El ministro de Cooperaci¨®n alem¨¢n, acusado de plagiar su tesis doctoral

En medio de la tranquilidad casi id¨ªlica que parece reinar en el seno del Gobierno de gran coalici¨®n, una nueva acusaci¨®n de plagio de tesis doctoral, cometido esta vez por el ministro de Cooperaci¨®n y Desarrollo, el socialcristiano Gerd M¨¹ller, amenaza con amargarle la vida a la canciller Angela Merkel, que en el pasado tuvo que aceptar la renuncia de dos importantes ministros que cometieron el pecado de robar ideas para escribir sus respectivas tesis doctorales.

La prestigiosa universidad de Ratisbona anunci¨® que ha abierto una investigaci¨®n formal para determinar si el ministro cometi¨® el leso pecado de plagio, al parecer una enfermedad end¨¦mica entre los pol¨ªticos alemanes. La universidad decidi¨® iniciar una investigaci¨®n sobre la tesis doctoral del ministro M¨¹ller, despu¨¦s de que el famoso cazador de plagios Martin Heidingsfelder, acusara al pol¨ªtico de haber cometido ¡°varias chapuzas¡± en su trabajo.

Gerd M¨¹ller, un destacado militante de la Uni¨®n Social Cristiana (CSU de Baviera), escribi¨® su tesis doctoral hace ya m¨¢s de 25 a?os. El trabajo estuvo dedicado a analizar la labor que realizaba entonces la ¡°Junge Union¡±, la secci¨®n que agrupa a las juventudes del partido. Lo picante del caso es que M¨¹ller, cuando escribi¨® su tesis doctoral, ocupaba el cargo de presidente de las juventudes de su partido.

La nueva sospecha que se cierne sobre un ministro federal hizo sonar las campanas de alarma en la CSU, un partido que ya vivi¨® en carne propia un famoso esc¨¢ndalo de plagio en el mes de febrero de 2011, cuando tuvo que renunciar a su cargo de ministro de Defensa, el bar¨®n Karl-Theodor zu G¨¹ttenberg, entonces la estrella ascendente de la pol¨ªtica germana.

Cuando el bar¨®n renunci¨® a su cargo, el presidente del Bundestag, Norbert Lammert, pronunci¨® una frase que ahora podr¨ªa cobrar nuevamente actualidad si la investigaci¨®n que inici¨® la universidad de Ratisbona confirma las denuncias del cazador de plagios. ¡°¡±El plagio es un clavo de ata¨²d para la confianza de la democracia¡±.

El famoso bar¨®n fue el primero en caer en las redes del esc¨¢ndalo de plagio y su caso abri¨® el apetito de otros cazadores an¨®nimos quienes, ayudados por modernos programas cibern¨¦ticos, se dedican a comparar las tesis doctorales de pol¨ªticos famosos con otros trabajos cient¨ªficos. En febrero de 2013 volvieron a tener ¨¦xito cuando lograron provocar la renuncia de la ministra de Educaci¨®n, la democratacristiana Annette Schavan, una amiga personal de Merkel.

Los cazadores tambi¨¦n dejaron sin t¨ªtulo doctoral a Veronica Sass, hija de Edmund Stpoiber, ex jefe del gobierno regional de Baviera y acabaron con la carrera de Silvana Koch-Mehrin, una de las estrellas ascendentes del partido Liberal (FDP), quien renunci¨® a todos sus cargos en el partido y anunci¨® que renunciaba a una nueva candidatura en el Parlamento Europeo.

El nuevo caso de plagio que amenaza la carrera del ministro M¨¹ller no parece haber desatado una nueva crisis en el ministerio ni tampoco en su partido. Seg¨²n fuentes de la CSU, las acusaciones son triviales y no parecen tener un impacto real en el trabajo. Pero nadie se atreve a decir si las denuncias pueden desatar una nueva tormenta.

Por el momento, la CSU ha evitado hacer comentarios sobre la nueva denuncia de plagio que afecta a un ministro del gobierno alem¨¢n y el ministerio solo se ha limitado a se?alar, a trav¨¦s de una portavoz, que las acusaciones son irrelevantes. ¡°El ministro saluda las investigaciones de la universidad, porque solo aportaran mayor claridad¡±, se?al¨® la portavoz.