢ en junio", explicaron las mismas fuentes. Pero Francia sigue conservando un enorme poder¨ªo en Europa. Con la Comisi¨®n de salida por la cercan¨ªa de las elecciones convocadas para finales de mayo, tampoco ese pulso con Par¨ªs tiene un final nada claro.
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