Un terremoto de 6,2 grados pone en alerta a Nicaragua
Ortega da la cara seis horas despu¨¦s del sismo y decreta la alerta roja en la capital y zonas cercanas El Gobierno reporta un muerto y 33 lesionados. Hay 822 casas da?adas
La tierra se sacudi¨® con fuerza a las 5.26 de la tarde del jueves en las costas del Pac¨ªfico de Nicaragua, reviviendo en la memoria de los nicarag¨¹enses uno de sus peores temores: la posibilidad de un terremoto de gran magnitud. El sismo de este jueves fue de 6.2 en la escala de Richter y seg¨²n las autoridades de este pa¨ªs centroamericano ha dejado un muerto, 33 lesionados y 822 viviendas da?adas. El Gobierno de Daniel Ortega decret¨® la alerta roja en las provincias de Le¨®n y Managua, donde el movimiento tel¨²rico se sinti¨® con m¨¢s fuerza.
El Instituto Nicarag¨¹ense de Estudios Territoriales (INETER) ha reportado que despu¨¦s del fuerte sismo, cuyo epicentro se registr¨® en las costas del Lago de Managua a una profundidad de 10 kil¨®metros, se han producido m¨¢s de 350 r¨¦plicas, seis de ellas de una magnitud mayor a cuatro en la escala de Richter. El Gobierno ha suspendido las clases en las provincias de Le¨®n y Managua, mientras ha activado el sistema de prevenci¨®n y atenci¨®n de emergencias. La noche del jueves las r¨¦plicas se manten¨ªan en las costas del Pac¨ªfico de Nicaragua.
Rosario Murillo, primera dama de la Rep¨²blica y vocera oficial del Gobierno, fue la primera autoridad en dar la cara y ponerse a la cabeza de la informaci¨®n oficial, a trav¨¦s de cadenas de radio y televisi¨®n en la que informa a la ciudadan¨ªa de las decisiones tomadas. Murillo dijo que las peque?as ciudades de Mateare y Nagarote, en el Pac¨ªfico de Nicaragua, han sido las m¨¢s afectadas por el sismo. En Nagarote el Gobierno registra 770 viviendas parcial o completamente destruidas. Im¨¢genes de medios locales mostraban la destrucci¨®n causada por el terremoto en ese municipio nicarag¨¹ense, con casas con los tejados ca¨ªdos, paredes agrietadas o completamente desplomadas. La gente se mantuvo en la calle durante la noche por temor a nuevas r¨¦plicas violentas.
El Gobierno confirm¨® la muerte de una mujer de 23 a?os, habitante de Managua y quien sufri¨® un ataque al coraz¨®n producido por una crisis nerviosa tras el sismo. Hay, adem¨¢s, 33 lesionados, tres de ellos en ¡°estado delicado¡±, seg¨²n Murillo.
El caos se apoder¨® de Managua, la capital, tras el terremoto, dado que se suspendi¨® el servicio de energ¨ªa en varios puntos de la ciudad, afectando el tr¨¢fico. En los barrios capitalinos, muchos de ellos formados por chabolas sin las m¨ªnimas condiciones antis¨ªsmicas, la gente sali¨® de sus casas, y en familia, sin energ¨ªa y sin comunicaciones m¨®viles, esperaban que pasara la alerta. Tambi¨¦n fall¨® por varias horas el servicio de agua potable. En varios puntos de la ciudad se escucharon sirenas de los bomberos y servicios de emergencia.
El presidente Daniel Ortega no dio la cara hasta pasadas las once de la noche, seis horas despu¨¦s del terremoto. Ortega hizo un discurso poco claro, en el que cit¨® a Dios varias veces y pidi¨® a los nicarag¨¹enses ¡°tener fe en Cristo¡±. ¡°Venimos a llevarles a todos ustedes nuestro mensaje lleno de profunda fe cristiana y profunda fe en Dios, porque es cuando m¨¢s demandamos de la fe en Dios y en Cristo para enfrentar estos fen¨®menos de la naturaleza¡±, dijo Ortega. El mandatario se confundi¨® al informar sobre el nivel de alerta en el que se encontraba el pa¨ªs y tuvo que ser aclarado por uno de sus funcionarios antes de decretar la alerta roja.
Para los nicarag¨¹enses el sismo de este jueves recuerda el terremoto que en 1972 devast¨® Managua, ciudad que desde entonces no ha podido recuperarse. Aquella tragedia dej¨® 12.000 muertos. De hecho, en los escombros de los edificios que formaban el centro de aquella ciudad que se mantiene viva en el imaginario de los nicarag¨¹enses, las autoridades trasladaron a trabajadores de emergencia para evacuarlas, dado el alto riesgo que representan para sus habitantes. Murillo, quien ha ejercido m¨¢s como presidenta que su esposo, hizo una llamada a la calma a los nicarag¨¹enses, pero tambi¨¦n pidi¨® mantenerse alerta por nuevos posibles sismos.
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