R¨ªo de Janeiro revive la pesadilla del secuestro de un autob¨²s
Un hombre retiene durante dos horas y media a dos personas dentro de un veh¨ªculo
Tras 14 a?os del dram¨¢tico secuestro del autob¨²s 174, R¨ªo de Janeiro ha revivido una pesadilla similar. El suceso, que no se ha cobrado v¨ªctimas mortales, se ha producido en la transitada Avenida Brasil, por la que se desplazan los autobuses que suelen transportan a los habitantes de la deprimida zona norte de R¨ªo. Las primeras informaciones confirmaron que un hombre de 35 a?os adicto al crack embarc¨® en el autob¨²s a las cinco de la tarde y anunci¨® un atraco. La mayor¨ªa de los pasajeros logr¨® abandonar el veh¨ªculo, pero el sujeto retuvo a una joven de 18 a?os y al conductor, amenaz¨¢ndolos con un arma blanca.
El autob¨²s qued¨® atravesado en plena avenida Brasil bajo una intensa lluvia y en poco tiempo desembarc¨® en el lugar una unidad de soldados del Batall¨®n de Operaciones Especiales (BOPE) de la unidad antisecuestros. Las im¨¢genes mostraban a un negociador vestido de paisano encaramado a una de las ventanillas del autob¨²s hablando con el secuestrador. Al cabo de la primera hora, el veh¨ªculo ya estaba rodeado de coches de la polic¨ªa militar y comandos de ¨¦lite preparados para actuar en cualquier momento. Las principales televisiones brasile?as retransmit¨ªan el suceso en directo con im¨¢genes a¨¦reas tomadas desde helic¨®pteros.
A las siete y media de la tarde, todav¨ªa lloviendo, se abr¨ªan por primera vez las puertas y el conductor abandonaba el veh¨ªculo con aparente calma por el acceso delantero. A continuaci¨®n se entregaba el secuestrador por la puerta central, con el torso desnudo, en traje de ba?o y zapatillas deportivas. Varios agentes del BOPE se abalanzaron sobre ¨¦l para esposarlo y conducirlo hasta un veh¨ªculo de la polic¨ªa. En tercer lugar abandonaba el autob¨²s la joven secuestrada, llorando y visiblemente nerviosa. Las im¨¢genes mostraron c¨®mo se abraz¨® r¨¢pidamente a quienes parec¨ªan amigos o familiares que ya se encontraban dentro del cord¨®n de seguridad. El autob¨²s opera en la l¨ªnea 723 que conecta los barrios de Mari¨®polis y Cascadura, ambos de baja renta. La Avenida Brasil es una de las principales arterias de acceso a R¨ªo de Janeiro por la que diariamente circulan cientos de miles de personas. Esta v¨ªa tambi¨¦n es conocida por dar cobijo en algunos de sus puntos a grandes grupos de adictos al crack, que consumen la mort¨ªfera droga a plena luz del d¨ªa con total impunidad.
El secuestro, pese a mantener en vilo a buena parte de Brasil durante dos horas y media, se ha saldado sin v¨ªctimas mortales. Por momentos, el suceso resucit¨® el fantasma del autob¨²s 174. En junio de 2000 un criminal retuvo durante horas a once rehenes y provoc¨® la muerte de una mujer. En aquella ocasi¨®n la ¨²ltima reh¨¦n retenida por el secuestrador fue alcanzada por una bala disparada por un agente del BOPE y falleci¨®. El criminal, que fue detenido, tambi¨¦n perdi¨® la vida dentro de un veh¨ªculo de la polic¨ªa en circunstancias extra?as.
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